Bruselas - El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, advirtió ayer jueves de que la Eurocámara no aprobará ningún acuerdo del Brexit sin la salvaguardia para Irlanda que el Reino Unido busca eliminar del texto, y confirmó que Bruselas no ha recibido aún propuestas “factibles” desde Londres para sustituirla. “No habrá un acuerdo sin una salvaguarda (para Irlanda). Esa es nuestra posición clave. Si no quieren hablar sobre eso, significa que no quieren hablar en absoluto y que no hay nada de lo que hablar”, zanjó Sassoli en una rueda de prensa en Bruselas.

El acuerdo de salida del Brexit, bloqueado en tres ocasiones por el Parlamento británico, necesita también el visto bueno del Parlamento Europeo, que vincula su validación a que se aseguren los objetivos de la polémica salvaguarda a la que se opone el Gobierno de Boris Johnson.

En una resolución que aprobará el pleno de la Eurocámara la próxima semana en Estrasburgo que subraya que el acuerdo del Brexit que negoció Bruselas con la predecesora de Johnson, Theresa May, es “justo y equilibrado”, a la vez que respetuoso con las líneas rojas marcadas por ambas partes.

Los grupos del Partido Popular Europeo, la Alianza de Socialistas y Demócratas, Renovar Europa, Los Verdes y la Izquierda Unitaria Europea apoyarán la resolución.

Junto a los presidentes de los grupos parlamentarios, Sassoli mantuvo ayer un encuentro con el jefe negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier, con quien apuntaló un amplio acuerdo sobre las bases negociadoras europeas.

En cuanto a la salvaguarda irlandesa, Sassoli señaló que el Parlamento está dispuesto a examinar cualquier propuesta que haga el Reino Unido y que no descartarán nada “siempre que cumpla con los principios negociadores europeos”, pero advirtió de que el Reino Unido no ha enviado al equipo dirigido por Barnier “nada que sea legalmente creíble o factible”, recalcó. El político italiano sí que se mostró abierto a la idea de retornar a una opción que se baraja en Londres para aumentar el respaldo a una versión alterada del acuerdo de May: que la polémica cláusula de salvaguarda mantenga integrada en el mercado único europeo tan solo a la región de Irlanda del Norte, en lugar de abarcar todo el Reino Unido.

la primera de las propuestas Esa fue la primera propuesta que hizo Bruselas a Londres, pero May la descartó ante la presión de sus socios norirlandeses del Partido Democrático Unionista (DUP), que temen que esa solución distancie a ese territorio irlandés bajo soberanía británica del resto del Reino Unido. “Nosotros estamos dispuestos a volver a la propuesta original europea. Es una señal de confianza en el diálogo y el debate”, afirmó Sassoli.

No obstante, esta propuesta no se ha planteado todavía por escrito al bloque comunitario.

El presidente de la Eurocámara subrayó que, en cualquiera de los escenarios, esperan que el Reino Unido cumpla con sus compromisos financieros con la Unión Europea, respete los derechos de los ciudadanos europeos en el país y salvaguarde el Acuerdo del Viernes Santo, cuyas condiciones a día de hoy mantienen la estabilidad en la isla de Irlanda tras el conflicto armado en el Ulster. “Queremos defender los intereses no solo de los ciudadanos europeos, sino también de los británicos. Esperamos que las instituciones británicas trabajen con el mismo objetivo”, incidió.

Sassoli se pronunció también sobre la suspensión del Parlamento británico que solicitó Johnson desde el pasado martes hasta el 14 de octubre, y afirmó que en la Eurocámara “todo el mundo se ha quedado muy sorprendido por la decisión”.

“Yo estoy a favor de que los parlamentos estén abiertos de forma permanente, particularmente cuando están decidiendo sobre el destino de un gran país como el Reino Unido”, afirmó el político italiano. Sassoli consideró que la posibilidad de suspenderlo “procede de un tiempo en el que los parlamentos eran algo distinto, pero en la Europa de hoy en día el Parlamento es la voz de la gente”. “¿Si no puedes debatir el destino de un país en un Parlamento, dónde puedes hacerlo?”, preguntó.

El primer ministro británico, Boris Johnson, defendió ayer su estrategia para el Brexit a la espera de que el Tribunal Supremo decida el martes si violó la ley al suspender el Parlamento y si una salida brusca de la Unión Europea socavaría el proceso de paz norirlandés. Johnson asegura que negocia un pacto de Brexit con Bruselas, pero mantiene su intención de salir del bloque con o sin acuerdo en la fecha prevista del 31 de octubre, a pesar de que se lo impide una ley promulgada por el Parlamento antes de su suspensión.

El Supremo decidirá si confirma o revoca el veredicto del Tribunal de Apelación de Escocia, que el miércoles declaró “ilegal” la decisión de suspender el Parlamento. - Efe

Fallo. El Tribunal Superior de Belfast desestimó este jueves una demanda que denunciaba que una salida de la Unión Europea (UE) sin acuerdo el 31 de octubre socavaría el proceso de paz de Irlanda del Norte, sellado en el acuerdo de Viernes Santo de 1998. Al explicar su decisión, el juez Bernard McCloskey dijo que la demanda presentada, así como las pruebas que la sustentan, pertenecen de forma “inherente e inequívoca” “al mundo de la política, tanto nacional como supranacional”, y no al ámbito judicial.

Rechazo. McCloskey rechazó el caso presentado por tres demandantes, que argumentaban que un Brexit duro, como el que contempla el Gobierno británico, amenazaría los convenios entre Londres y Dublín que “apuntalan la cooperación transfronteriza” en la isla de Irlanda. Si los demandantes en Irlanda del Norte, entre ellos el activista Raymond McCord, quieren recurrir el fallo, podrán hacerlo hoy en la Corte de Apelaciones de Belfast. De esta manera, el caso podría ser visto por el Tribunal Supremo británico el martes. Lo que sí deberían dictaminar los tribunales, si se interpone una denuncia, es si Johnson debería ir a la cárcel si materializa un Brexit sin cuerdo, en contra de la ley aprobada por el Parlamento.