Londres - El Gobierno británico recibió ayer sábado presiones para que dé prioridad a una eventual entrega de Julian Assange a Suecia, después de que más de 70 parlamentarios se mostrasen a favor de investigar las acusaciones en ese país de una presunta violación por parte del periodista y fundador de WikiLeaks.

El activista, cuyo portal reveló en 2010 miles de documentos confidenciales del Gobierno de EEUU, fue detenido el jueves en la embajada de Ecuador en Londres después de que este país le retirase el asilo político que le había concedido en 2012.

La Policía británica arrestó a Assange, de 47 años, por una petición de entrega de EEUU, y por violar las condiciones de libertad condicional impuestas por la Justicia británica en 2012 en relación con una solicitud de extradición a Suecia. Dos días después de la gran atención mediática que recibió el arresto, más de 70 parlamentarios británicos, en su mayoría laboristas, han firmado una carta en la que piden al ministro de Interior, Sajid Javid, que dé prioridad a Suecia si este país reclama finalmente la extradición del periodista australiano. En la misiva, cuyo envío fue coordinado por las laboristas Stella Creasy y Jess Phillips, los parlamentarios piden a Javid que tenga en cuenta a Suecia para que la Justicia de ese país pueda investigar “adecuadamente” una denuncia de violación aún vigente, si bien este caso prescribe a mediados de agosto del año próximo. La investigación original, por la que Estocolmo pedía la entrega de Assange, se cerró en 2017, ante la imposibilidad de hacerla avanzar con el activista refugiado en la embajada de Ecuador. No obstante, las autoridades suecas han resaltado que la presunta violación por la que estaba siendo investigado prescribe en agosto de 2020, por lo que el caso puede volver a activarse.

En la carta, los diputados piden a Javid que defienda a “las víctimas de la violencia sexual” y permita que las acusaciones sobre presunta violación sean debidamente investigadas. “No presumimos la culpabilidad, por supuesto, pero creemos que el debido proceso debería ser seguido y el querellante debería ver que se hace Justicia”, escriben los parlamentarios. La carta hace referencia a que todo indica que las autoridades británicas y estadounidenses estaban al tanto de que las autoridades de Ecuador iban a retirarle a Assange el asilo político.

“Parece que las autoridades suecas no estaban al tanto de los planes de la detención de Assange (el jueves) en Londres”, dicen en la carta y añaden que agradecerían claridad sobre si los fiscales suecos fueron informados con anticipación de la decisión. Entre los firmantes de la carta figuran los tories Nick Boles y Sam Gyimath, así como los once miembros de la nueva formación conocida como Grupo Independiente, liberaldemócratas y once lores. La Fiscalía británica ha indicado que, en caso de que haya más de una solicitud de extradición, es el ministro de Interior el que debe determinar a cuál de ellas debe darle prioridad, en virtud de la sección 179 de la Ley de Extradición de 2003.

El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, pidió ayer que Assange no sea extraditado a Estados Unidos. “El Gobierno británico debería oponerse a la extradición de Julian Assange a Estados Unidos por revelar pruebas de las atrocidades en Irak y Afganistán”, escribió Corbyn en su cuenta de Twitter.

Un tribunal declaró el jueves culpable a Assange por no haberse presentado ante la justicia hace siete años, cuando debía responder por unos delitos sexuales supuestamente cometidos en Suecia.

En paralelo, el periodista deberá comparecer de nuevo el 2 de mayo ante la Corte de Magistrados de Westminster (Londres), a través de videoconferencia desde la prisión, para iniciar el proceso sobre su extradición a Estados Unidos, que quiere interrogarle por conspirar con Chelsea Manning, la soldado estadounidense que filtró cables diplomáticos confidenciales del Gobierno de ese país.

La petición de asilo a Ecuador se produjo al término de un largo proceso de extradición a Suecia en los tribunales británicos y dio comienzo a un caso difícil de solucionar, pues el Reino Unido se había negado reiteradamente a facilitarle un salvoconducto que le permitiera poner rumbo al país latinoamericano.

Mientras, en Ecuador, la decisión de dar por finalizado el asilo a Julian Assange es interpretada por el correísmo como un nuevo acto de “traición” del presidente Lenín Moreno a los principios de la Revolución Ciudadana. Aseguran que se ha vulnerado por ejemplo el principio de territorialidad al permitir que la policía británica ingrese en la sede de la legación diplomática.