Londres - Las autoridades holandesas, apoyadas por el Reino Unido, frustraron un importante ataque cibernético ruso, atrapando a cuatro espías en el acto mientras intentaban acceder a una agencia de Naciones Unidas. La contraofensiva de Occidente a Rusia empezó horas antes con la denuncia de las autoridades británicas, pero pronto se sumaron Washington y La Haya. Cuatro agentes del Kremlin viajaron a Holanda con pasaportes diplomáticos a principios de año, utilizando el mismo sistema de entrada que en el del ataque con gas nervioso en la localidad inglesa de Salisbury. En concreto, pertenecen a la agencia de inteligencia militar GRU y fueron detenidos y expulsados ??por un intento de piratería, según anunció ayer el ministro de Defensa holandés, Anki Bijleveld.
La conspiración tenía el objetivo final de piratear la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ), la misma que ha estado investigando el ataque químico contra un ex spía ruso en el Reino Unido. En una declaración conjunta de la primera ministra británica, Theresa May, y su homólogo holandés, Mark Rutte, explicaron que el supuesto complot contra la OPAQ demuestra que “la GRU no tiene en cuenta los valores globales y las reglas que nos mantienen seguros”. Mientras, el ministro de Exteriores británico, Jeremy Hunt, anunció que Londres estaba discutiendo con sus aliados nuevas sanciones contra Rusia. Los cuatro sospechosos usaban pasaportes diplomáticos, lo que implicó que Holanda no podía arrestarlos porque los diplomáticos son inmunes a ser procesados en su país anfitrión. Dos eran expertos en tecnología y dos eran agentes de apoyo, que llevaban en el maletero de un coche sistemas para interceptar datos y tratar de entrar en la red del citado organismo.
incautados sus portátiles A ello, las autoridades holandesas añadieron que uno de los ordenadores portátiles incautados a los cuatro sospechosos fue usado en abril en otros países como Brasil, Suiza y Malasia. En este último, cree que fue utilizado para orientar la investigación sobre el derribo del vuelo MH17 de Malaysia Airlines en 2014, en el que murieron las 298 personas que iban a bordo. Además de intentar ataques por correo electrónico y por Internet para violar los sistemas, fueron sorprendidos realizando ataques a equipos desde el maletero de un coche, según explicaron funcionarios de Reino Unido. Londres acusó a Moscú de estar detrás de cuatro ataques cibernéticos “imprudentes e indiscriminados” de alto perfil, cuyos objetivos incluían empresas en Rusia y Ucrania; el Partido Demócrata de los Estados Unidos; y una pequeña red de televisión en el Reino Unido, además del citado en los Países Bajos.
Al otro lado del Atlántico, Estados Unidos también agregó que su agencia antidopaje y la compañía de energía nuclear estadounidense Westinghouse fueron atacados por la inteligencia rusa. Alegato al que se sumo Canadá, añadiendo “con alta confianza” que los ataques hechos en su centro de ética en el deporte y en la Agencia Mundial Antidopaje con sede en Montreal fueron llevados a cabo por la inteligencia rusa.
Para John Demers, Fiscal General Adjunto de EEUU para la Seguridad Nacional, muchos de los ataques tenían como objetivo deslegitimar a los organismos deportivos y “alterar las percepciones de la verdad”, tal y como comentó en una conferencia de prensa en Washington. Demers tiene claro que los ataques fueron la forma en que Rusia tomó represalias y respondió a las prohibiciones a sus atletas tras detectar varias pruebas que estaban usando drogas de forma sistemática para mejorar su rendimiento. Todos ellos fueron acusados de fraude electrónico, robo de identidad y lavado de dinero.
Como resultado de los hallazgos, Estados Unidos ha procesado a siete personas, cuatro de los cuales fueron expulsados de los Países Bajos, mientras que los otros tres fueron acusados en julio de piratear a funcionarios demócratas durante las elecciones de 2016 en Estados Unidos.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergei Ryabkov, respondió a las acusaciones diciendo que Moscú necesitaba estudiarlas, según publicó la agencia de noticias rusa Interfax. Sin embargo, enfatizó que las acusaciones “no conocen límites”, denunciando que forman parte de un intento deliberado de pintar a Rusia como el enemigo. Anteriormente, el Ministerio de Exteriores había rechazado las acusaciones del Reino Unido y los Países Bajos como una “manía de espionaje occidental”.
Rusia. La UE, EEUU y la OTAN cargaron ayer contra Rusia después de que Holanda y el Reino Unido la acusaran de intentar perpetrar ciberataques contra organismos internacionales y, en concreto, a la Organización para la Prohibición de las Armas Químoias (OPAQ), con sede en La Haya. Los supuestos agentes rusos, que llevaban consigo 20.000 dólares y 20.000 euros en metálico, habían realizado exploraciones en persona en la sede de ese organismo internacional, estacionaron su vehículo cerca del edificio y abrieron el maletero para manipular un “equipo de alta calidad” destinado a piratear conexiones wifi de forma remota, según las autoridades holandesas. Las instituciones de la Unión Europea tienen “serias preocupaciones” por el “acto agresivo” de Moscú, señalaron en un comunicado conjunto el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker; el máximo responsable del Consejo de la UE, Donald Tusk, y la jefa de la diplomacia comunitaria, Federica Mogherini. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, se sumó a la catarata de reacciones occidentales de alto nivel y declaró, por su parte, que “Rusia debe detener su patrón de comportamiento imprudente, incluido el uso de la fuerza contra sus vecinos, el intento de interferencia en los procesos electorales y las campañas de desinformación generalizadas”.