BILBAO. Urkullu, en una entrevista en Radio Euskadi, ha afirmado que "hacer política supone estar presente" y ha asegurado que ahora "no tiene ninguna intervención" en relación a la situación en Cataluña, tras su implicación en la misma antes de la aplicación del artículo 155 de la Constitución y la convocatoria de elecciones catalanas, cuando intentó mediar entre Gobierno y Generalitat.
Ha indicado que los resultados de estos comicios han mostrado "la realidad incontestable de la conformación socio política catalana", con mayoría del bloque independentista, y ha considerado que hay necesidad de diálogo "interno" con voluntad de acuerdo entre los partidos catalanes.
Según ha dicho, "hay que intentar restituir la situación en Cataluña a antes del 6 de septiembre pasado", de manera que se pueda hacer política con la mayor normalidad posible" y eso "supone también que la acción política esté basada sólo en vías políticas y no en vías penales o judiciales", ha puntualizado.
El lehendakari ha vuelto a defender una reformulación del modelo de Estado y ha señalado que con dicho fin ha venido defendiendo un planteamiento compartido con Cataluña, "con un ofrecimiento a los grandes partidos de ámbito estatal".
Respecto al autogobierno vasco, ha mostrado su confianza en que se pueda lograr el mayor consenso en el seno de la ponencia de autogobierno del Parlamento Vasco y ha afirmado que "más allá del concepto del derecho a decidir está el reto primero del cumplimiento del Estatuto de autonomía. Si olvidas que hay un autogobierno reconocido que necesita de defensa inicias mal el camino", ha sostenido.
Urkullu ha considerado que pasadas las elecciones catalanas "es momento" de que el Gobierno español "tome conciencia" del informe sobre las transferencias pendientes al País Vasco "que tiene sobre la mesa".
Según ha indicado, el Gobierno vasco quiere tratar este asunto como también otros, entre ellos la aplicación de otro modelo de política penitenciaria.
Sobre el rechazo del PSE-EE -socio del PNV en el Gobierno vasco- al informe sobre torturas presentado por el Ejecutivo autónomo, que cifra en 4.133 los casos documentados denunciados en Euskadi entre 1960 y 2014, Urkullu ha dicho que la postura de los socialistas está "descontextualizada".
Según ha argumentado, el trabajo "centra su mirada en la víctima y no en el victimario" desde el reconocimiento del daño injusto causado. "En eso estamos de acuerdo" en el PNV y el PSE-EE, ha asegurado.
El lehendakari ha vuelto a valorar la estabilidad "para generar confianza" tras años de terrorismo en Euskadi y, preguntado por si se plantea un tercer mandato al frente del Gobierno vasco, ha señalado que trabaja el "día a día" y no piensa "más allá".