Roma - El partido ultraderechista italiano Liga, del ministro italiano del Interior Matteo Salvini, pidió hoy a su socio en el Gobierno, el Movimiento 5 Estrellas (M5S), seguir adelante con medidas “valientes” o, de lo contrario, exigirán elecciones como “única alternativa”, tras la crisis que vive la coalición.
De este modo la Liga, y por otro lado también el M5S, han rechazado la posibilidad de que, en caso de que caiga el Gobierno, el jefe del Estado, Sergio Mattarella, nombre un gabinete técnico para la gestión del país. En un comunicado, la Liga emitió un comunicado en el que asegura ser “consciente de que, tras las muchas cosas buenas hechas, desde hace tiempo en temas fundamentales” se han constatado “visiones diferentes”.
Entre estos temas la Liga destaca posturas diversas con el M5S en “grandes obras, infraestructuras, desarrollo económico, reducción fiscal, aplicación de las autonomías, energía, reforma de la justicia y relación con la Unión Europea”.
Y el último escollo ha sido la línea de tren de alta velocidad entre Turín y Lyon, un proyecto al que el Cinco Estrellas se opone desde siempre y que ayer pidió en el Parlamento que se estudiara el modo de paralizar su construcción, y la Liga votó en contra.
La Liga no quiere ningún Ministerio nuevo, pues actualmente controla siete, pero tampoco aspira a modificaciones en el Gobierno, sino que aboga por legislar “valientemente” y actuar. Así viene exigiéndolo Salvini en los últimos días, que cree que el M5S se opone a muchas de sus propuestas, algo visible en sus choques con ministros de su socio, como el de Infraestructuras, Danilo Toninelli, o la de Defensa, Elisabetta Trenta.
Y zanjan en su comunicado: “Cada día que pasa es un día perdido. Para nosotros la única alternativa a este Gobierno es devolver la palabra a los italianos con nuevas elecciones”.
Los jefes de los dos partidos de la coalición de Gobierno tuvieron ayer una reunión en Roma para abordar la crisis que atraviesa su alianza.
A la entrada al romano Palacio Chigi, sede de la presidencia del Ejecutivo, para un encuentro al que asistió el primer ministro, Giuseppe Conte, ninguno de ellos hizo declaraciones, pese a la expectación suscitada. Las dos formaciones mantienen posturas irreconciliables en muchas materias, pero la gota que ha colmado el vaso fue la moción del M5S en el Senado para detener el proyecto ferroviario Turín-Lyon, una línea de alta velocidad por la que la Liga votó a favor,
Salvini ha venido reprochando al M5S la división de posturas en algunas cuestiones, como infraestructuras o la reforma de la justicia, y ha asegurado que, si continúa recibiendo “noes” de sus socios, es inútil seguir gobernando juntos, como hacen desde el 1 de junio de 2018, tras las elecciones de marzo de ese año.
Asimismo, ha asegurado que no está interesado en controlar más ministerios ni en modificaciones en el Gobierno, si bien algunos medios apuntan a que estaría reclamando la salida de titulares del M5S con los que mantiene notorias diferencias, como el de Infraestructuras, Danilo Toninelli, o la de Defensa, Elisabetta Trenta.
La eventual caída del Gobierno de coalición en Italia no implica necesariamente el fin inmediato de la legislatura, sino que se pueden dar varios escenarios. En primer lugar, Conte puede buscar apoyos parlamentarios para continuar con su mandato y, de no tenerlos, el jefe del Estado puede encargar a otra persona que construya una mayoría, por ejemplo, con la unión entre el M5S y el Cinco Estrellas y el Partido Demócrata (centroizquierda). Si este intento fracasara, Mattarella podría nombrar a un tecnócrata que gestionara el país temporalmente hasta la celebración de comicios, una opción rechazada por ambos partidos: para el M5S es una “locura” y para la Liga “la única alternativa serían unas nuevas elecciones”. - Efe