washington - El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha provocado su primer conflicto diplomático con China antes de tomar posesión del cargo con una simple llamada: la que recibió de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, el pasado viernes. Tsai telefoneó a Trump para felicitarle por su éxito en las elecciones y ambos mantuvieron una conversación de unos diez minutos que ayer provocó una protesta formal del Gobierno chino y generó altas expectativas en Taiwán. La llamada fue el primer contacto formal de alto nivel entre Estados Unidos y Taiwán que se producía en casi cuarenta años y no ha dejado indiferente a Pekín, que considera a la isla un “territorio rebelde” con aspiraciones independentistas encabezadas por su presidenta, Tsai Ing-wen, que estrenó su cargo en mayo.

La Oficina Presidencial de Taiwán confirmaba ayer en un comunicado que la conversación duró más de 10 minutos y que en ella se trataron temas económicos y de defensa.

Además, señala que Tsai esperó que Trump sea un “excelente gobernante” y pidió apoyo a Estados Unidos para lograr una mayor participación internacional de Taiwán, una isla que se declara soberana e independiente pero que es considerada por Pekín una “provincia rebelde” y, por ende, parte de su territorio. Durante la conversación, Trump y Tsai “señalaron los estrechos vínculos económicos, políticos y de seguridad que existen entre Taiwán y Estados Unidos”, según informó por su parte el equipo de transición de Trump.

La llamada se produce en un momento tenso para las relaciones entre Pekín y Taipei, tras la llegada al poder el pasado enero de Tsai, del independentista Partido Demócrata Progresista (PDP). Desde la toma de posesión de la mandataria, Pekín ha elevado la presión sobre la isla para forzar a Tsai a que reconozca que Taiwán es parte de China, y ha cortado todos los contactos a nivel oficial.

De ahí que en este crucial momento la llamada entre Trump y Tsai pueda provocar un conflicto diplomático entre Washington y Pekín. Taiwán no mantiene lazos diplomáticos con Estados Unidos y están restringidos los contactos oficiales a alto nivel, debido a la oposición china, pero tras la llamada en la isla ahora se habla de un aumento de los intercambios.

Entre ellos, un posible encuentro de Tsai con importantes asesores de Trump durante una prevista escala en Nueva York de camino hacia Centroamérica a principios del próximo mes, antes de que el mandatario llegue oficialmente a la Casa Blanca.

De acuerdo con el diario isleño Ziyou Ribao, los asesores de Trump ya le informaron sobre Taiwán y los lazos Taiwán-China, y le anticiparon que Tsai le diría que Taiwán es un aliado seguro de EEUU y que deseaba profundizar la cooperación política, económica y de seguridad con ese país. En un primer momento, el ministro chino de Asuntos Exteriores, Wang Yi, trató de minimizar el asunto a preguntas de los periodistas al asegurar que la llamada era un “pequeño truco” de Taiwán, si bien posteriormente el Gobierno chino elevó el tono y presentó una protesta formal ante Estados Unidos.

El régimen chino urgió a Washington a mantener su compromiso con el principio de “una sola China” -que le aleja de las aspiraciones independentistas de la isla- y le pidió que maneje “cuidadosamente” los asuntos relacionados con Taiwán para evitar “daños innecesarios” a las relaciones bilaterales, según informa la agencia oficial Xinhua.

Y es que el acercamiento de Trump a Taiwán añade más tensión a la relación entre Pekín y Taipei -que cortaron todos los contactos oficiales con la llegada de Tsai al poder- y ha suscitado dudas sobre la política exterior que emprenderá el magnate cuando se instale en la Casa Blanca. “Esto ha sido una llamada de atención para China”, considera el profesor de Estudios Internacionales de la Universidad de Pekín Wang Dong.

Hasta ahora, desde muchos sectores en el país asiático se veía a Donald Trump como un hombre de negocios que sería “práctico” a la hora de tratar con China, dice Wang. “Pero China debe dejar esa visión atrás y prepararse para el posible daño que Trump pueda hacer. Tiene que ser realista”, alerta. La llamada y los posteriores mensajes de Trump en Twitter, donde aludió a la venta de armas de Estados Unidos a Taiwán, han generado preocupación en China, y el experto cree que todo apunta a que el nuevo presidente anunciará más ventas cuando esté en el cargo, lo que derivará en un nuevo enfrentamiento.

De momento, el hecho de que Trump haya accedido a hablar con Tsai ya se ha interpretado en la isla como un “éxito” y un avance en los lazos bilaterales. “Sin duda es algo positivo, porque ningún presidente electo estadounidense había mantenido contacto telefónico con el taiwanés en los últimos 38 años”, señaló el director de Estudios Estratégicos de la Universidad Tamkang, Li Dajong. No obstante, Li también pedía cautela: “para ver su alcance real es necesario esperar a que Trump designe todos los cargos relacionados con Taiwán y China en su gobierno y a las medidas que estos tomen”.

Hasta el momento, varios de los altos cargos designados por Trump son conservadores que pueden adoptar una postura dura hacia China, pero aún no se sabe quién será el secretario de Estado ni los cargos que llevarán las relaciones con Asia y en concreto con China y Taiwán, agregó el experto.

A pesar de que Taiwán ha mantenido contactos con altos cargos en el equipo de Trump, el analista Li remarca que el presidente electo todavía no conoce bien la situación y que se necesitará una comunicación más fluida para llegar a políticas concretas.