KABUL. El portavoz del Departamento de Salud Pública de Nangarhar, Inamullah Myakhil, confirmó a Efe el balance de víctimas, entre las que se encuentran varios menores, y detalló que los heridos están ingresados en varios hospitales y centros de salud de la provincia. "Estas cifras pueden variar en las próximas horas", advirtió la fuente.
La acción tuvo lugar sobre las 13.00, hora local (8.30 GMT), cuando un insurgente suicida hizo detonar los explosivos que portaba en su chaleco en el distrito de Momand Darah, al este de la capital provincial, Jalalabad, dijo a Efe el portavoz del gobernador de Nangarhar, Attaullah Khogyanai.
En concreto, el atentado se produjo en la carretera que une Jalalabad con el paso fronterizo de Torkham, entre Afganistán y Pakistán, cuando tenía lugar una protesta contra un comandante de la Policía local del vecino distrito de Achin.
Los talibanes rechazaron la responsabilidad del atentado en un breve comunicado de su portavoz Zabihullah Mujahid, quien precisó que la formación insurgente condena los ataques contra objetivos civiles. También el presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, condenó la acción al considerar que los ataques contra "órganos cívicos, mezquitas, mujeres, niños y civiles son crímenes contra la humanidad", de acuerdo con un comunicado del Palacio Presidencial.
"Los enemigos del país no pueden debilitar nuestra determinación para un futuro más próspero y un Afganistán estable", concluyó el dirigente. Este es el cuarto ataque ocurrido hoy en Nangarhar, después de que un menor de 14 años muriese y otros cuatro civiles resultaran heridos en tres explosiones consecutivas ocurridas cerca de dos escuelas para niñas.
Dos de las detonaciones tuvieron lugar en el distrito de Behsood sobre las 7.30, hora local (3.00 GMT), causando la muerte de un adolescente y heridas a otras tres personas, según Khogyanai.
La fuente precisó que la tercera explosión tuvo lugar en el distrito policial número tres de la capital, donde un civil sufrió heridas.
En las últimas semanas, Nangarhar, bastión del grupo yihadista Estado Islámico (EI) desde su irrupción en el país en 2015, ha sido objeto de un gran número de atentados contra objetivos electorales, gubernamentales y civiles.
En el último ataque de envergadura, al menos 18 personas, entre ellas tres atacantes, murieron y otras 15 resultaron heridas en un asalto a finales de julio contra la sede provincial del Ministerio de Refugiados.