BILBAO. Según ha informado el propio cuerpo policial en una nota, la operación, bautizada como Perillán, se desarrolló en dos fases y se ha cerrado con la incautación de más de 56 kilos de speed, 300 gramos de heroína, 2 kilos de hachís, 65.000 euros en metálico y 6 vehículos de alta gama, así como 2 pistolas, un fusil de asalto, una escopeta de repetición y diversa munición y material para la producción, corte y distribución de las sustancias aprehendidas.

Entre las dos fases en las que se ha desarrollado el operativo han sido detenidas 6 personas en Tarragona, 5 en Madrid, 2 en Gipuzkoa, 1 en Araba, 4 en Iruñea y 2 más en las localidades navarras de Torres de Elorz y Lekunrri. Se han practicado 3 registros domiciliarios en Tarragona, 4 en Madrid, 3 en Pamplona y uno más en Gipuzkoa.

Las investigaciones se iniciaron cuando agentes de la Guardia Civil de Navarra tuvieron conocimiento de la existencia de una organización criminal, con conexiones nacionales e internacionales, dedicada a la distribución de sustancias estupefacientes en dicha comunidad autónoma y, ante la cercanía de las Fiestas de San Fermín, procedieron a realizar la explotación de la primera fase de la operación.

Las pesquisas permitieron comprobar que el cabecilla dirigía la actividad delictiva desde Pamploma y la organización estaba dividida en tres ramas, cada una estaba especializada en un tipo de sustancia.

VIAJES SEMANALES

Una parte del grupo desarticulado estaba especializado en el tráfico de speed y hachís. Para ello adquirían importantes cantidades de sendas sustancias estupefacientes directamente a organizaciones asentadas en Holanda y Marruecos y, tras introducir la droga en España, la transportaban hasta Navarra en vehículos equipados con dobles fondos.

La segunda rama de la organización, especializada en heroína, introducía la droga procedente de Pakistán vía Barcelona, bien a través del puerto o bien a través del aeropuerto, para posteriormente trasladarla hasta Tarragona donde la organización disponía de varios lugares para almacenarla y tratarla. Por último era transportada también hasta Navarra.

La tercera rama de la organización se encargaba del tráfico de cocaína y disponía de un local comercial en el barrio madrileño de Vallecas, desde el que se distribuía la droga prácticamente las 24 horas del día. Esta rama adquiría la droga directamente en Perú o Ecuador introduciéndola en España vía aeropuerto de Barajas.

El jefe de esta tercera rama era el que supuestamente proveía de la 'coca' a su contacto en Pamplona a través de viajes semanales. Del mismo modo disponía de logística suficiente para la distribución de la droga en la capital pamplonica, por lo que dicho trayecto lo realizaba semanalmente tanto para el suministro como para el control de las personas que trabajaban para él.

Los cabecillas de cada rama eran los encargados de negociar directamente el precio de la droga así como la manera de introducirla en Navarra, gracias a sus conexiones internacionales. Se tiene constancia que en alguna ocasión se intercambiaban entre las ramas la droga como método de pago a sus respectivos proveedores.

BAJO AMENAZAS

Durante la investigación se tuvo conocimiento de que la organización no dudaba en exigir a sus clientes, bajo amenazas de muerte, el pago de las deudas contraídas empleando para ello la exhibición de las armas intervenidas. Varios de los detenidos poseen numerosos antecedentes policiales por diversos hechos.

La Guardia Civil ha resaltado que la organización empleaba múltiples medidas de seguridad, entre las que destacan el empleo de vehículos lanzadera para las entregas de mayor relevancia y vehículos acondicionados con dobles fondos.

Asimismo, utilizaban vehículos a nombre de terceras personas, que dejaban los vehículos estacionados en la vía pública con la droga cargada durante varios días. Una vez que se aseguraban de que el coche no estaba marcado por algún dispositivo policial, lo recogían con una llave que previamente se le había hecho llegar al encargado del transporte.

En los registros se hallaron, además de las sustancias y el dinero en metálico, 1 pistola marca Glock del calibre 9 mm, 1 pistola HK de 6,35 mm, un fusil de asalto, una escopeta de repetición y diversa munición. La operación ha sido llevada a cabo por agentes de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Navarra.

Los detenidos, una vez instruidas las diligencias policiales correspondientes, han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción nº4 de los de Pamplona, que ha decretado el ingreso en prisión y sin fianza de 7 de ellos.