- El Gobierno español de Pedro Sánchez se dispone a dar un paso histórico y a iniciar mañana los trámites para sacar del Valle de los Caídos el cadáver del dictador Francisco Franco, con el fin de que ese monumento deje de ser un lugar de peregrinación para los grupos ultras y de enaltecimiento de la Guerra Civil. La única oposición que va a encontrar proviene de los propios grupúsculos de ultraderecha y Falange, la familia del dictador... y el PP. La formación que dirige Pablo Casado va a llevar esta decisión al Tribunal Constitucional, pero se escuda en que lo hace por un formalismo, porque no comparte el procedimiento para la exhumación y, en concreto, porque considera que no se justifica la vía del decreto, que está reservada en la Constitución española para los asuntos de extrema y urgente necesidad. El PP trata de aparentar indiferencia y niega que su recurso busque defender al Valle o al dictador. No obstante, en realidad ha dejado ver que se opone a la exhumación porque Sánchez, a su juicio, no tiene mayor legitimidad que los padres de la transición para decidirlo.
El decreto se aprobará mañana en Consejo de Ministros. El PP ha dado varios bandazos y en un primer momento anunció que no presentaría batalla. No ha podido evitar que se proyecte la imagen de que la memoria histórica es un debate que le genera mucha incomodidad y ha utilizado un argumento sorprendente para defender su postura: el PP denuncia ahora la vía del decreto cuando fue la marca de la casa durante el mandato del expresidente Rajoy, que aprobó un centenar; buena parte de ellos, durante su primera legislatura con mayoría absoluta. Sánchez, por el contrario, va a aprobar el decreto, que entrará en vigor de inmediato, pero debe reunir una mayoría en el Congreso de los Diputados para convalidarlo en septiembre.
El trámite parlamentario no va a ser un problema porque, aunque el PP votara en contra (tampoco ha llegado a confirmarlo), Sánchez tendría los votos necesarios. La suma del PSOE y Unidos Podemos supera los escaños del PP. C’s ya ha anunciado que se va a abstener. Está garantizado el respaldo del PNV, que por boca de Aitor Esteban aplaudió ayer la exhumación (“ya era hora”, dijo en Onda Vasca); y del PDeCAT. La duda proviene de ERC, que lo condiciona todo a la anulación de las sentencias de muerte pensando en el president Companys.
El problema para Sánchez vendrá el día después. La familia de Franco, que ha mostrado sus resistencias en todo este proceso, no puede recurrir el decreto ante el Constitucional porque es una potestad reservada para las instituciones. El PP sí puede hacerlo porque tiene más de 50 diputados. Es una vía de incierto resultado porque el Constitucional solo puede entrar en este debate si hay un abuso flagrante. No obstante, hay precedentes. Precisamente durante el mandato de Rajoy, el tribunal falló en contra de la privatización del registro civil y la regulación de las empresas de trabajo temporal por decreto porque el Gobierno español no había argumentado de manera suficiente la urgencia. En teoría, ese escollo se salvaría si Sánchez cuidara la redacción del decreto y argumentara profusamente. La familia, por su parte, solo puede recurrir las decisiones administrativas de menor rango que vaya adoptando Sánchez tras el decreto. La comunidad eclesiástica del Valle no quiere valorar nada, pero podría ofrecerse para mediar. Todo se retrasaría hasta tener el plácet de los Franco.
artículo 16 El objetivo de la exhumación es terminar con el enaltecimiento del franquismo en el Valle, donde suelen producirse peregrinaciones de grupos ultras, sobre todo con motivo de la fecha de la muerte del dictador, el 20 de noviembre. En ese mismo monumento están enterrados 33.833 combatientes tanto del bando golpista como del republicano, de manera que las víctimas del golpe están enterradas con su propio verdugo, que además ocupa un lugar de honor en la basílica, y los actos de enaltecimiento se producen en un espacio donde tienen sepultura los propios represaliados. También el cadáver de Primo de Rivera ocupa un lugar preeminente, aunque de momento no ha trascendido si se va a realizar alguna gestión. El pasado mes de julio, con motivo de la campaña ultra en contra de la exhumación, se han producido nuevas peregrinaciones entonando el Cara al Sol y lanzando vivas a Franco. La Ley de Memoria Histórica prohíbe en su artículo 16 actos políticos o de exaltación de la guerra en este monumento. Se desconoce cuál será el destino del cadáver de Franco. Debe decidirlo la familia, y lo más lógico es que se traslade al panteón familiar de El Pardo junto a los restos de su esposa, Carmen Polo. El Valle pasaría a ser un museo para la memoria, siguiendo el modelo de Auschwitz.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, aseguró que no comparte “la urgencia de algo que ocurrió hace 40 años”. “Quizás sea urgente para Sánchez presentar este decreto, no porque sea necesario para mejorar la vida de los españoles, sino para contentar a sus socios”, dijo a Efe, para avisar después de que “todo lo que intente disfrazarse de urgencia va a ser recurrido” por el PP. C’s se abstendrá porque no cree que sea un asunto urgente. Desde el PNV, Itxaso Atutxa lamentó en la Ser que el PP pierda la oportunidad de que el Valle deje de ser lugar de enaltecimiento.