WASHINGTON. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reconocido errores en la comunicación de los objetivos que quería conseguir con el polémico decreto migratorio firmado en enero y ha asumido su parte de responsabilidad: "Quizás es mi culpa".
Trump promulgó el 27 de enero una orden ejecutiva para paralizar el programa de acogida de refugiados e impedir la entrada a Estados Unidos de ciudadanos de siete países de mayoría musulmana. El plan, sin embargo, ha quedado paralizado por orden de un tribunal.
El mandatario ha insistido, en una entrevista con la cadena Fox, en que su objetivo es impedir que "los malos" entren al país. "Bandidos, contrabandistas y, en algunos casos, asesinos", ha advertido Trump, que ha repetido el argumentario usado desde su llegada a la Casa Blanca el 20 de enero.
Trump ha asegurado que es "mucho más duro" que su predecesor, Barack Obama, en materia migratoria, si bien ha admitido errores a nivel comunicativo. "Quizás es mi culpa", ha apuntado, en relación a las dudas generadas sobre la eficacia y aplicación del polémico decreto migratorio.
El presidente norteamericano ha puesto a la comunicación de su Administración una nota de "C" o "C+", equivalente a un suficiente. No obstante, se ha concedido un sobresaliente en materia de logros y una matrícula de honor por los esfuerzos realizados.
REVISIÓN PRESUPUESTARIA
Las promesas de Trump, que tienen en la seguridad nacional su principal eje, han venido acompañadas de una propuesta de presupuesto que plantea un aumento de 54.000 millones de dólares para Defensa. El mandatario ha sugerido que entre las partidas que se verán afectadas por los recortes figura la ayuda internacional.
"Vamos a hacer cosas que deberían haber hecho otros países porque nos han tratado de forma muy, muy injusta", ha alegado Trump, que ha echado en falta un "reembolso" por parte de los países a los que Estados Unidos ha ayudado. "Países ricos", ha apostillado.
El presidente aspira a dotar a Estados Unidos "del mayor Ejército que nunca ha tenido" y ha explicado que los fondos para su desarrollo saldrán también en parte de una economía "revolucionada", de atar a empresas que durante los últimos años han estado "huyendo" del país norteamericano.
RELACIÓN CON LOS MEDIOS
Entre las numerosas polémicas en las que se ha visto envuelto Trump durante este último mes figura su delicada relación con los medios de comunicación, a los que el presidente ha acusado en reiteradas ocasiones de publicar "falsas noticias".
"Creo que a veces no tienen fuentes", ha afirmado el mandatario, crítico con los artículos basados en informaciones anónimas. "Creo que muchas de estas fuentes son pura ficción", ha añadido.
Trump tendrá este martes la oportunidad de aclarar algunos de sus mensajes más polémicos durante el discurso que pronunciará ante el Congreso a las 21.00 (3.00 hora peninsular en España). El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, avanzó que el discurso versará sobre "la renovación de espíritu estadounidense" y la resolución de los problemas del día a día de los ciudadanos.
El presidente aún debe aclarar cómo financiará todos sus compromisos presupuestarios, incluida la reducción masiva de impuestos, así como el programa sanitario con el que quiere sustituir al 'Obamacare' y la 'hoja de ruta' para renegociar los acuerdos comerciales internacionales.