¿Qué pasó con la discrepancia sobre el TAV? ¿Hubo descoordinación entre el delegado del Gobierno español Jesús Loza y el ministro de Fomento José Luis Ábalos?
-Las declaraciones del delegado del Gobierno se producen como respuesta a alguna pregunta en una comparecencia ante la prensa. Siempre digo que en infraestructuras es importante que haya consignación y tanto o más importante es cuánto se gasta. Si sumáramos todo lo que se ha ido consignando, igual había dinero para hacer dos TAV.
¿Se van a cumplir los plazos?
-Hay voluntad de cumplir con los plazos. La voluntad está expresada, pero cuando hablamos de obras con un complejidad importante a veces la realidad supera a la voluntad. Nuestra idea es avanzar en las obras con los ritmos marcados. Es un proyecto prioritario, estratégico y de modernidad, que conecta a Euskadi con Europa. Así, la voluntad de los Gobiernos, el vasco y el de España, es avanzar en la ejecución de esta obra.
En el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado presentado por el Gobierno de Pedro Sánchez, Euskadi ha visto disminuidas sus partidas en contra de Catalunya, para quien ha aumentado. ¿Es un juego político?
-El nivel de inversión presupuestaria no es una foto fija que se repita todos los años. Se producen fluctuaciones. Así, los PGE no son algo fijo e inamovible. De todos modos, si no prosperan las enmiendas a la totalidad habrá una negociación de las enmiendas parciales que supondrá algunas modificaciones con respecto al proyecto presentado
¿Cree que Sánchez podrá sacar adelante los Presupuestos?
-El Gobierno ha cumplido con su obligación que es presentarlos ante las Cortes Generales. Y creo que es un buen proyecto para el conjunto de España. Trata de iniciar un proceso de reversión de lo que fue la política del PP en sus años de gobierno, un periodo de recortes y de limar derechos y libertades. Por eso se han presentado unos Presupuestos de esperanza para el país. Incremento del Salario Mínimo, subidas a funcionarios y pensionistas, copago farmacéutico, ayudas a la dependencia... Dicho esto, cada uno tiene su cuota de responsabilidad para aprobar las Cuentas. También hay que dejar claro que los Presupuestos tampoco son una varita mágica que permita solucionar todos los problemas del país.
¿Contará el Gobierno con los votos de los soberanistas catalanes?
-No lo sé. Se puede llegar a un acuerdo si hay voluntad política y se ponen encima de la mesa los intereses generales del país.
En caso contrario, ¿estamos abocados a elecciones generales?
-No necesariamente, pero al Gobierno español le dificulta extraordinariamente su acción en tanto en cuanto debería ir aprobando medidas complementarias del Presupuesto de 2018 para introducir medidas recogidas en el proyecto ahora presentado. Y ello supone una complejidad añadida a la gestión y no deja de significar una cierta inestabilidad para gobernar.
En Euskadi no pudieron aprobar los Presupuestos. ¿Cómo afecta el tener que gobernar con unas cuentas prorrogadas?
-En la misma línea de lo que pasará con el Gobierno español. Dificulta la gestión, y habrá que negociar particularmente en el Parlamento para sostener las partidas necesarias. Te basas en el programa del año anterior y tienes que adaptarte a las nuevas necesidades.
El PSE estuvo desaparecido en la negociación de los Presupuestos. Solo se vio al PNV. ¿Estaba pactado así?
-En la negociación presupuestaria hubo coordinación entre el PNV y el PSE. Lógicamente Pedro Azpiazu es el consejero de Hacienda y encabezó la negociación, pero los grupos parlamentarios nacionalista y socialista han estado permanentemente al tanto.
¿Qué pasó con EH Bildu, Podemos y PP?
-Todos lo vimos. El PP, que permitió la aprobación de los Presupuestos en años anteriores, este año se ha cerrado en banda y no ha querido negociar. Acusaban al PNV de haber traicionado su confianza al haber sumado sus votos a la moción de censura a Rajoy. Podemos hizo un brindis al sol pidiendo las estrellas sabiendo que los márgenes de negociación eran los que eran. En Madrid parece que han tomado tierra y negociaron los Presupuestos, pero en Euskadi no, y siguen dando vueltas por la estratosfera. Y EH Bildu escenificó una situación en la que parecía que estaba dispuesta a buscar un punto de encuentro. Pero el proceso final evidenció que o les entró vértigo o tienen contradicciones internas o simplemente era una estrategia para probar hasta dónde podían llevar al Gobierno y luego dar un paso atrás.
El Gobierno Vasco y el español iban a pactar el calendario de las transferencias pendientes, pero ese calendario no llega. ¿A qué se debe el retraso?
-Creo que están negociando el Gobierno de España y el Ejecutivo vasco. Están negociando el listado de transferencias pendientes, dónde se encuentra la complejidad de los traspasos para ver cuáles son los más fáciles y cuáles los más complejos.
Cuarenta años después quedan 37 materias por transferir. ¿A qué es debido? ¿No es algo frustrante?
