BILBAO. Finalizada la operación verano de la Dirección de Tráfico del Gobierno vasco, el Departamento de Seguridad ha hecho balance de la situación en las carreteras durante los dos últimos meses, en los que se ha apreciado una "mayor densidad" de vehículos que el pasado año.

Ha detallado que entre el 1 de julio y el 31 de agosto se han producido 1.049 accidentes de tráfico, en 353 de los cuales ha habido víctimas: 9 personas fallecidas -seis hombres y tres mujeres-, 56 heridas graves y 467 heridas leves.

En el mismo periodo de 2014 hubo un mayor número de accidentes, 1.231, pero menos víctimas: 4 personas fallecidas, 43 heridas graves y 436 heridas leves.

"Lamentablemente, el número de víctimas mortales este verano ha sido superior al del año pasado, si bien 2014 fue un año singular", ha indicado en una nota el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga.

Ha precisado que, sin embargo, la tendencia de los últimos quince años muestra que el número de personas fallecidas en accidentes de tráfico ha ido descendiendo en Euskadi. En el verano de 2005 fallecieron 22 personas y en 2000 fueron 36.

Este verano, de las nueve víctimas mortales, ocho se han producido en Gipuzkoa y una en Araba.

En 2014, en Bizkaia se registraron tres fallecidos y en las carreteras guipuzcoanas uno, mientras que en Araba no hubo víctimas mortales el pasado verano.

Seguridad ha explicado que las estimaciones de la Dirección de Tráfico hechas a finales de junio se han cumplido ya que el número de vehículos en tránsito por Euskadi ha aumentado y las medidas dispuestas para paliar los efectos de la alta densidad de tráfico "han impedido que las congestiones fueran mayores".

Gipuzkoa ha sido el territorio con más problemas por retenciones de vehículos por el trafico internacional en la frontera, mientras Bizkaia es donde menos incidencias de tráfico se han registrado este verano.

En los últimos años, con la apertura de la AP-1 entre Eibar y Gasteiz, el tráfico de largo recorrido proveniente de Francia evita su paso por Bizkaia, ha indicado Seguridad.

En Bizkaia, las retenciones han estado localizadas en el límite con Cantabria, por el tránsito de vehículos entre Bilbao y la zona costera de la comunidad vecina.

Las mayores retenciones en este territorio se registraron el día 24 de julio, con colas de hasta 14 kilómetros.

En Araba, en la fase de operación salida, los principales problemas se dieron en la unión, en Gasteiz, de la AP-1 con la N-622 y la A-1. Se produjeron retenciones el primer fin de semana de agosto, que en el peaje de Etxabarri llegaron a ser de 6 kilómetros el sábado día 1 de ese mes, y de casi 8 kilómetros en la incorporación de la A-1 al peaje de la AP-1, en Armiñón, sentido Madrid.

En la fase de retorno, el punto conflictivo suele ser la confluencia, en la capital alavesa, de la A-1, sentido Irun, con la N-622, sentido Bilbao. Ha habido tráfico denso sobre todo la última semana de agosto, con retenciones de hasta 5 kilómetros, exceptuando el jueves 27, que llegaron a ser de hasta 14 kilómetros.

En Gipuzkoa se ha observado, una vez más, que la AP-1, desde la apertura, en 2009, del tramo final entre Eibar y Vitoria, se ha convertido en el itinerario más utilizado por los vehículos en tránsito por Euskadi, en detrimento de la N-1 y la AP-68.

El punto de mayor conflictividad, por la llegada de los vehículos procedentes de Francia, ha sido el peaje de Irun, en la AP-8, sentido Cantabria, donde el primer fin de semana de agosto se produjeron retenciones.

Por lo que respecta al retorno, las retenciones en la frontera se han producido, como otros años, en la segunda quincena de agosto, con el jueves 27 como el día más conflictivo, con retenciones de hasta 12 kilómetros.