gasteiz - La mayoría de los vascos estarían de acuerdo con que se convocara un referéndum de independencia en Euskadi, aunque la opción que triunfaría sería la permanencia en España, un porcentaje que sube ligeramente si se pide tener en cuenta la hipótesis de que la secesión pudiera suponer la salida de la Unión Europea o un empeoramiento en las condiciones de vida. Así lo revela la última entrega del Euskobarómetro, que refleja que el 59% estaría de acuerdo con celebrar un referéndum de independencia (en esos términos, de modo que no se trataría de una consulta no vinculante, sino de derecho a decidir puro y duro), frente al 30% que se opone. Resulta llamativa la claridad en las posiciones de los encuestados, puesto que solo un 3% no sabe o no contesta, y un 8% responde “ni lo uno ni lo otro”. No se pregunta si ese referéndum debería ser pactado con el Estado o no. El respaldo al referéndum no sorprende si se tiene en cuenta que las fuerzas con mayor respaldo electoral en la comunidad autónoma defienden la consulta. PNV, EH Bildu y Elkarrekin Podemos tienen mayoría en el Parlamento Vasco. Este debate va a estar muy presente en la actividad política en los próximos meses, puesto que el Parlamento tiene pendiente la redacción de un nuevo estatus de autogobierno que podría recoger el derecho a decidir. El PNV lo defiende, pero no está planteando consultar en concreto sobre la independencia, sino sobre el nuevo estatus que alumbre el Parlamento, al contrario que EH Bildu.

El derecho a decidir es un asunto que se deja muy abierto en el pacto de gobierno PNV-PSE, donde los socialistas solo aceptan que se debata el derecho a decidir, pero sin comprometer su postura porque no aceptan su ejercicio y rechazan la autodeterminación. Sin embargo, la encuesta refleja cierta división entre el electorado socialista, porque el rechazo a la consulta no es absoluto entre sus filas sino que alcanza un 66%, frente a otras cifras más contundentes, como el 93% del PP. El debate se está planteando con especial intensidad en Catalunya, que pretende celebrar un referéndum en septiembre a más tardar aunque no tenga el permiso de Madrid, y hay una fuerza estatal, Podemos, que también lo defiende. De momento, la dirección del socialismo vasco se ha mantenido impermeable a esas voces y mantiene su posición de rechazo.

Otro debate que ha quedado sin zanjar en el pacto, la definición de Euskadi como nación, aparece igualmente en el sondeo. En este caso, a diferencia de lo que sucede con la independencia, los encuestados sí están a favor. Un 47% lo defiende, frente al 35% que se opone, aunque en los últimos once años se ha incrementado considerablemente, en trece puntos, ese porcentaje de detractores. Entre los que defienden la nación vasca, hay discrepancias entre quienes ven dos naciones distintas, España y Euskadi (25%), y quienes se ven dentro de la nación española (14%). En el caso del PSE, también apoya la definición de Euskadi como nación, pero sin derecho a constituirse como Estado. Puede resultar contradictorio que el sondeo refleje que el 78% de los encuestados socialistas rechazan el concepto de nación.

división de opiniones La encuesta fue presentada ayer por el equipo del profesor Francisco Llera y, como novedad, sin el sociólogo Alfredo Retortillo, que ha dado el salto al Gobierno Vasco como responsable de Turismo, Comercio y Consumo dentro de la cuota de consejeros socialistas en el ejecutivo de coalición. Sin embargo, el sondeo fue realizado entre los días 3 y 27 de octubre, con Retortillo aún en el equipo de investigación. El estudio, realizado a partir de 800 entrevistas solo en el ámbito de la comunidad autónoma, preguntó a los encuestados qué votarían si el referéndum de independencia fuera mañana mismo. Gana el no a la independencia, con un 39%. El sí obtiene un 31%, con un ligero retroceso en los últimos tiempos. Aquí las posiciones no están fijadas con tanta claridad, porque el 18% no sabe o no contesta, y el 12% apuesta por la abstención. Por electorados, el rechazo a la independencia también ganaría dentro de los votantes jeltzales: el 32% votaría a favor de la secesión, pero un 40% la rechazaría. Los partidarios de la independencia en la izquierda aber-tzale alcanzan el 86%.

El equipo del Euskobarómetro también ha preguntado a los encuestados qué responderían si la independencia comportara la salida de la Unión Europea o la pérdida de posiciones respecto a la economía española. En el primer caso, los partidarios de la independencia serían un 25% y, en el segundo, un 23%, lo que supone bajar con respecto al 31% inicial.

valoración de urkullu El sondeo refleja también un desgaste prácticamente nulo en la gestión del lehendakari Urkullu. Tras cuatro años de mandato y antes de oficializar el pacto con el PSE, la encuesta muestra un incremento en las valoraciones positivas. Por un lado, el 49% cree que la gestión del Gobierno es “buena”, quince puntos más que hace nueve meses. Solo un 12% realiza un balance “malo”. El Ejecutivo vasco aprueba de largo, con un 5,8 de nota sobre 10. Además, lo aprueban todos los electorados salvo la izquierda abertzale, que aun así le concede un 4,8 que se queda a las puertas del suficiente. El PNV le otorga un 7, el PP es el segundo más satisfecho con un 6,5; el PSE le da un 6,1, e incluso Elkarrekin Podemos le aprueba con un 5,1.

En el apartado de la valoración de los partidos, el PNV también destaca porque un 48% valora de manera “muy o bastante buena” su trayectoria, con un aumento de ocho puntos. La caída en Podemos es muy acusada, con solo un 17% que realiza tal valoración sobre el partido morado, lo que supone perder 16 puntos en muy poco tiempo. Los que creen “muy o bastante mala” la trayectoria de Podemos han subido 14 puntos hasta situarse en un 26%.

En el terreno más personal de la valoración de líderes, Urkullu vuelve a aprobar con un 5,5, y su alto índice de identificación pública, con un 94% de los encuestados que dice saber quién es, implica que obtiene buenas calificaciones entre afines y votantes de otras fuerzas. El líder de Podemos en el Estado, Pablo Iglesias, también con un 94% de conocimiento, se queda en un 4,7, pero es el segundo mejor valorado dentro de los líderes más conocidos. El tercero es Arnaldo Otegi, con un 4,5. Las caras más visibles del Gobierno español reciben un suspenso rotundo. Ni el presidente Mariano Rajoy ni la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría llegan siquiera a los 2 puntos. Entre los líderes menos conocidos, destaca la valoración de Miren Larrion, de EH Bildu, con un 5,6.