Vitoria. La Fundación Fernando Buesa Blanco ha organizado la tradicional ofrenda floral junto al monolito levantado en el lugar donde murieron después de que la banda terrorista hiciera explosionar un coche bomba cuando Buesa y Díez caminaban.
La viuda de Buesa, Natividad Rodríguez, y la madre de Jorge Díez, Begoña Elorza, han sido las primeras que se han acercado al monolito para colocar sendas rosas rojas mientras sonaba de fondo la canción "Ausencia", de Imanol, y a continuación lo han hecho los demás familiares de ambas víctimas.
Al acto ha asistido el lehendakari, Iñigo Urkullu, que ha estado conversando con representantes de asociaciones de víctimas, entre otros el de la AVT, Alfonso Sánchez, y de la federación de asociaciones autonómicas, Joaquín Vidal.
También han participado en este acto la presidenta del Parlamento Vasco, Bakartxo Tejeria; el diputado general de Álava, Ramiro González; y el alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran.
La directora de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo del Ministerio del Interior, Sonia Ramos, y el delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier de Andrés, han acudido a esta cita anual a la que ha asistido una amplia representación de los socialistas vascos, con su secretaria general, Idoia Mendia, al frente.
También han asistido representantes del resto de formaciones políticas vascas sin excepción.Este acto íntimo, en el que no ha habido ningún tipo de declaración, ha tenido lugar poco después de que el Parlamento Vasco recordase hoy con un minuto de silencio del pleno de la Cámara a Buesa y a Enrique Casas, ambos parlamentarios, asesinados por ETA y los Comandos Autónomos Anticapitalistas, respectivamente.
En homenaje a los dos parlamentarios socialistas asesinados se han colocado sendas fotos suyas en el monumento erigido en recuerdo de las víctimas del terrorismo situado a la entrada de la sede de la institución, donde hoy permanecerá encendido un pebetero.