SÉUL. El lanzamiento se produjo en torno a las 5.39 hora local (20.39 GMT) desde la localidad de Wonsan, en el sudeste del país, precisó el Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS), que cree que se trata de un misil de tipo Scud.

El proyectil recorrió 450 kilómetros, voló a una altitud máxima de 560 kilómetros en dirección este y pudo caer en aguas de la Zona Económica Especial (EEZ) de Japón -espacio que se extiende a unos 370 kilómetros desde las costas de este país-, según el Gobierno de Tokio.

El presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, convocó una reunión del Consejo de Seguridad Nacional que comenzó a las 7.30 hora local (22.30 GMT del domingo) para tratar el último acto del régimen vecino, según la agencia local Yonhap.

Por su parte, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, afirmó que "no se pueden tolerar las repetidas provocaciones de Corea del Norte que desafían las advertencias de la comunidad internacional".

Abe expresó en declaraciones a los medios locales su disposición a cooperar con la comunidad internacional, incluidos Estados Unidos y Corea del Sur, para hacer frente a estos desafíos de Pyongyang, según recogió la cadena pública NHK.

Se trata del noveno ensayo de estas características en lo que va de año y el tercero desde que Moon llegó a la presidencia surcoreana. El anterior tuvo lugar el pasado 21 de mayo.

El régimen de Kim Jong-un aseguró entonces haber probado un nuevo tipo de proyectil, el Pukguksong-2, con el que Seúl considera que obtuvo datos valiosos de rendimiento para su programa armamentístico.

Apenas una semana antes, el 15 de mayo, Pyongyang lanzó el Hwasong 12, otro nuevo proyectil de medio alcance que mostró importantes avances de cara al desarrollo de un misil intercontinental con cabeza nuclear que pueda alcanzar territorio estadounidense.

Los insistentes ensayos armamentísticos de Corea del Norte han llevado a un aumento de la tensión en la región y a una escalada verbal con la nueva Administración del presidente Donald Trump en Washington, que ha llegado a insinuar que estudia posibles ataques preventivos.

Los expertos consideran que con estos últimos ensayos el régimen de Kim estaría poniendo a prueba al nuevo Gobierno surcoreano del presidente Moon, que llegó al poder a principios de mes con la promesa de mejorar los lazos con el Norte manteniendo al mismo tiempo el mecanismo de sanciones que pesan sobre el país vecino.