Bilbao - El diputado Eduardo Madina no dará la batalla por seguir encabezando por tercera vez consecutiva la candidatura del PSE al Congreso de los Diputados por Bizkaia en las próximas elecciones generales de diciembre. Asume que será el exlehendakari y actual miembro de la ejecutiva estatal del partido, Patxi López, quien liderará la lista, cuyo segundo puesto estará ocupado por una mujer debido a las listas cremallera que se han autoimpuesto los socialistas. Eso sí, no descarta en absoluto volver a presentarse en las listas de otra circunscripción, más en concreto en la de Madrid, donde reside buena parte del año. Aunque eso no depende solo de su voluntad, sino de la dirección del partido.
“Estoy dispuesto a seguir en el Congreso, y de hecho que gustaría seguir siendo candidato por Bizkaia pero da la sensación de que no va a haber sitio. Pero me veo con ganas, y ahora depende de que la dirección federal considere que soy un activo en estas elecciones, cosa que deseo”, explicaba ayer Madina a DNA.
La carrera para la elaboración de las listas electorales socialistas comienza mañana mismo con la aprobación por parte del Comité Federal del PSOE del calendario de elección de candidatos. A diferencia de otros procesos internos, los socialistas no celebrarán primarias y se determinarán las listas de manera tradicional. Las agrupaciones propondrán nombres y los comités provinciales aprobarán las listas, que deberán ser ratificadas en cada federación. Tienen la última palabra los órganos federales.
Diputado desde 2004 siempre elegido en la circunscripción de Bizkaia, a Madina se le torció el futuro político en el PSOE cuando decidió enfrentarse en primarias internas por el liderazgo del partido hace más de un año y fue batido por Pedro Sánchez, que en aquel tiempo gozaba del apoyo incondicional de la potente federación andaluza. También el PSE votó de forma mayoritaria por Sánchez, tras lo cual Idoia Mendia aseguraba que esta aventura no le iba a pasar “factura” a Madina a la hora de confeccionar la lista al Congreso.
Después de quedar fuera de los órganos federales del partido y perder su relevancia en el grupo parlamentario, del que había sido su secretario hasta entonces, el diputado vasco ha pasado a un segundo plano al menos de forma pública, hasta el punto de que no ha concedido entrevistas desde julio de 2014.
Sin embargo en todo este tiempo no ha ocultado que mantiene tesis contrarias a las de Pedro Sánchez en muchos aspectos, empezando por el mismo congreso que ratificó al nuevo secretario general del PSOE, donde se quejó de la falta de integración en la nueva ejecutiva de los sectores perdedores en aquellas primarias. Tampoco tuvo pelos en la lengua para criticar la euforia con la que Sánchez valoró los resultados electorales de las pasadas elecciones municipales y autonómicas, y que dieron pie al madrileño para anunciar que lucharía por ser el candidato del PSOE a La Moncloa. Madina discrepó una vez más al señalar que “los protagonistas del cambio han sido otros”, aludiendo así a los buenos resultados de Podemos en los comicios de mayo.
Sonora también fue la oposición explícita del diputado -y así lo anunció ante sus compañeros de grupo parlamentario- al acuerdo al que llegó Sánchez para aplicar la prisión permanente revisable a los delitos de terrorismo. “Estoy a favor de los pactos de Estado pero en contra del aval del PSOE a la cadena perpetua. ¿Qué nos ha pasado?”, llegó a decir.
acomodo de lópez El otro obstáculo al que se enfrenta Madina es la apuesta de las direcciones socialistas, tanto en Euskadi como en Madrid, de buscar acomodo a Patxi López en el Congreso. El ex secretario general del PSE ocupa la Secretaría de Acción Política, Ciudadanía y Libertades del PSOE y está muy próximo a Sánchez. De hecho, en las últimas fechas ejerce como portavoz del partido en numerosos asuntos.
El hecho de que López encabece la candidatura a las generales del PSE por Bizkaia no extraña a Madina. “Es normal que figure como número uno, ha sido lehendakari y lo va a hacer muy bien en el Congreso. No tengo problemas con ello”, explica Madina en declaraciones a este periódico. La cuestión es que, con una mujer como número dos, quedaría relegado a la tercera posición, lo que haría casi imposible su reelección ya que en las pasadas elecciones los socialistas obtuvieron dos escaños por Bizkaia y es improbable que mejoren sus cifras en los comicios de diciembre. Además no vería lógico quedar relegado a la tercera posición cuando ha encabezado la lista vizcaína en dos de sus tres legislaturas.
“No soy alavés ni guipuzcoano, por lo que lo más sencillo es ir por Madrid”, reflexiona Madina. Pero esa decisión no está en sus manos. La dirección provincial de Madrid tiene mucho que decir y el diputado vasco apostó por el candidato que perdió en el reciente proceso interno de la convulsa federación madrileña, y en el que se impuso Sara Hernández, la aspirante de Sánchez. Así las cosas, su pretensión no parece fácil aunque él vería su presencia en la candidatura como un exponente de que la dirección integra a todos los sectores.
En los otros territorios, todo apunta a que Odón Elorza repetirá como cabeza de lista por Gipuzkoa y en Araba habrá que buscar a un número uno, que en 2011 fue Ramón Jáuregui, ahora eurodiputado.