-Unos ven el vaso medio vacío y otro medio llenos. Nosotros tenemos un Concierto Económico, autonomía fiscal, Haciendas propias y pagamos un Cupo a España. De cada 100 euros que recaudamos, pagamos seis. A día de hoy hay que ver el vaso medio lleno y, repito, de cada cien euros recaudados, nos quedamos con 94.
¿El Concierto Económico es el instrumento básico del autogobierno?
-Imagine que pasara en Euskadi lo que ha pasado en Catalunya, la fuga de empresas. Sería un agujero fiscal para Euskadi. Si tuviéramos la fuga de empresas pagaríamos el pato. No se recaudaría y, sin embargo, deberíamos seguir pagando el 6,24% a España por lo pactado en el Cupo.
¿Tiene el PSE intención de abandonar la Ponencia de Memoria y Convivencia como se ha apuntado desde EH Bildu?
-No tenemos intención de abandonar ninguna ponencia. A lo que aspiramos es que todos asuman un suelo ético que no es ningún misterio, reconocer que todo tipo de violencia estuvo mal. Que matar, que extorsionar, que todo eso estuvo mal. No se pueden justificar los crímenes de ETA como tampoco los del GAL, o las torturas que hubo. Nos parece que es básico que haya un suelo básico a partir del cual se puede basar la convivencia. Nosotros no tenemos ningún empacho en condenar a ETA, al GAL o cualquier exceso que haya podido haber por parte de las policías.
¿Por qué cree que EH Bildu no se aviene a aceptar este término? O mejor dicho ¿por qué no condena la violencia de ETA?
-Pregúnteles a ellos. No sé, tendrán sus dificultades internas para hacer este tipo de ejercicios.
Han reprochado a Idoia Mendia por hacer públicas las deliberaciones de la Ponencia de Memoria y Convivencia.
-¡Pero si nosotros no estamos descubriendo nada nuevo con lo que estamos diciendo!
Si como dice el ministro Grande-Marlaska la dispersión ya no tiene sentido, ¿por qué se tiene tanto tiento en el acercamiento de presos de ETA?
-Cada política tiene su sentido. Y la dispersión tuvo su sentido. Se intentaba ofrecer una mayor autonomía personal a los presos para que tomaran sus decisiones. Se quería librarlos de la tiranía de la organización y de los capos que reclamaban disciplina y disciplina. Eso tuvo sentido y ahora en el contexto de que ETA ha desaparecido, deja de tener sentido. Se van dando pasos, también de los presos, de asumir la legalidad penitenciaria. Las cosas van cambiando y la política penitenciaria tiene que adaptarse a la realidad. Pero está claro que aquí no va a haber amnistías ni nada por el estilo.
Las pasadas Navidades Mendia estuvo en el ojo del huracán, sobre todo en el Estado, por una foto con Arnaldo Otegi. aunque el PSE la respaldó. ¿Euskadi se sigue viendo diferente desde el Estado?
-No puedo admitir que nadie nos venga a criticar nada. Hemos tenido compañeros del alma que hemos dejado en el camino por mantener nuestra postura contra viento y marea. Mis hijos ha crecido con escolta. ¿Quién me va a decir a mí nada? Es rastrero. No comparto, pero puedo entender la decisión que tomó José Mari Múgica. Le conozco de toda la vida y le puedo llegar a entender. Le entiendo y respeto el dolor de las víctimas. Pero que políticamente se aproveche eso, sobre todo por la derecha, me parece muy carroñero.
En la Ponencia de Autogobierno PNV y EH Bildu han alcanzado un acuerdo. ¿Cuál es su posición?
-Nosotros estamos ahí y vamos a seguir estando. A lo que aspiramos es a la mejora del autogobierno, que se modernice el Estatuto y, si es posible, conseguir una mayor cota. Y que haya lealtad entre el Gobierno español y el Gobierno Vasco en base a lo que se deriva de la Constitución y el propio Estatuto de Gernika. Además, y sobre todo, desde el PSE abogamos por que el nuevo Estatuto sirva para reforzar la convivencia entre los vascos.
En mayo hay elecciones municipales y forales, ¿Cuándo empezaran las hostilidades PNV-PSE? ¿Afectarán a la acción de gobierno?
-Las elecciones siempre tensan las cosas y cada uno hará sus propuestas, pero venimos de donde venimos y después de las últimas elecciones municipales y forales hubo acuerdo entre PNV y PSE. Aunque confrontemos electoralmente venimos de años de colaboración.
¿Qué le parece que dirigentes políticos de Catalunya vayan a sentarse en el banquillo acusados de un delito de rebelión?
-Hay una cosa que es clave en el sistema democrático, y nos lo creemos o no lo creemos: la división de poderes. Mal vamos si solo lo creemos cuando los jueces fallan a nuestro favor y dejamos de creer cuando no nos gusta. La decisiones del procés catalán tienen unas consecuencias que se van a dirimir en los tribunales. Y todos los que nos consideramos demócratas debemos asumir lo que decidan esos tribunales.