BILBAO. Durante su intervención en un acto celebrado en la Bolsa de Bilbao con motivo del aniversario de DEIA, durante la que ha hecho un balance de la economía vasca y ha dado un repaso a los "retos de futuro" tras 40 años de autogobierno, Azpiazu ha asegurado de que, tras casi siete años de "intensa crisis, una recesión global y una recesión europea", Euskadi se encuentra "ante una reducción de los niveles de inversión y ante otro proceso de consolidación fiscal", ya que los niveles de deuda se han elevado en torno al 14% del PIB.

No obstante, ha apuntado que "afortunadamente", el Ejecutivo autónomo ha "normalizado" las relaciones financieras con el Estado "después de un largo periodo de desencuentros", lo que le va a permitir "afrontar los retos pendientes en un clima de estabilidad".

Para Azpiazu, ésta es una "tarea es de enjundia", ya que el "esfuerzo" de reducción del déficit es "significativo, y las necesidades muchas", tanto por el envejecimiento de la población como por "las profundas adaptaciones que requiere el capital humano y el capital productivo a un contexto de rápido cambio tecnológico".

El consejero se ha referido a las instituciones, que "constituyen una fortaleza señalada por el grado de autonomía y la capacidad de intervención en clave de políticas públicas".

A su juicio, hoy Euskadi cuenta, además, con "un envidiable nivel de estabilidad política económica que se ha visto reforzada con el acuerdo logrado con la Administración central en materia de relaciones financieras", un pacto que se ratificará esta tarde en el reunión de la Comisión Mixta del Concierto Económico.

REVISION DEL MARCO

En su opinión, Euskadi puede "aspirar y aspira", en el medio plazo, a "una revisión del marco institucional que refuerce aún más lo que es una clara fortaleza", aunque no ha concretado "las claves" de ese "nuevo autogobierno".

Azpiazu ha admitido que las afirmaciones de que "la autonomía de raíz foral es la mayor que uno se puede imaginar", entrañan "una parte de verdad en la medida en que se refiere a la capacidad tributaria de base".

Sin embargo, ha advertido de que "Euskadi puede aprender mucho de algunos países federales fuertemente descentralizados en términos de peso del gasto público y las correspondientes políticas, incluidos aspectos como la propia Seguridad Social". "Suiza y Canadá, con el caso especial de Quebec son geografías a las que se podría mirar de cara a evolucionar en el modelo institucional", ha propuesto.