- Los principales responsables en materia de seguridad en Catalunya ofrecieron ayer el relato más detallado hasta la fecha de los acontecimientos que han tenido lugar en diversos puntos de esa comunidad desde el pasado miércoles, con su epicentro en los atentados perpetrados el jueves en la Rambla con una furgoneta a toda velocidad que provocó trece víctimas mortales y más de un centenar de heridos, y esa misma noche en Cambrils (Tarragona), con una víctima mortal además de cinco terroristas abatidos por la policía. El mayor de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero, confirmó una de las hipótesis que sonaba con más fuerza a medida que, con el paso de los días, se iba completando el ominoso puzzle protagonizado por una célula yihadista desconocida hasta la fecha para los servicios policiales: su objetivo era cometer uno o varios atentados en Barcelona con explosivos, para provocar “bastante más daño” del que finalmente han causado, y hacerlo además de forma inminente, el mismo jueves o en las jornadas posteriores.
La pista de este comando radical formado por doce personas comienza en la casa de Alcanar (Tarragona) que saltó por los aires el miércoles por la noche cuando dos de los terroristas manipulaban explosivos con el fin de atentar. Entre ellos se encontraría el presunto líder de la célula, el imán de Ripoll (Girona), Abdelbaki Es Satty, que habría muerto en la deflagración junto a otra persona, aunque este extremo deberá confirmarse con las pruebas de ADN. “La tesis de hoy es que en ese momento se estaban preparando los explosivos para, con inminencia, hacer uno o varios atentados” en la capital catalana, dijo Trapero ayer en una rueda de prensa con medios extranjeros en la que también participó el conseller de Interior, Joaquim Forn, y el president de la Generalitat, Carles Puigdemont.
La explosión precipitó los acontecimientos y el resto de terroristas cometieron el jueves los atentados en Barcelona y Cambrils, aunque “no de la forma prevista con el uso de explosivos” debido a la destrucción de la vivienda que los albergaba. En la Rambla utilizaron una furgoneta para cometer el atropello mortal y, ya de madrugada, cinco yihadistas fueron neutralizados por los Mossos en la localidad tarraconense tras atropellar a varias personas con un vehículo y asesinar a una mujer a cuchilladas. El responsable de la policía catalana explicó ayer que la célula preparaba los atentados desde hace al menos seis meses en la casa de Alcanar. En sus escombros, los agentes encontraron más de un centenar de botellas de butano y propano, así como material explosivo utilizado habitualmente por el terrorismo yihadista, además del cadáver de un presunto terrorista y restos biológicos de uno o dos más.
A la pregunta de si la Sagrada Familia podría ser uno de los objetivos de célula, el mayor no quiso concretarlo: “Es una información que no podemos aportar en este momento; cuando tengamos la suficiente fiabilidad de uno o más lugares donde se quería cometer el atentado, se informará a la autoridad judicial”, aseveró. Además de las bombonas de butano, los Mossos encontraron en Alcanar material habitual del Estado Islámico para fabricar explosivos, como acetileno y TATP. Todavía siguen buscando más material, aunque este proceso se prolongará durante días debido a la precaución con que se debe llevar a cabo para evitar que se produzcan más explosiones.
Josep Lluís Trapero sí explicó que durante el último medio año la policía no recibió “ninguna llamada extraña respecto a la casa o las personas que la ocupaban”. De hecho, los agentes no tenían ninguna alerta sobre los inquilinos de la vivienda de Alcanar ni sobre el imán de Ripoll, que está desaparecido y sobre el que se sospecha que pudo desempeñar un papel clave en la célula, ninguno de cuyos integrantes tenía antecedentes por terrorismo ni figuraba en bases de datos sobre terrorismo. Sobre el imán, cuya vivienda registraron el sábado los Mossos, Trapero indicó que por el momento no puede confirmar que fuera la persona que radicalizó a los demás miembros de la célula. De hecho, Abdelbaki Es Satty no tiene antecedentes penales vinculados al terrorismo, aunque, según recordó el mayor, sí que había tenido relación con un implicado en investigaciones sobre los atentados del 11-M en Madrid. Además, cumplió cuatro años de prisión en la cárcel de Castellón por tráfico de hachís.
Conductor apuñalado Según el responsable de los Mossos d’Esquadra, los investigadores han podido determinar la identidad de los doce miembros de la célula, aunque les falta por situar a tres de ellos, uno de los cuales se sospecha que es el conductor de la furgoneta que atentó en Barcelona y los otros dos víctimas de la explosión de Alcanar, entre ellos el imán de Ripoll. En concreto, de todos los integrantes de la célula, cinco fallecieron abatidos por los Mossos en Cambrils, entre dos y tres murieron en la explosión de Alcanar, cuatro han sido detenidos, y uno, Younes Aboyaaqoub, el presunto autor material del atentado en la Rambla, sigue huido.
De hecho, la policía catalana trata de acreditar que Aboyaaqoub logró escapar de Barcelona con un coche que robó y embistió contra un control policial en la Diagonal, tras lo que salió huyendo, según un testigo. De confirmarse esta hipótesis, el dueño del vehículo, que apareció en su interior y murió apuñalado, sería la víctima número 15 de los terroristas. Hasta que no se aclare este punto, los Mossos no vinculan a esta víctima con el atentado.
Por otro lado, el conseller de Interior, Joaquim Forn, presidirá hoy una nueva reunión del gabinete antiterrorista en Catalunya en la que se concretarán medidas adicionales de seguridad a implementar tras los atentados, especialmente reforzando los controles en zonas turísticas y estrechando la colaboración con las policías locales.