gasteiz - Optimizar la colaboración en el presente, normalizar unas relaciones que “inexplicablemente” han estado mucho tiempo distanciadas en el pasado y garantizar una colaboración estrecha para el futuro. Con ese ánimo se rubricó ayer por parte del lehendakari, Iñigo Urkullu, y la presidenta del Gobierno de Nafarroa, Uxue Barkos, el protocolo general de colaboración entre ambos territorios. Un acuerdo que ya fue aprobado por ambos ejecutivos los pasados días 3 y 4 de abril y que establece 18 ámbitos de actuación (prácticamente todos en los que se tienen competencias transferidas y que van desde educación hasta seguridad, política lingüística o justicia) en los que los dos territorios tratarán de optimizar sus recursos para ofrecer de manera más eficiente servicios a los ciudadanos. Pero el texto no pretende únicamente crear sinergias entre dos territorios vecinos, sino que también refleja un compromiso de colaboración y defensa del autogobierno frente a los impulsos centralizadores de los gobiernos estatales.

La firma del acuerdo por parte de los dos mandatarios se produjo poco después de las 12.00 horas en uno de los salones del palacio de Ajuria Enea de Gasteiz, hasta donde se desplazó la delegación navarra para devolver la visita que el lehendakari hizo a Iruñea el pasado mes de septiembre. La comitiva foral estuvo encabezada por la presidenta Uxue Barkos, la consejera portavoz Ana Ollo y el director general de Comunicación del Gobierno de Nafarroa, Pello Pellejero. La celebración de la reunión semanal del Gobierno Vasco permitió que, además de Iñigo Urkullu, estuviesen presentes los ocho consejeros de la CAV.

Una vez concluido el acto protocolario, Barkos manifestó la vocación de “normalizar las relaciones con la Comunidad Autónoma Vasca” y poner fin a una etapa “excesivamente larga y seguramente poco razonable” en la que las dos administraciones han mantenido las relaciones congeladas, sobre todo por el empeño de los anteriores gobiernos de UPN en limitar sus vínculos con la comunidad autónoma vasca. En un pequeño discurso de algo más de dos minutos, Barkos aseguró que “no es momento de centrarse en los porqués de esos distanciamientos”, sino que “es el momento de centrarse en el futuro y en las posibilidades que este acuerdo abre a las ciudadanías de ambas comunidades, a las que les unen lazos que vienen de largo”.

En definitiva, el protocolo general de colaboración establece un marco que “permitirá trabajar de aquí en adelante con un mayor arreglo a las ambiciones culturales, económicas y sociales, y también a las realidades”, aseguró la presidenta del Ejecutivo navarro.

Por su parte, Iñigo Urkullu se congratuló por haber podido alcanzar un acuerdo que actualiza los tratados ya acordados en 1995 y 2009, así como la vuelta de Nafarroa a la Eurorregión Aquitania-Euskadi, un órgano que aglutina a más de nueve millones de personas y que recibirá fondos de la Unión Europea. Dos decisiones, las del protocolo firmado ayer y las de la entrada a la Eurorregión el pasado mes de marzo, que se enmarcan dentro de la comisión de trabajo bilateral que desde septiembre mantienen ambos ejecutivos.

Pero el encuentro entre Barkos y Urkullu dio para mucho más. El acto llevado a cabo entre ambos mandatarios coincidió con la visita exprés a Pamplona del presidente del Gobierno del Estado, Mariano Rajoy, con el único objetivo de cumplir con el trámite de firmar una nueva alianza electoral con UPN, en este caso para los comicios del 26-J. No obstante, a su paso fugaz por la Comunidad Foral, Rajoy volvió a deleitar los oídos de los regionalistas con una promesa recurrente: la de que se comprometerá, en la próxima legislatura, a eliminar la Disposición Transitoria Cuarta si se reforma la Constitución. “Un clásico en el arranque de la campaña electoral en Navarra”, valoró Barkos, quien calificó como “sorpresa no grata” que UPN apueste por eliminar una cláusula que garantiza que “los navarros y solo los navarros” serán los que elijan el tipo de relación que quieren tener con la CAV.

defensa del autogobierno El lehendakari, por su parte, señaló que los dos territorios conocen de primera mano lo que supone sufrir “el ataque a nuestras competencias, el cuestionamiento del Concierto y el Convenio Económico, la pérdida paulatina de la naturaleza política de la autonomía y las dificultades para garantizar el cumplimiento de lo pactado”. Por ello, apostó por “alianza” a favor del autogobierno, que “entrelaza sus raíces en nuestra historia, en los Derechos Históricos de los Territorios Forales”. “Es una alianza a favor del reconocimiento de nuestra singularidad. Una alianza que tiene como objetivo defender conjuntamente nuestro Concierto y Convenio Económico”, dijo.

Otro de los temas tratados ayer y que según Urkullu también quedan incluidos dentro del protocolo, es el de la captación de ETB en Nafarroa. A este respecto, Urkullu indicó que ambos ejecutivos están trabajando por la “solución definitiva del problema”. Misma postura que recogió Barkos, quien criticó que todo el proceso que ha llevado al cese de las emisiones se ha dado “al albur del abuso que se ha hecho de la lectura de lo que la ley marca y permite”. Sin precipitar fechas ni acontecimientos y cuando todavía no está desarrollado el modelo de colaboración que permitirá el visionado de ETB en Nafarroa con todas las garantías legales, Barkos aseguró que “se está trabajando para revertir” la situación.

La jornada dejó también alguna anécdota, en el momento en que el coche oficial de la presidenta Barkos sufrió un pequeño accidente cuando el vehículo escolta que viajaba detrás chocó por alcance. Tanto el conductor como la presidenta sufrieron un pequeño golpe.