gasteiz - En plena resaca por el comunicado de ETA en el que, por primera vez en su trayectoria, pedía “perdón” por sus atentados y expresaba su “empatía” con el dolor ocasionado, pero dejaba asimismo un sabor amargo por su distinción entre las víctimas colaterales y las que eran un objetivo premeditado, las miradas se dirigieron ayer hacia el siguiente paso: el anuncio de su disolución definitiva, que se ha situado en el primer fin de semana de mayo. Con ese momento clave en el horizonte cercano, el lehendakari, Iñigo Urkullu expresó ayer su deseo de que, esta vez sí, ETA piense “en todas las víctimas que ha provocado”, de forma que su declaración de disolución sea “clara, sobria y con intención reparadora”. Es decir, “capaz de reconocer la injusticia del inmenso dolor que provocó”.

El mismo viernes, Urkullu advirtió de que no tiene por costumbre opinar sobre pronunciamientos como el que la banda difundió ese día, por lo que reserva una valoración “sopesada” a que ETA “proclame su final definitivo de forma unilateral”. Ayer, durante la celebración en la Academia de Policía y Emergencias de Arkaute del 35 aniversario de la salida de las unidades de tráfico de la Er-tzaintza, el lehendakari afirmó que “se cierra definitivamente esta etapa. ETA va a desaparecer. Desaparece algo que nunca debió existir”. Tras subrayar que la sociedad vasca ha vivido “con la sombra de ETA”, añadió que su desaparición es “un hecho histórico y pone fin a una historia de radical injusticia”.

“En el momento de su desaparición espero que piensen en todas las víctimas que han provocado. Si piensan en todas las víctimas, su declaración debería ser clara, sobria y con intención reparadora; capaz de reconocer la injusticia del inmenso dolor que provocó”, insistió el jefe del Ejecutivo vasco en referencia a la jornada en la que ETA echará por fin el cierre, y de cuyo desarrollo informarán mañana en Baiona el Foro Social y Bake Bidea. Durante el acto en Gasteiz, Urkullu agradeció a toda la sociedad, y en especial a la Ertzaintza, “su labor en favor de la convivencia en Euskadi y en contra de la violencia y el terrorismo”.

En una entrevista en Radio Euskadi, la consejera de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia, dijo echar de menos una “reflexión crítica” de ETA, “esa autocrítica que debe hacer sobre su pasado” y un reconocimiento “sin ambages ni matices de que causó un daño absolutamente injusto”. La consejera, que estuvo presente en el acto en Arkaute, agregó que “no se puede diferenciar entre víctimas tal y como han hecho” en su comunicado. Agregó que la Ertzaintza hizo “una gran labor en la lucha contra ETA, pagando incluso con la vida de agentes que fueron asesinados” y concluyó que “las manos están tendidas” para colaborar en la identificación del arsenal de la banda entregado el año pasado.

Si el viernes las principales voces que se escucharon fueron las de las víctimas, como aludidas directas por el pronunciamiento de ETA, ayer fue el turno de las reacciones políticas. Es el caso del presidente del PP de la CAV, Alfonso Alonso, que calificó el comunicado de “repugnante y profundamente inmoral”, así como “fruto de una “mente criminal y psicópata”. En un acto en Bilbao, denunció que ETA “se vuelve a reafirmar en que mataba porque quería imponer un modelo, quería separar a Euskadi de España, porque quería la independencia de Euskadi, romper España”. El dirigente popular agregó que no le importa que “no les pida perdón” porque “no vamos a perdonar jamás a ETA”.

Falta autocrítica La parlamentaria del PNV Josune Gorospe valoró positivamente el comunicado, aunque advirtió de que es necesario “un reconocimiento clarísimo” de la banda de que el daño causado fue injusto, por lo que le instó a ser “clara en el lenguaje que se utilice”. En declaraciones a Radio Euskadi, la dirigente jeltzale dijo ver “aspectos positivos” en el comunicado, ya que se evidencia un “esfuerzo por acercarse a las víctimas y se usa un lenguaje que hasta ahora no se utilizaba”, aunque también echa en falta “cierta parte de autocrítica”.

El secretario general del PSE de Gipuzkoa, Eneko Andueza, pidió a ETA que anuncie su “desaparición” con un “comunicado contundente, desde la humildad, y sobre todo sin ningún tipo de festival ni fuegos de artificio”. En un acto en la Casa del Pueblo de Donostia, Andueza afirmó que el paso dado por la banda era “necesario” y que tiene “una lectura positiva, se lo debemos a las víctimas”, pero advirtió de que ahora “queda el paso fundamental”, su desaparición, que a su juicio “abrirá un nuevo tiempo de manera ya definitiva para Euskadi”.

La parlamentaria de Elkarrekin Podemos Tinixara Guanche consideró que el pronunciamiento de la banda es “un paso positivo y un elemento para felicitarnos toda la ciudadanía y apostó por reconocer a todas las víctimas “en su diversidad y pluralidad”, ya que “la ciudadanía reclama justicia y reparación”, e instó a la organización a “reconocer lo injusto” de su trayectoria de violencia así como al Gobierno español a “dar pasos y dejar a un lado discursos y acciones políticas desde la venganza”.