Barcelona - La Fiscalía Superior de Catalunya ya tiene definido cómo impedir sobre el terreno la votación del referéndum independentista convocado el domingo en Catalunya, una tarea que ha derivado en los Mossos d’Esquadra, tal y como les comunicó el lunes en la primera reunión de coordinación policial que dirige el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos. En una instrucción que el fiscal superior José María Romero de Tejada tiene previsto trasladar hoy en un nuevo encuentro, pedirá a los Mossos que, antes del sábado, desalojen a las personas que estén dentro de los colegios electorales designados para la consulta y que los precinten.

La orden incluye asimismo vigilar los precintos hasta las 21.00 horas del domingo, una hora después del final previsto de la votación. En el caso de que el punto de votación esté situado en el interior de un edificio muy amplio, los agentes deberán “evitar igualmente que se vote en otro lugar del mismo establecimiento o en sus inmediaciones -incluida la vía pública-, hasta un radio se seguridad de 100 metros del local designado”, según la literalidad de la instrucción del fiscal.

Fuentes de la Policía catalana citadas por Efe aseguraron que los máximos mandos de los Mossos d’Esquadra se reunieron por la tarde para analizar una instrucción que ven con preocupación, ya que el amplio dispositivo que tendrán que desplegar para impedir el 1-O podría desembocar en graves problemas de orden público. Dichas fuentes creen que este requerimiento puede acarrear daños más importantes de los que se pretenden evitar. El vicepresident del Govern, Oriol Junqueras, valoró que los Mossos deben “estar al servicio de la gente y no tienen que ser utilizados para limitar los derechos de los ciudadanos”. El president Carles Puigdemont subrayó en otro acto que “nadie” parará el referéndum, pese a la “agresión severa e inédita” del Gobierno del PP.

El fiscal comunicará estas órdenes personalmente al major de los Mossos, Josep Lluís Trapero, quien al contrario que en el cónclave del lunes, sí tiene previsto acudir a la reunión de mandos policiales que se celebrará hoy en la sede del Ministerio Público de cara a definir las actuaciones para el 1-O. El propio Trapero envió anteayer un escrito al fiscal para expresar su desacuerdo por haber sido apartado de la coordinación de este dispositivo policial. Sin embargo, la Policía catalana, pese a reivindicar que sus competencias no se vean vulneradas, se ha mostrado dispuesta en todo momento a dar respuesta a las instrucciones de la Fiscalía catalana.

Así lo demostró ayer al empezar a acudir a las escuelas, institutos y centros cívicos que está previsto que acojan urnas para el referéndum, para identificar e interrogar a los responsables de esos centros y requisar el material que puedan haber recibido para el 1-O, incluidas urnas y ordenadores, tal y como les ordenó el lunes la Fiscalía. Los agentes, que en algunos casos iban uniformados, comunicaron que la entrega de las llaves del recinto para el referéndum “podrá ser considerado un acto de colaboración” con los delitos de prevaricación, desobediencia y malversación. También preguntaron si han recibido alguna comunicación “solicitando su colaboración en la celebración del referéndum”, y de ser así, que especifiquen la “identidad del interlocutor”. Este recorrido por los centros de votación se completará hoy para poder remitir el resultado a la Fiscalía cuanto antes.

Pedir refuerzos Mientras el frente judicial y policial toma posiciones, los partidos soberanistas siguen con sus planes de cara a posibilitar la consulta. Así, la portavoz de Junts pel Sí, Marta Rovira (ERC), desveló que ya se están enviando las notificaciones a los miembros que conformarán las mesas electorales para el referéndum, sin concretar cómo se han remitido. Preguntado a este respecto, el portavoz del Govern, Jordi Turull, alegó que no podía dar más detalles sobre este proceso porque se está sometiendo a Catalunya a un “estado de excepción”. “Estamos en ello”, dijo.

En la última instrucción del fiscal superior de Catalunya a los Mossos para precintar los centros de votación, pide que le informen si se dan casos en los que se rompe dicho precinto o se accede a los locales y, en ese caso, volver a ponerlos e identificar a las personas que lo hubieran hecho. La Policía catalana, antes de las 7.30 horas del domingo, también deberá “impedir el acceso” a los colegios de los responsables de las mesas, identificarlos e, incluso, incautar urnas, equipos informáticos, papeletas y documentación o propaganda electoral.

La orden de la Fiscalía establece además que los Mossos podrán pedir colaboración a las policías locales y, si ésta no fuera suficiente, requerir el apoyo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, “especialmente durante el 1-O”.