MADRID. El número de mayores de 64 años ha aumentado en España desde los 3,8 millones en 1977 hasta los 8,8 millones en 2017 (un 131% más), mientras que el crecimiento del resto de edades fue del 16% en el mismo periodo, según se desprende del último número de 'Panorama Social', publicación editada por Funcas en el que se analiza el envejecimiento demográfico.
Así, el porcentaje de mayores de 64 años en España aumentó del 11% al 19% de la población en el periodo comprendido entre 1977 y 2017, mientras que el de edades comprendidas entre 0 y 14 años se redujo en el mismo periodo del 27% al 15%.
En el estudio de Funcas, que lleva por título 'Envejecimiento de la población, familia y calidad de vida en la vejez', se explica que el incremento de la esperanza de vida de las personas mayores y la reducción de la fecundidad en décadas anteriores propician no solo un mayor peso de la población mayor de 65 años, sino, sobre todo, de los mayores de 80 años y de los centenarios.
Los expertos añaden que se trata de "un cambio sin precedentes" en la estructura poblacional por edades que supone desafíos diversos, entre ellos la financiación de las prestaciones y servicios sociales que reciben los mayores ya que, en números absolutos, se espera que la población con 60 o más años pase de 1.050 millones en 2020 a casi el doble en 2050 (2.080 millones) y supere a la población de entre 15 y 39 años hacia 2080.
En el caso de España, el número de mayores de 64 años hace cuatro décadas representaban el 11% de la población mientras que hoy suponen el 19%. Por el contrario, el segmento de edad de entre 0 y 14 años ha caído en ese periodo del 27% al 15% de la población.
Con la mortalidad de 1976 (al final del 'baby boom'), quien cumplía 65 años tenía una esperanza de vida de 15,4 años, la misma que tienen las personas que habían cumplido 74 años en 2016. De los 8,8 millones de mayores de 64 años, son cada vez más quienes tienen 85 o más años (16%, 1,4 millones de personas, frente al 6% de 1977).
AUMENTAN LOS CENTENARIOS Cabe destacar también la eclosión de los centenarios en la pirámide de población: al empezar los años setenta había en España algo menos de 800 centenarios, pero a 1 de enero de 2017 su número había aumentado veinte veces, hasta 15.381, en una evolución que se ha acelerado en los últimos años.
Este cambio de la estructura poblacional por edades afecta a cuestiones como las pensiones, la calidad de vida y cuidado de los mayores, la convivencia y los tipos de hogares, o la política de partidos y electoral.
En el caso de las pensiones, Funcas estima que en 2050 el gasto público en pensiones en España podría situarse entre 4 y 6 puntos sobre el PIB por encima del gasto actual, algo que considera "preocupante" teniendo en cuenta que no espera un incremento de los ingresos fiscales capaz de absorber este mayor gasto.
Funcas asegura que este aumento del gasto no se podrá financiar si no se amplía "muy significativamente" el tamaño y la productividad de la población empleada o sin elevar la presión fiscal vía cotizaciones o impuestos hasta un nivel que resultaría "perjudicial" para el mercado de trabajo y la competitividad.
Así, afirma que el mantenimiento de "déficits significativos" de la Seguridad Social durante los últimos años de recuperación económica plantea "dudas razonables" sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones. "Esas dudas aconsejan adoptar prudentemente tanto medidas de contención del crecimiento del gasto como otras orientadas al aumento de los ingresos", subraya.
En este contexto apuesta por ajustar los periodos de cotización y jubilación en función de la esperanza de vida, medida que podría contribuir a "cuadrar las cifras", tratando siempre de evitar que estos ajustes produzcan "inequidad intergeneracional". Asimismo, aboga por proporcionar de manera "eficaz, regular y masiva" información a los ciudadanos sobre el funcionamiento del sistema de pensiones y su situación financiera.