MADRID. En el juicio celebrado hoy en la Audiencia Nacional, Mustafá Al Lal Mohamed, "Doberman", ha admitido ser el "emir" (líder) de esta célula que operaba en el entorno de la mezquita As Salam, en el popular barrio de El Camello de Melilla, por lo que la fiscal Dolores Delgado, al apreciar la atenuante de confesión, ha rebajado su petición de 12 a 6 años de prisión y otros 10 de libertad vigilada.

Los otros 5 acusados -Rachid Adbelnahet, Kamal Mohamed Driss, Mohamed Mohamed Benali, Benaissa Laghmouchi y Mustafá Zizaoui-, que se enfrentaban a 10 años también por integración en organización terrorista, se han conformado asimismo con 6 años de prisión y 6 de libertad vigilada. Al no haber más acusación que la de la Fiscalía, la sección tercera de lo Penal, que ha dejado el juicio visto para sentencia, deberá condenarles a esas penas.

"El islam no manda a la violencia, ni la incita, ni la justifica", ha dicho Al Lal riéndose, para después renunciar de forma explícita "al uso de la violencia para imponer ideas", y ha terminado su intervención destacando: "Amo a mi gente, amo a mi familia y quiero pasar esto en paz".

El líder de la célula ha admitido también que captó a uno de los acusados, Mustafá Zizaoui Mohand, quien por su parte ha reconocido que pusieron en marcha un aparato de propaganda con la creación de la página web Sharia4Spain, rama española del movimiento global Sharia4,y ha manifestado a la Sala que se arrepiente de la actividad que su célula llevó a cabo en la mezquita.

A este respecto, el guardia civil que instruyó las diligencias ha explicado que los integrantes de esta célula de captación tenían "una vocación muy global" a la hora de ejercer su influencia para adoctrinar, captar y radicalizar, en alusión a la utilización del aparato de propaganda Sharia4.

"Se trata de un movimiento internacional con origen en Reino Unido", ha añadido otros de los agentes que ha testificado en el juicio y que ha explicado que la filial española "adoptaba los contenidos que publica el grupo original, los traducía y lo particularizaba a la situación en España y, en concreto, a la ciudad de Melilla".

Al elevar a definitivas sus conclusiones provisionales, la fiscal ha apreciado la circunstancia atenuante de confesión y ha rebajado la pena solicitada para los acusados al haber asumido estos "la naturaleza terrorista para imponer sus ideas y la inexistencia de cualquier tipo de justificación".

"Sus armas eran los documentos, vídeos y libros que usaban para captar, reclutar y adoctrinar en la ideología" y "no existían objetivos terroristas específicos" por parte de la célula, ha precisado Delgado.

En sus conclusiones provisionales, sostenía que los seis integraban "una estructura localizada en Melilla que desarrollaba, bajo el ideario yihadista, labores de captación, radicalización, adoctrinamiento, financiación y posterior envío de voluntarios yihadistas" para Al Qaeda del Magreb Islámico (AQMI).