Bruselas/Bagdad - La Unión Europea no logró consensuar ayer una respuesta conjunta a la petición urgente de apoyo militar por parte de las autoridades del Kurdistán iraquí para hacer frente a los yihadistas del Estado Islámico (EI). Los Veintiocho se limitaron a recordar que corresponde a los estados miembros tomar la decisión de exportar armas a Irak para entregárselas a los kurdos, siempre y cuando responda a una petición de las autoridades iraquíes y esté en línea con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. “Exportar armas es competencia de los Estados miembros”, indicó en la rueda de prensa diaria el portavoz comunitario de Exteriores, Sébastien Brabant.

Francia tomó nota y anunció el envío de armas “en las próximas horas” en coordinación con las autoridades de Bagdad. La decisión se ha tomado “para responder a las necesidades urgentes expresadas por las autoridades regionales del Kurdistán”, indicó el Palacio del Elíseo en una nota de prensa. El pasado día 7, en una conversación telefónica con el presidente de la región autónoma del Kurdistán, Maus Barzani, Hollande confirmó la disponibilidad de Francia para ofrecer apoyo “a las fuerzas que participan en ese combate”. Conforme a lo expresado entonces, según el comunicado, “Francia ha tomado desde hace varios días las disposiciones necesarias para apoyar la capacidad operativa de las fuerzas” implicadas en la lucha contra el EI. “Debe mantenerse la movilización en favor del Kurdistán y en beneficio de todo Irak. La coordinación de la ayuda internacional es esencial”, añade la nota de la Presidencia francesa, en la que se reitera el apoyo del país al primer ministro designado de Irak, el chií Haidar al Abadi.

La Unión Europea está dividida sobre este tema. Italia, Holanda y República Checa también se mostraron a favor del envió de armas a Irak, frente las reticencias de Alemania. Mientras, el Reino Unido anunció su contribución a una misión internacional para rescatar a los yazidíes atrapados en el norte del país y ayudará a transportar municiones para las fuerzas kurdas. El primer ministro británico, David Cameron, señaló ayer que hay planes detallados en marcha para sacar a los yazidíes de la zona montañosa del Kurdistán iraquí donde han sido cercados por el EI, pero añadió que, “por razones obvias”, no podía ser más preciso.

El jefe de Gobierno británico afirmó además que Londres “está desempeñando un papel para ayudar” a que las fuerzas kurdas consigan “municiones”, pues “lo que necesitan son municiones y armas como las que han estado utilizando y eso es lo que les está siendo entregado”. El político conservador presidió ayer en Londres una reunión del comité de emergencia Cobra tras regresar de sus vacaciones en Portugal un día antes de lo previsto para estudiar la respuesta a la crisis en el norte de Irak. Londres descarta intervenir en Irak, pero en los últimos días ha incrementado su implicación militar en el conflicto con el despliegue de cazas Tornado y helicópteros Chinook, y la decisión de transportar suministros militares de otros países para las fuerzas kurdas que combaten a los yihadistas.

Un portavoz oficial británico dijo el martes que Londres “transportará desde otros Estados suministros militares clave para las fuerzas kurdas, de forma que puedan ofrecer una protección efectiva del Estado Islámico al alto número de refugiados”. Ante las peticiones para que apoye los ataques aéreos de Washington sobre las fuerzas del Estado Islámico, Cameron volvió a descartar ayer una intervención militar en el conflicto y señaló que la implicación británica se reduce a una operación humanitaria.

Al Maliki no dimite Mientras la crisis política interna iraquí se acentúa. El primer ministro saliente, Nuri al Maliki, anunció en su discurso semanal televisado que no dejará el cargo y que su Gobierno “no cesará ni será reemplazado a menos que el Tribunal Supremo Federal emita una resolución que así lo ordene”. Al Maliki confió en que todas las partes se comprometan con la ley y la Constitución “para no causar más disturbios”. “Pido a todos los bloques políticos que anuncien su rechazo a la actual violación de la Constitución, si se preocupan por la estabilidad de Irak”, manifestó Al Maliki. El primer ministro saliente reiteró su llamamiento a las fuerzas de seguridad de Irak para que se mantengan al margen de la crisis política para ceder el paso al Tribunal Supremo Federal -la máxima autoridad judicial del país- y para dedicarse a defender al país.

El nuevo presidente iraquí, el kurdo Fuad Masum, encargó el pasado domingo al chií Al Abadi la formación de un nuevo Gobierno en el país árabe que sustituya al de Al Maliki, un movimiento apoyado tanto por Estados Unidos como por Irán, antiguos aliados del primer ministro saliente. En este sentido, Washington apeló ayer a Al Maliki a “respetar el proceso” de formación del nuevo Gobierno. “Nuestro mensaje a Al Maliki y a los otros líderes de Irak es que este es el proceso que cumple con lo dispuesto en la Constitución de Irak. Él tiene que respetar ese proceso y dejar que siga adelante”, apuntó el asesor adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, en una conferencia de prensa.

El levantamiento insurgente suní en el norte de Irak ha dejado fuera del control del Gobierno central buena parte del país y ha provocado una crisis política que complicó la reelección de las nuevas autoridades iraquíes, que debían nombrarse tras los comicios parlamentarios celebrados el pasado mes de abril. - Efe