GASTEIZ - Un paso adelante pero que no será el último. Los gobiernos de Euskadi y Catalunya redoblaron ayer su apuesta por trabajar unidos contra las medidas recentralizadoras que lleva a cabo del Gobierno de Mariano Rajoy, postura que puede plasmarse en futuras acciones políticas y jurídicas conjuntas de ambos ejecutivos. De hecho, desde Euskadi se mira con interés el Libro negro de la recentralización que elabora la Generalitat, un “recopilatorio” de la política “uniformadora” del Gobierno del PP, que es un “ataque al sistema de las autonomías”, según relató ayer la vicepresidenta de la Generalitat de Catalunya, Joana Ortega, tras su paso por Lehendakaritza. El portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Erkoreka, explicó que, por lo pronto, el libro negro catalán “sintoniza perfectamente” con las preocupaciones que ya han venido denunciando las autoridades vascas sobre las políticas recentralizadoras del PP.
No solo vascos y catalanes han advertido de las iniciativas del PP que minan la descentralización propia del Estado de las Autonomías. Hasta la presidenta de la Junta de Andalucía, la socialista Susana Díaz, nada sospechosa de veleidades nacionalistas, ha criticado la utilización que ha hecho Rajoy de “la legislación básica para invadir competencias de las comunidades autónomas, especialmente educación y sanidad”. Durante los poco más de dos años de legislatura, el lehendakari, Iñigo Urkullu, ha colisionado con Madrid por invasión competencial al menos en 17 ocasiones, diez de las cuales han acabado con un recurso de las autoridades vascas ante el Tribunal Constitucional, como en los casos de la Lomce y el copago farmacéutico. En el caso catalán, ahí está la sentencia del Constitucional contra el 9-N y parte de la ley de consultas, derivada de un recurso del Gobierno español, o el silencio ante 23 puntos que le planteó el president catalán, Artur Mas, a Rajoy en su reunión del pasado julio en Moncloa.
Y, en ambos casos, el sonoro silencio administrativo del presidente del PP ante las reclamaciones de vascos y catalanes para que ponga fin a las invasiones competenciales. El mandatario español nunca ha contestado a las propuestas que le realizó el lehendakari en la última reunión que mantuvieron, el pasado septiembre, y no se espera que lo haga en la inauguración el próximo martes de las obras del Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo, en Gasteiz, en el que coincidirán ambos dirigentes.
Desde diciembre Este análisis compartido no es de ahora. A finales del pasado diciembre, Urkullu y Artur Mas se reunieron coincidiendo con la celebración del encuentro de fútbol en San Mamés entre Euskal Selekzioa y el combinado catalán, cita en la que ya avanzaron su intención de caminar unidos para denunciar la recentralización, iniciativa a las que también se comprometieron PNV y CiU. Ayer, el lehendakari Urkullu, acompañado por el consejero Josu Erkoreka, mantuvo una reunión en la sede de Lehendakari-tza, en Gasteiz, con la vicepresidenta catalana, Joana Ortega, en el que reiteraron el diagnóstico de un proceso de recentralización “sin precedentes” y con “efectos negativos” en el autogobierno de ambas comunidades producido por el Estado. Esta “laminación constante” hace que Euskadi y Catalunya puedan plantear en un futuro, según explicaron ayer, acciones conjuntas como la interposición de recursos de inconstitucionalidad, la presentación de diversas iniciativas jurídicas o acciones de denuncia al margen de ámbitos jurídicos. En este sentido, ambos gobiernos mostraron su compromiso de volver a reunirse para ir concretando acciones futuras.
La vicepresidenta catalana avanzó a sus interlocutores vascos las primeras pinceladas de lo que será el libro negro de la Generalitat acerca de la recentralización, cuyo resultados, según avanzó Erkoreka, serán analizados en una posterior reunión conjunta. “El diagnóstico lo compartimos y es posible que coincidamos en una denuncia compartida”, avanzó. El portavoz del Gobierno Vasco aseguró que esta iniciativa de la Generalitat “sintoniza perfectamente” con una “preocupación” que el Ejecutivo de Urkullu ha expresado en “numerosas ocasiones”, en el sentido de que las iniciativas del Gobierno central “redundan el perjuicios del espacio de las comunidades autónomas y que están desfigurando literalmente nuestro autogobierno”. “Son medidas legislativas, ejecutivas, organizativas de todo tipo que erosionan de modo sistemático el edificio del autogobierno”, resumió.
No descartó la posibilidad de plantear iniciativas judiciales compartidas, aunque no quiso anticipar este supuesto porque deben contar con el respaldo y “visto bueno” de los servicios jurídicos de cada gobierno.
Gobierno “obsesionado” No obstante, Josu Erkoreka manifestó que se muestran dispuestos a analizar conjuntamente proyectos de ley o leyes formalmente aprobadas por las Cortes Generales “vulneradoras” de las respectivas competencias y plantear así recursos de inconstitucionalidad u otras iniciativas al margen de tribunales y órganos judiciales. “Estamos unidos en un proceso de progresiva erosión y deterioro irreversible de los espacios de autogobierno de ambas comunidades autónomas, por parte de un gobierno obsesionado con la recopilación de los poderes perdidos”, resumió.
La vicepresidenta Ortega, por su lado, apoyó la ocasión de emprender iniciativas conjuntas que permitan a las dos comunidades “incidir en la necesidad de respeto” del autogobierno y a las leyes que emanan de los respectivos estatutos de autonomía. Criticó al respecto la “política cada vez más centralizadora y uniformadora” del Gobierno de Rajoy, que tildó de “vulneración constante de las competencias de las diferentes autonomías”. “Estamos viviendo el momento más álgido en la conflictividad entre los gobiernos español y catalán, con iniciativas que el Gobierno central toma bajo el paraguas de la crisis con el único sentido de laminar constantemente la autonomía”, argumentó.