El jefe de la Unidad de Análisis y Seguimiento de las Emergencias ha afirmado que la exconsellera de Justicia e Interior Salomé Pradas le dio redactado el mensaje del Es Alert sobre las 19.45 horas y, posteriormente, le ordenó no mandarlo hasta su "visto bueno". Se remitió a la población a las 20.11 horas.
Así se ha pronunciado este testigo ante la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Catarroja (Valencia), encargada de investigar la gestión de la catastrófica dana del pasado 29 de octubre. En el procedimiento hay dos investigados: Pradas y su exnúmero dos, Emilio Argüeso.
INVESTIGACIÓN
El testigo, funcionario de carrera y técnico facultativo de Protección Civil, ha explicado que el 29 de octubre llegó a su puesto de trabajo a las 7 horas y permaneció allí hasta las 23 horas aproximadamente.
Ha afirmado que desde el domingo ya tenían avisos de Aemet por las lluvias y a las 6.30 del día 29 fue cuando se produjeron unas precipitaciones intensas y se envió un aviso naranja para la zona de la Ribera Alta. Los envíos, ha concretado, se realizan por fax, correo electrónico o por teléfono a las personas designadas en cada municipio.
También, ha dicho, se envía un mensaje a alcaldes, concejales y personal de seguridad con una breve descripción de la alerta y un enlace para acceder a la información. "En función de esa información ellos deben saber qué tienen que hacer y qué medidas preventivas tienen que poner en marcha", ha expuesto. A esa hora --6.30--, ha dicho, no hubo llamadas de auxilio de personas al '112' en esa zona ni en ninguna otra.
Una hora más tarde, a las 7.30 horas, recibieron otra modificación de la predicción y activaron la alerta roja en el litoral sur de Valencia y, posteriormente, al interior norte, litoral norte y sur. "Hubo muchos cambios bruscos de unas horas a otras", ha afirmado, para considerar que no era una buena predicción.
Durante el día se iban haciendo informes de seguimiento con todas las modificaciones, registros e incidencias en los servicios básicos, ha enumerado. También se especificaba en los mismos si había activaciones de los caudales.
A partir de las 11 horas, ha explicado, se activaron los mensajes por caudales, el Río Magro y el barranco del Poyo. A través de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) empezaron a llegar los primeros avisos. "El primero era muy radical, en el caso de Chiva, y en la rambla del Poyo eran 300 y pico metros cúbicos por segundo y podía ser ascendente. Luego en otros avisos parecía descender. Con el Magro ocurrió algo similar", ha señalado.
Así, el testigo ha comentado que la alerta hidrológica se mandó entre las 11.30 y las 12.15 horas para ambos. Y se declaró la situación de emergencia 1, ha especificado.
Ha contado que un predictor de Aemet le dijo que la tormenta se desplazaba hacia la Serranía de Cuenca sobre las 16.30 horas y él no se lo comentó a nadie al no darle ninguna importancia. Al respecto, la jueza le ha preguntado por el motivo por el que coincide esta manifestación con las palabras del presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, a lo que ha respondido que ni siquiera sabía en ese momento que había dicho el 'president' porque él estaba a lo suyo.
CECOPI Y MENSAJE
El testigo ha explicado que el Cecopi se convocó a media tarde pero a las 15 horas ya sabían que se iba a hacer por la situación en la zona de Utiel.
Sobre el mensaje del Es Alert, ha comentado que no sabe quién tomó la decisión de redactarlo y ha indicado que venía de la consellera y él solo lo transcribió y lo pasó al valenciano y al inglés. Pero desconoce de donde venía el contenido.
Ha aseverado que Pradas llegó sobre las 19.45 horas con la redacción del mensaje, con un contenido genérico para toda la provincia. Después de dictárselo, se fue y dijo que no se enviara hasta que no volviera para dar su "visto bueno". Salió de la Sala y después de cinco o diez minutos ya dijo que se mandara, ha narrado.
En ese momento los miembros del Cecopi seguían reunidos y la Sala era una "locura" porque no daban a basto. Era imposible de gestionar, ha dicho, "había pitidos constantes con casos que eran imposibles de gestionar. Fue a partir de las 18.30 horas cuando empezó a ser una locura", ha dicho.