GASTEIZ - Por segunda jornada consecutiva en el Parlamento Vasco, la oposición trató de apretar ayer al PNV para que no llegue a ningún tipo de acuerdo con el Gobierno español de Mariano Rajoy. EH Bildu y Elkarrekin Podemos criticaron los acuerdos pasados y los que pudiera haber en el futuro, con la intención de estrechar el margen negociador de los jeltzales en puertas de la tramitación de los Presupuestos estatales. El lehendakari Urkullu no quiso pronunciarse sobre las Cuentas de Rajoy para 2018 porque es un asunto que corresponde al PNV a nivel de partido, y todo dependerá de lo que suceda en las próximas jornadas con la suspensión del autogobierno catalán en aplicación del artículo 155 de la Constitución española. Sin embargo, sí defendió con claridad que los acuerdos suscritos el pasado año con Rajoy “han sido buenos y positivos para Euskadi”. Aludió de manera expresa al pacto sobre el Cupo, el dinero que paga Euskadi a Madrid por las competencias no transferidas; la renovación de la plantilla de la Ertzaintza para garantizar la seguridad de los vascos, la rebaja de la tarifa eléctrica que lastra a la industria vasca, y las inversiones en el tren de alta velocidad. Hasta ahí pudo leer. “El futuro está por escribir”, aclaró.

El debate llegó tan solo un día después de que EH Bildu, Elkarrekin Podemos y el PSE (socio del PNV en el Gobierno Vasco) rechazaran los Presupuestos estatales de 2018 en el Parlamento Vasco con el argumento de que la actualización de las pensiones, nuevamente, no estará ligada al IPC. Los jeltzales ven una estrategia de desgaste por parte de la izquierda aber-tzale y la coalición morada para evitar que el PNV haga política en Madrid, para mermar su influencia en el Estado, y para minusvalorar los acuerdos del 2017. El lehendakari fulminó a Elkarrekin Podemos, a quien recordó su responsabilidad en que gobierne Rajoy. Vino a decir que el Gobierno Vasco tiene que establecer una interlocución con quien esté en Madrid mientras no haya una alternativa, una opción que, tal y como recordó, está en manos del propio Podemos.

La discusión comenzó con una pregunta de la portavoz de EH Bildu, Maddalen Iriarte. Preguntó al lehendakari si el actual marco y un esquema de competencias limitadas bastan para blindar las políticas vascas, en vista de los ataques que sufre el autogobierno. Urkullu respondió de manera escueta: “No, no es suficiente. Tenemos que hacer más para lograr más competencias, acordar un nuevo estatus político y blindar nuestras decisiones”, dijo, para recordar después que es la ponencia parlamentaria de autogobierno la que trabaja en este ámbito. A partir de ahí, Iriarte acusó al lehendakari de predicar con el blindaje del autogobierno mientras el PNV pacta con los defensores del 155 en Euskadi y en Madrid o, incluso, en las elecciones europeas. Iriarte le reprochó las alianzas en suelo vasco con los partidos que respaldan el 155 (PP y PSE), le recriminó el principio de acuerdo con Coalición Canaria para las elecciones europeas porque “pone otra vez al PNV con alguien que apoya el 155”, y aseguró que ve a los jeltzales “muertos de ganas” de pactar otra vez con Rajoy.

Iriarte recriminó a los jeltzales que condicionen la negociación presupuestaria al levantamiento del 155, porque sería únicamente un acto formal que no llevaría aparejado un cambio de actitudes en Madrid. “¿Cree que el 155 es simplemente un artículo? El 155, como bien sabe, es un marco”, dijo. El lehendakari le afeó que se desviara del espíritu inicial de la pregunta, y volvió a ceñirse al debate del nuevo estatus, las transferencias pendientes y el blindaje del autogobierno. Todo ello, “sin frentes”.

Fue Lander Martínez, de Elkarrekin Podemos, quien preguntó directamente a Urkullu si los pactos con el PP son buenos para Euskadi, teniendo en cuenta que ahora amenaza con recurrir el incremento del salario de los funcionarios vascos. Martínez vio una venganza política de Rajoy por la negativa del PNV a negociar las Cuentas de 2018, y cree que han sido los jeltzales quienes han alimentado “al monstruo”. “Sus juegos con fuego nos queman a todos”, dijo. Urkullu respondió que “los pactos han sido buenos y positivos para Euskadi”, y que su gobierno va a defender el incremento salarial. A partir de ahí, le recordó que Podemos apoyó el pacto del Cupo en Madrid, y que el Gobierno español no tiene mayoría, sino que la “llave” de la alternativa la tiene la formación morada, entre otras. “Nuestra alternativa es seguir defendiendo los intereses de Euskadi”, zanjó.