barcelona - 11 de septiembre de 2017. El presidente Carles Puigdemont encabeza una multitudinaria manifestación de la Diada, en la que la planea la proclamación de la República de Catalunya. Días antes, el Parlament catalán, con Carme Forcadell como presidenta, había aprobado las denominadas leyes de desconexión. Fue una sucesión de acontecimientos que tuvo su punto culminante con la celebración del referéndum del 1 de octubre, una cita con las urnas que el Gobierno español trató de impedir por la fuerza con un amplio despliegue de Policía y Guardia Civil.
Un año después, Puigdemont defiende la causa catalana desde su exilio en la localidad belga de Waterloo. Al igual que el expresident, el exilio fue el camino elegido por los exconsellers Toni Comín, Lluis Puig, Meritxel Serret y Clara Ponsatí o las dirigentes políticas Marta Rovira (ERC) y Anna Gabriel (CUP). Los dirigentes del procés que no huyeron de la Justicia se encuentran en prisión, entre ellos Oriol Junqueras; la propia Forcadell y los jordis: Sànchez y Cuixart, expresidentes de ANC y Omnium Cultural, respectivamente. Además, en este intenso año, Catalunya ha tenido que afrontar la aplicación del artículo 155.
Pero además de estos significativos cambios, y en víspera de una nueva Diada, la unidad de las fuerzas soberanistas se ha visto resquebrajada de un año a otro. Aunque nadie quiere poner el cascabel al gato, tanto el ritmo del procés como la manera de llegar a culminar el propio proceso abre grietas entre ERC y JxCat (Junts per Catalunya) pese a que el president del Parlament, Roger Torrent, aseguraba ayer que las diferencias entre ambas formaciones “son retóricas, pero no de contenido o fondo”.
Sin embargo, las diferencias son claras. A 48 horas de la celebración de la Diada, Puigdemont insiste desde Bélgica en que la prioridad es construir la república catalana y apuesta por la vía unilateral hacia la independencia. Por contra, el vicepresidente del Govern y adjunto a la presidencia de ERC, Pere Aragonès, aseguraba el pasado sábado que la independencia de Catalunya solo llegará por la vía de la negociación -lejos de la apuesta por la unilateralidad- y para ello instaba a las partes -entiéndase dirigentes catalanes y responsables españoles- a buscar la fórmula para crear las condiciones necesarias para abrir este cauce de negociación. Aragonès fue claro al señalar que “a la independencia se llegará como se llega a todas las independencias, en una mesa de negociación”.
Tensión en la calle Asimismo, la Diada de este año llega, además, precedida por una escalada de la tensión en la calle. Junto a la tensión derivada de la actuación de los grupos pro y contra lazos amarillos, ayer fue día para ocupar la calle. Unas 2.000 personas se manifestaron por la avenida del Paralelo de Barcelona a favor de la unidad de España y contra la independencia de Catalunya, bajo el lema Recuperemos la dignidad. La manifestación fue convocada por el empresario José Manuel Opazo y a ella se sumaron un total de 65 asociaciones, entre ellas el partido VOX. PP y Ciudadanos dieron libertad a sus militantes para acudir a la marcha y, de hecho, se vieron diversas banderas de la formación liderada por Albert Rivera.
La manifestación vivió momentos de fuerte tensión cuando los asistentes pasaron frente a la avenida Mistral, donde se concentraban varios cientos de personas convocadas por movimientos antifascistas. Un cordón policial de los Mossos d’Esquadra impidió que ambos grupos se enfrentasen y que los insultos llegaran a mayores, aunque, según informaron los Mossos, un hombre resultó herido con una brecha en la cabeza durante un enfrentamiento al término de la manifestación. Mientras que algunos de los congregados gritaban “Catalunya es antifascista”, los contrarios a la independencia respondieron con gritos de “nazis, nazis”. También se oyeron gritos de Puigdemont a prisión, España unida jamás será vencida o Fuera los Mossos y Viva la Policía y la Guardia Civil.
Bruselas y Ginebra también acogieron sendas manifestaciones de uno y otro signo. En la capital belga un centenar de personas se concentró junto al Atomium para pedir la independencia de Catalunya y exigir la libertad de los políticos independentistas encarcelados. Entre los asistentes se encontraban los exconsellers Toni Comín, Lluís Puig y Meritxell Serret y el rapero Valtònyc. “Debemos tener claro que ante juicios ilegítimos e injustos de nuestros líderes políticos y civiles, la mejor defensa será no renunciar a nuestros objetivos. Solo haciendo efectiva la república catalana, garantizaremos que nuestros derechos civiles y políticos nunca más sean violados”, rezaba el manifiesto de la convocatoria, leído en catalán y en inglés.
Por contra, la plaza de las Naciones de Ginebra acogió una concentración de varias decenas de personas contrarias a la independencia de Catalunya y en favor de la unidad de España.
clamor por la libertad En este crispado contexto previo, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, invitó ayer a todos los catalanes a que la Diada sea “un clamor por la libertad”. “La libertad no nos puede desunir como pueblo, nos tiene que unir”, así como “la paz, el entendimiento y el pacto”, subrayó el presidente del Govern en la presentación del libro Cuentos para ser libres en la 36 edición de la Semana del libro en catalán. Torra aseguró que espera “una gran Diada por la libertad” y que estos días los catalanes lleven en el recuerdo “a los compañeros en el exilio, presos, y a los miles de catalanes investigados, procesados o que deberán pasar por los juzgados”. “Hemos de decir -añadió- que no lo aceptaremos, porque por encima está nuestra conciencia de hombres libres”.
Cuentos para ser libres es un libro en el que varios autores explican a los más pequeños, a través de once relatos, qué y cuáles son los derechos básicos de las personas y también pretenden ofrecer una herramienta para ayudar a explicar a los niños la actualidad política catalana. El libro ha sido promovido por la Asociación Catalana por los Derechos Civiles, creada por familiares de los líderes independentistas en prisión.
Diada masiva. Cerca de 400.000 personas se habían inscrito hasta ayer para participar en la manifestación de la Diada. Según la ANC, el número de inscritos es superior al de años anteriores, como también el número de autocares contratados, que ascienden a 1.300. Además, se han vendido hasta ayer 260.000 camisetas, cifra que también supera las ventas de años anteriores.
Despliegue policial. ERC y PNV quieren que el ministro del Interior, Grande-Marlaska, explique al Congreso su decisión de enviar medio centenar de policías a Catalunya. “¿Cree el ministro del Interior que es una buena carta de presentación para entablar un diálogo empezar mandando 600 policías más a Catalunya para reprimir a los catalanes?”, reza la pregunta de Gabriel Rufián. De su lado, el diputado del PNV, Mikel Legarda, quiere que el ministro del Interior confirme si se va a enviar un dispositivo policial “extraordinario” a Catalunya.