Londres - El Gobierno británico aceptó ayer una propuesta de la oposición laborista para publicar una hoja de ruta sobre el Brexit antes de iniciar las negociaciones con Bruselas, aunque evitó comprometerse en la Cámara de los Comunes acerca del nivel de detalle al que descenderá ese plan. El ministro para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), David Davis, advirtió de que revelar demasiada información en el Parlamento socavaría la posición negociadora de Londres ante la UE.

Downing Street, despacho oficial de la primera ministra, Theresa May, adelantó que respalda la moción laborista que obligará al Gobierno a divulgar sus planes. En contrapartida, añadió una enmienda a esa propuesta por la que el primer partido de la oposición se compromete a aceptar el calendario fijado por el Ejecutivo para iniciar el Brexit de forma oficial antes de abril.

Tanto el Partido Conservador como el Laborista han celebrado el consenso como un éxito, aunque algunos parlamentarios de ambas formaciones mostraron su malestar. Algunos conservadores partidarios de que el Reino Unido continúe en el mercado único europeo creen que el Parlamento debe mantener un escrutinio más estrecho sobre las negociaciones, mientras que ciertos laboristas piensan que la oposición está perdiendo una oportunidad para ejercer mayor presión sobre el Gobierno.

Al adherirse a la moción de la oposición, May pretende desactivar una potencial rebelión en sus filas, ante la amenaza de que algunos diputados conservadores rompieran la disciplina de partido y se sumaran a los laboristas para pedir mayor transparencia en las negociaciones con Bruselas.

El portavoz para el Brexit del partido opositor, Keir Starmer, calificó la decisión del Ejecutivo, que hasta ahora se había negado a publicar un documento con sus planes, como una “rectificación altamente significativa”.

Aún así, Starmer afirmó que su intención no es retrasar ni poner dificultades al plan previsto por May, que espera invocar antes de abril el artículo 50 del Tratado de Lisboa, la formalidad que dará inicio a un periodo de dos años en los que Londres y Bruselas deberán acordar los términos de la separación.

“Que nadie se lleve a engaños, pedir que se exponga un plan con los objetivos del Gobierno no es tratar de minar la posición del Reino Unido en las negociaciones, ni intentar que se produzcan comentarios en directo” sobre el diálogo con Bruselas, dijo el laborista. “Es, sencillamente, pedir claridad, escrutinio y responsabilidad” al Ejecutivo, remarcó el portavoz de la oposición.

La moción a debate en el Parlamento es una cuestión independiente del juicio en el Tribunal Supremo que dirime estos días si el Gobierno debe pedir permiso al Parlamento para activar el artículo 50. - Efe