JERUSALÉS. "Estamos ante una poco común oportunidad para traer la seguridad y la estabilidad a la región. Para crear armonía, prosperidad y paz", señaló Trump, durante la ceremonia de bienvenida a su llegada al aeropuerto de Ben Gurión, para una visita de 28 horas a Jerusalén y Belén.

"Es maravilloso estar aquí en Israel", dijo el presidente estadounidense, que manifestó que su visita tiene como objetivo "reafirmar el lazo inquebrantable entre EEUU y el Estado de Israel".

Trump indicó que el país es "una tierra rica en historia" y que "ha construido una de las grandes civilizaciones del mundo, una nación próspera" y comprometida con que nunca se repita "el horror del último siglo", en referencia al Holocausto.

El mandatario se mostró esperanzado en "un futuro en que los vecinos de la región estén en paz, y los niños "crezcan libres de terrorismo y violencia".

En referencia a su visita a Arabia Saudí, señaló que en ésta ha encontrado "nuevos motivos para la paz" y alianzas para la lucha "contra el terrorismo y la ideología del mal" entre los líderes del mundo árabe y musulmán. "Amamos Israel, respetamos Israel. Estamos contigo", concluyó.

A su vez, el presidente Rivlin dio una calurosa bienvenida a su homólogo y señaló que el mundo e Israel "necesitan un EEUU fuerte", pero que "EEUU también necesita un Israel fuerte".

Rivlin aprovechó la ocasión para recordar que en unos días se cumple el 50 aniversario de la Guerra de los Seis Días, en la que los israelíes conmemoran lo que consideran la "liberación y reunificación" de Jerusalén, y que para los palestinos y la comunidad internacional marca el comienzo de la ocupación de los territorios palestinos y sirios ocupados.

El presidente israelí agradeció a Trump que reconozca "el significado de Jerusalén para los judíos en todo el mundo".

También recordó que en solo un día Trump "va a visitar los tres lugares sagrados para el Islam, el Judaísmo y la Cristiandad" y señaló que los seguidores de las tres religiones monoteístas tienen "diferentes creencias pero adoran todos al mismo Dios" y deben "trabajar juntos hacia un futuro mejor".

Netanyahu, por su parte, agradeció lo que consideró "una visita verdaderamente histórica" y "realmente un buen comienzo", ya que "nunca antes el primer viaje oficial de un presidente de EEUU incluyó una visita a Israel. Gracias, presidente".

También le agradeció que ayer diese en Riad lo que calificó de "un enérgico discurso de claridad" en el que instó al mundo árabe y musulmán a "expulsar a los extremistas y terroristas", y llamó a "las fuerzas de la civilización a confrontar a las fuerzas de la barbarie", algo que, apuntó, "Israel lleva haciendo 69 años".

"Hemos construido un estado judío democrático, moderno y vibrante, que protege todas las fes", aseguró Netanyahu, quien añadió que "la mano de Israel está extendida para la paz a todos nuestros vecinos incluidos los palestinos".

"La paz que buscamos es genuina, en la que un estado judío sea reconocido y la seguridad quede en manos de Israel y el conflicto termine de una vez por todas y para todos", dijo Netanayahu y mostró su esperanza de que "algún día un primer ministro israelí pueda viajar de Tel Aviv A Riad", a la inversa de lo que hoy hizo Trump.