Bermeo - “Dejaron la batalla con el estigma de los perdedores”, si bien 79 años después de la batalla de Matxitxako que a pocas millas de distancia de la costa de Bermeo enfrentó a la Marina Auxiliar de Euzkadi contra el crucero franquista Canarias, “ahora son iconos de la memoria democrática”. Así se refirió Josu Erkoreka, portavoz del Gobierno Vasco, a un “hito” de la Guerra Civil cuyo recuerdo no ha borrado el tiempo. Ayer se llevó a cabo el acto anual organizado por Matxitxako Elkartea frente a la escultura que recuerda aquellos hechos, al que asistieron medio centenar de familiares de los fallecidos -con el único superviviente de la flota de los bous vascos, Juan Azcarate, a la cabeza- y responsables del PSE, el PNV y del Ayuntamiento de Bermeo, gobernado por EH Bildu.

“Hemos venido un año más a participar conjuntamente con familiares de quienes participaron en la batalla de Matxitxako”, en la que fallecieron un total de 42 personas, recordó un Erkoreka que verbalizó el objetivo del acto al apuntar que sirve de “recuerdo, homenaje y memoria a las personas que en un alarde de generosidad personal y de compromiso democrático libraron una batalla en desigualdad de condiciones contra los paladines de la intolerancia, del liberticidio y de la exclusión”. No en vano, el desigual combate se perdió desde “un punto de vista estrictamente militar”, si bien “desde la perspectiva de la ética, la dignidad humana y la democracia se ganó sin ninguna duda”. Los marineros vascos enrolados en los bous Gipuzkoa, Nabarra -embarcación protagonista junto al Canarias de la contienda marítima, tras la que resultó hundido a pocas millas del litoral entre Bermeo y Bakio-, Bizkaya y Donostia lucharon “contra el totalitarismo y la exclusión” en una “causa democrática” que, pese a haber transcurrido casi ocho décadas, “sigue siendo nuestra causa democrática”.

Presente en el Itsas Gudari Eguna, la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, valoró la jornada de recuerdo como “un reconocimiento a Matxitxako Elkartea por la labor que hacen de mantener la memoria histórica de lo que aquí ocurrió”, pero especialmente a “los hombres y mujeres que lucharon por mantener la libertad en aquellos días tan difíciles”. Junto a la alcaldesa de Bermeo, Idurre Bideguren, los asistentes depositaron dos ramos de flores en la escultura de Nestor Basterretxea que recuerda una cruenta contienda que desde Matxitxako Elkartea intentan que no se pierda en el olvido. Homenaje “por su entrega y defensa de valores como la libertad, la democracia y la identidad de su pueblo”, el presidente de la entidad, Xabier Olabeaga, también instó a “continuar el legado” de Juan Pardo, de quien tomó el testigo tras fallecer este en 2013. “Siempre nos acordamos de él. Fue el auténtico divulgador de la historia de la Marina Auxiliar de Euzkadi con sus investigaciones y su labor de difusión”. Un aurresku de honor y el Eusko gudariak cerró el emotivo homenaje.

Fosa en Etxebarria Otra página rescatada ayer para la memoria histórica vasca fue la exhumación en Etxebarria de los restos de dos combatientes de la Guerra Civil pertenecientes al Eusko Gudarostea por la Sociedad de Ciencias Aranzadi. En la misma fosa fue recuperado el cuerpo de otro gudari en marzo. Las labores se han llevado a cabo con la colaboración con la asociación local Ahaztuen Oroimena, impulsora de una investigación que inicialmente partió gracias a las labores de recuperación de la trinchera de Zelaietaburu. La directora de Víctimas y Derechos Humanos Monika Hernando asistió a la extracción de los cadáveres.