MANILA. El candidato favorito a convertirse en el próximo presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, se ha disculpado por la broma que hizo sobre la violación de una misionera australiana en 1989 y que provocó una oleada de críticas, informan hoy los medios locales.

"Le pido perdón al pueblo filipino por mis recientes comentarios durante un mitin", dijo Duterte, de 71 años, en un comunicado.

"No tenía la intención de faltar al respeto a nuestras mujeres ni a los que han sido víctimas de este crimen horrible. A veces me sale lo peor de mí por la boca", añadió el político, que lidera los sondeos de intención de voto en las elecciones presidenciales del 9 de mayo próximo, seguido de cerca por la senadora Grace Poe.

En un mitin este mes, Duterte resaltó la belleza de la misionera australiana Jaqueline Hamill, violada por varios hombres y asesinada en un motín en una cárcel filipina de Davao, en 1989, y dijo que lamentaba no haber podido ser el primero en abusar de la joven.

"Era tan guapa... ¡El alcalde debió haber sido el primero!", dijo el candidato presidencial, en alusión al cargo que él mismo ocupaba durante los hechos.

Duterte ha sido alcalde de Davao, en el sur del país, durante 22 años en varios periodos, cargo que ostenta en la actualidad.

El Gobierno de Filipinas, la Embajada de Australia en Manila, decenas de organizaciones de defensa de los derechos humanos y miles de usuarios de las redes sociales criticaron los comentarios de Duterte.

Por su parte, los grupos de defensa de derechos humanos de Filipinas celebraron hoy las disculpas y le pidieron que demostrase su sinceridad con el anuncio de medidas concretas para combatir la violencia contra la mujer.

"Una cosa es decir que no pretendías faltar al respeto a las mujeres y otra muy distinta es explicar exactamente qué piensas hacer para que las filipinas no sigan sufriendo violaciones y asesinatos", declaró a Efe Gert Libang, subsecretaria general de la organización de defensa de las mujeres de Filipinas Gabriela.

Duterte, que promete acabar con la criminalidad y la corrupción en el país en menos de seis meses, ha conquistado la confianza de muchos votantes al transformar a Davao de una de las ciudades más peligrosas del archipiélago a una de las más seguras.

En esa labor contra la delincuencia se ha ganado en la prensa los apodos de "Harry el Sucio de Davao" o "The Punisher" y las críticas de grupos como Human Rights Watch, que le acusó el año pasado de estar detrás de los "escuadrones de la muerte" que han asesinado a mil supuestos criminales desde 1990.

"Somos la novena ciudad más segura del mundo. ¿Como creéis que lo he hecho? (...) Los maté a todos (los criminales)", dijo Duterte el año pasado durante un discurso público.

Pese a este tipo de declaraciones, las últimas encuestas sitúan a Duterte a la cabeza de la carrera hacia la Presidencia de Filipinas.