Viraje al consenso en Podemos. Fulminado Sergio Pascual tras verse abocados a capear el temporal de los desequilibrios de poder interno, el secretario general, Pablo Iglesias, ha optado por dar la secretaría organizativa a Pablo Echenique para “abrir una nueva etapa” en la reestructuración del aparato territorial. El líder de la formación morada cambia así de rumbo de la mano del responsable aragonés, con el que ha mantenido divergencias incluso desde la Asamblea Constituyente de octubre de 2014 de Vista Alegre para pulir esas posturas hasta hace bien poco. Pero los horizontes a conquistar parecen claros. Con un Errejón ayer también ausente, tienden la mano a las corrientes críticas para aplacar las divergencias a nivel organizativo y, de paso, zanjar las disputas tácticas. Lo hace a las puertas de encarar esta próxima semana una nueva negociación con el PSOE.
Una comparecencia posterior a la reunión de los principales responsables autonómicos sirvió ayer en Madrid para que Iglesias sorprendiera con una nueva maniobra estratégica para taponar las disputas habidas hasta en seis comunidades autónomas, que tras el reciente terremoto en el Consejo Ciudadano de Madrid mutó en divergencias tácticas en la cúpula. Echenique no entraba en las quinielas para convertirse en secretario de Organización habida cuenta de que ha mantenido discrepancias con el líder del partido sobre lo organizativo, aunque sus alejadas posturas se han acercado los últimos días. Pero a la vista de que su perfil no levanta suspicacias en ningún aparato a nivel territorial -e incluso ayer algunas sucursales aplaudieron su nombramiento-, puede ser un notable aliado como nuevo hombre fuerte en el partido asambleario. Fortalecer las estructuras del partido, que ha debido de “correr y atarnos los cordones” durante su etapa de crecimiento, es la clave a futuro.
Iglesias apuntó a Echenique como “el mejor para asumir la responsabilidad” de producir un “debate imprescindible en el Consejo Ciudadano Estatal”, órgano de dirección de Podemos en el que su nombramiento tendrá que ser ratificado el próximo 2 de abril. Esta propuesta “va a generar entusiasmo”, tal y como vaticinó, alertó que el relevo en el puesto de mando del control territorial se deberá de comandar una nueva fase encaminada a asentar los cimientos del proyecto. Eso sí, en todo caso será siendo “más eficaces” en el respeto “a los principios de participación” de una formación cuyas luchas intestinas han debilitado la posición de Iglesias en las negociaciones con el PSOE para alcanzar su escenario predilecto de gobierno a la valenciana.
Abrir el partido a nuevas voces, o dársela a aquellas que menos espacio han tenido. Ese será el cometido de Echenique. Pese a reconocer que “todos hemos aprendido del viaje, y nadie defiende las mismas posiciones de entonces”, en referencia al congreso fundacional de Podemos en el que concurrió contra un Iglesias del que ahora será su mano derecha, Echenique aseguró tener “dos cosas claras”, que son de “pronta” aplicación aunque no motivarán una nueva asamblea. La primera es dar más protagonismo a los territorios, a ese nivel de organización que en Vistalegre no existía y que ahora esta muy consolidado.
errejón Asimismo, avanzó que descentralizará la secretaria de Organización y elaborará ahora una nueva hoja de ruta en la nueva estructuración del aparato territorial. Lo que aún no conoce es el papel que jugará el secretario de Política, Iñigo Errejón, que ha visto mermada su cuota de poder. “Ejerce su labor”, abundó para concluir que “está desarrollando sus tareas, en contacto permanente conmigo”. Sobre el silencio del número dos de Podemos, el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, relató ayer que habló con él después del cese de Sergio Pascual y que por lo que pudo ver se sentía “un poco mal” por ese cese pero “trabajando y “en ningún caso bloqueado por eso”. “Sergio es una persona cercana a Iñigo” y por eso Errejón “en ese sentido se sentía un poco mal”.