París - La promesa del presidente de Francia, François Hollande, de declarar una guerra implacable contra el terrorismo mediante una única coalición contra el Estado Islámico (EI) comenzó ayer a tomar forma a través de intercambios diplomáticos entre París, Washington, Bruselas y Moscú, además de apoyo militar para bombardear las bases del Estado Islámico en Siria.

“Estamos comprometidos en aumentar nuestros esfuerzos en la lucha contra el terrorismo”, declaró a los medios el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, tras reunirse durante una hora en el Palacio del Elíseo con Hollande y con su ministro de Exteriores, Laurent Fabius. Según Kerry, Francia y Estados Unidos pueden dar “pasos significativos” para mejorar la lucha antiterrorista, más allá de los bombardeos coordinados que ambos países ya lanzan contra el EI en Siria e Irak, y que ayer volvieron a intensificarse como represalia a los atentados yihadistas del viernes en París, en los que perdieron la vida al menos 129 personas.

Se espera que esas acciones se concreten el próximo día 24, cuando François Hollande se reunirá en Washington con su homólogo estadounidense, Barack Obama, solo dos días antes de que el jefe del Estado francés se entreviste en Moscú con su homólogo ruso, Vladimir Putin, en lo que se prevé una coalición inédita en la lucha contra el Estado Islámico.

De hecho, ayer, Rusia, que también bombardea al Estado Islámico, confirmó que la explosión el pasado 31 de octubre del Airbus ruso en Egipto con 224 personas a bordo se debió a un atentado. Inmediatamente, Putin salió al paso anunciando que Moscú se unirá a la alianza de París y Washington contra el EI, ordenó que se localice y liquide a todos los responsables de ese atentado y lanzó un ataque masivo con bombarderos estratégicos y misiles de crucero contra las posiciones de ese grupo terrorista.

Asimismo, en una reunión telefónica mantenida con Hollande, los dos dirigentes acordaron coordinar sus acciones militares en Siria y abordar en detalle esa cooperación bilateral contra el terrorismo en su encuentro de la semana próxima.

Mientras tanto, en Bruselas, la jefa de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, señaló que los Veintiocho asistirán en ese combate a Francia, que había pedido activar la cláusula comunitaria para la defensa colectiva invocada en el Consejo de Ministros de Defensa de la UE por el ministro francés, Jean-Yves Le Drian. Se trata de la primera vez que Europa aplica el artículo 42.7 de los tratados comunitarios, que establece que los países de la Unión Europea (UE) “le deberán ayuda y asistencia con todos los medios a su alcance” a un Estado miembro atacado en su territorio.

De la gran coalición militar... Esa gran coalición militar internacional que está forjando Francia busca también la implicación de otros países estratégicos de la región, como Irán o Catar. Hollande telefoneó ayer al presidente iraní, Hasan Rohaní, que debía haber visitado París el pasado lunes pero que suspendió el viaje por los atentados en la capital gala, en los que también murieron siete terroristas suicidas.

Ambos mandatarios coincidieron en la necesidad “vital de luchar con todas las fuerzas” contra el EI y subrayaron “la importancia” de las negociaciones que se han llevado a cabo en Viena para buscar una solución al conflicto en Siria. También el primer ministro catarí, el jeque Abdullah bin Nasser bin Khalifa Al Thani, se entrevistó ayer con Hollande -en la sede de la Presidencia francesa, tras la visita de John Kerry- y garantizó su “pleno apoyo” a la lucha antiterrorista a nivel militar, político, policial y financiero.

En paralelo a los anuncios de refuerzo de la cooperación política y militar, Francia continúa asediando al EI y, por segunda noche consecutiva, los cazas galos bombardearon con gran dureza los centros de mando y campos de entrenamiento de ese grupo en Al Raqa, bastión de los yihadistas en Siria.

Asimismo, mañana jueves zarpará para la zona el buque insignia del Ejército francés, el portaaviones Charles de Gaulle, que reforzará desde el mar los bombardeos que París lanza ahora desde bases militares que tienen Jordania y Emiratos Árabes Unidos.

... a las grietas en Francia Sin embargo, el duro discurso del presidente Hollande empezó ayer a abrir las primeras grietas en su propio país. Y es que aunque su discurso tomó a contrapié a la oposición de derechas, que había atacado hasta ahora su tibieza, abre ahora nuevas fisuras con sus aliados de izquierda y con las organizaciones de derechos civiles.

Rodeado de toda la solemnidad que le permite la República francesa, en el Palacio de Versalles y ante el Parlamento en sesión bicameral, Hollande precisó el lunes en una alocución grave y sobria sus decisiones para un país que, como dijo en sus primeras palabras, “está en guerra”. De un plumazo, el mandatario segó la hierba bajo los pies de la oposición de derecha, asumiendo como propias varias de sus demandas. Incluso el retoque de la Carta Magna -en una maniobra que se ha interpretado como una astuta pulla a su rival Nicolas Sarkozy- recoge las propuestas hechas en 2007 por un comité encabezado por el ex primer ministro conservador Edouard Balladur... antiguo mentor y ahora enemigo de Sarkozy. En Francia ya se lo conoce como el “giro securitario” de la Presidencia Hollande, un mandatario impopular entre los franceses por varias razones, la menor de las cuales no es su imagen de cierta blandura frente al “hombre fuerte” que muchos reclaman.

En una intervención de amplia densidad política, Hollande dejó mensajes en varias direcciones. Uno de ellos fue hacia Bruselas y Berlín, aviso para navegantes, al afirmar que “el pacto de seguridad está por encima del pacto de estabilidad”. En otro, dirigido al ala izquierda de su partido, a sus aliados políticos y a las organizaciones civiles, quiso garantizar que respetará el Estado de derecho y las libertades individuales. Sin embargo, no parece seguro que este último mensaje vaya a calmar las inquietudes de sus destinatarios.

Lejos de la unidad nacional que preconiza, Hollande y su Gobierno encaran el desafío yihadista con un país fracturado que guarda dudas sobre su capacidad de afrontarlo. Las elecciones presidenciales, previstas para el año 2017 empiezan ya a asomar en el horizonte.