Londres - Este año no han sido las nevadas las que han paralizado el caos aéreo en Londres, sino dos drones que volaron cerca de las pistas de Gatwick, provocando el cierre del segundo aeropuerto más importante del país, la cancelación de 760 vuelos y dejando afectados a más de 110.000 pasajeros, entre ellos los dos vuelos diaros con salida y destino Loiu. El Ejército británico fue llamado para ayudar a resolver una crisis que comenzó en la noche del miércoles, cuando los dispositivos volaron repetidamente sobre el aeródromo, en lo que la policía y el aeropuerto describieron como un intento deliberado de interrumpir los vuelos, si bien descartaron que se tratase de un ataque terrorista.

Desde el aeropuerto emitieron un comunicado en el que anticiparon que la interrupción continuaría hoy y como los drones seguían reapareciendo cada vez que el aeropuerto intentaba reabrir la pista. Por ello, añadieron personal extra en las terminales para ayudar a los afectados y pidieron repetidas disculpas por lo ocurrido.

Chris Woodroofe, el director de operaciones de Gatwick, reconoció que ante el avistamiento de más drones, era imposible decir cuándo reabriría el aeropuerto. “La gran mayoría de las personas que tenían pensado viajar verá cancelaciones e interrupciones”, lamentó. Como medida de precaución, los responsables del aeropuerto mantuvieron los aviones en tierra y la hora de reapertura de Gatwick fue retrasada en varias ocasiones.

Woodroofe explicó además que los drones no podían ser derribados debido al riesgo planteado por las balas perdidas. Oficiales de las fuerzas policiales de Surrey y Sussex recorrieron el perímetro durante horas para intentar atrapar a los operadores de los dispositivos, cuya reglamentación prohíbe que volarlos a un kilómetro de distancia de los aeropuertos.

Los vuelos que tenían previsto aterrizar en Gatwick fueron desviados a otros aeropuertos de Reino Unido, como el de Manchester y el de Stansted, pero el caos fue tal, que los responsables del aeropuerto reconocieron que tardarán “varios días en recuperarse”. En las terminales, miles de pasajeros esperaban con impaciencia una solución, mientras la impotencia crecía cuando tras largas horas de espera, a muchos apenas les ofrecieron cupones para bebidas de unos 4,60 euros en lo que los operadores denominan “una demora abierta”.

Desde Gatwick aconsejaron a los pasajeros que verificaran el estado de su vuelo antes de desplazarse al aeropuerto, mientras que la aerolínea EasyJet aconsejó a sus pasajeros que no viajaran si sus vuelos habían sido cancelados. Esa fue la opción por la que se decantaron la española Carla Pueyo, su marido y su hijo. Residentes en Southampton, tenían un vuelo desde Gatwick a Barcelona a primera hora de ayer, pero cuando vieron que habían sido cancelado, decidieron poner ruta por carretera para pasar las vacaciones de Navidad con los suyos. “Hemos estado casi dos horas mirando vuelos desde todos los aeropuertos para encontrar una alternativa, pero estaban llenos o nos salían por más de 700 libras, así que decidimos coger el coche”, explicó Pueyo a DNA.

La ministra de Transporte, Elizabeth Sugg, explicó a la Cámara de los Lores la respuesta para controlar la situación: “Todas las partes relevantes del Gobierno, incluyendo el Departamento de Transporte, el Ministerio del Interior y el Ministerio de Defensa, están involucrados en la respuesta”.

En este sentido, el comandante de la policía de Gatwick, Justin Burtenshaw, daba más detalles de la dificultad de la operación, pues “cada vez que creemos que nos acercamos al operador, el dron desaparece”. Además, el ministro de Defensa, Gavin Williamson, explicó como la policía de Sussex, la región al sur de Londres en la que se sitúa el aeropuerto, solicitó el apoyo de las fuerzas armadas para poder lidiar con la situación. Williamson agregó que no podía decir cómo ayudarían, pero defendió como “tienen una gama de capacidades únicas y esto no es algo que solemos desplegar, pero estamos allí para ayudar y hacer todo lo posible para que puedan están en condiciones de abrir el aeropuerto lo antes posible”.

Desde la noche del miércoles Los vuelos fueron suspendidos en Gatwick justo después de las 21.00 horas de la noche del miércoles, cuando dos drones no tripulados fueron vistos volando cerca de la pista. Hubo un amago de apertura, abriendo brevemente el jueves por la mañana a las tres de la madrugada, pero la alegría duró poco y cerró apenas 45 minutos después por un nuevo avistamiento.

“Lo siento por todos aquellos pasajeros cuyos planes de viaje han sido interrumpidos por esta actividad de aviones no tripulados y la acción que se ha tenido que tomar en respuesta a ella. En esta época particular del año, esto es particularmente difícil para las personas”, dijo la primera ministra británica, Theresa May.

May defendió que su gobierno ya aprobó una legislación en relación con el uso de drones y recalcó que lo ocurrido en Gatwick es una actividad “ilegal y aquellos que son atrapados poniendo en peligro un avión pueden enfrentarse hasta a cinco años de prisión”.

En total, se espera que por las terminales de Gatwick circulen un total de 2,9 millones de pasajeros durante la temporada navideña. La líder conservadora afirmó que las autoridades continuaran trabajando para que las personas puedan continuar con los viajes para celebrar las fiestas de Navidad con los suyos, pero lo cierto es que las críticas a la lenta gestión de la crisis fueron constantes.

Se espera que el viernes sea el día de más viajes del año, ya que millones de personas se embarcan en la escapada navideña. Desde la Asociación de Agentes de Viajes Británicos (ABTA, por sus siglas en inglés), pronostican que más de 4,7 millones de personas viajen al extranjero desde el Reino Unido entre esta semana y el 2 de enero.