gasteiz - Nueve días después de cesar al asesor de víctimas Txema Urkijo, el lehendakari ha optado por buscar dentro de casa el relevo para cubrir esta vacante con dos perfiles muy diferentes que estarán bajo el mando de la directora del área, Monika Hernando, y a los que une "la sensibilidad, el compromiso y la trayectoria", según expuso ayer en el Parlamento Vasco, Iñigo Urkullu.

Aintzane Ezenarro, exparlamentaria y actual asesora en el programa de víctimas educadoras en las aulas, y Enrique Ullibarriarana, técnico responsable de la asistencia a este colectivo desde hace un cuarto de siglo, son los profesionales elegidos por el jefe del Ejecutivo autonómico y el secretario general del área de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, para "reforzar" esta labor que se ha visto salpicada por las críticas de la oposición a raíz del despido de Urkijo debido a las diferencias en la "metodología" de trabajo, según admitieron ambas partes.

Se abre una nueva etapa en la que desde el Gobierno Vasco no quieren que cualquier atisbo de fricción interna pueda afectar al trabajo de la Secretaría de Paz y Convivencia, uno de los tres ejes fundamentales sobre los que Urkullu cimentó su programa electoral al inicio de la legislatura.

Así las cosas, desde el Ejecutivo se limitará la exposición pública de las nuevas incorporaciones, que en la mayoría de los casos recaerá sobre su superiora directa, la directora de Víctimas y Derechos Humanos, Monika Hernando, la mano derecha de Fernández que gana relevancia con la marcha de Urkijo. El objetivo es que Ezenarro y Ullibarriarana tengan la posibilidad de completar un trabajo, que en breve iniciarán a través de una ronda de contactos con las diferentes asociaciones de damnificados, beneficiado por el parapeto mediático que ejercía Fernández y que ahora también asumirá Hernando.

Ezenarro compaginará sus nuevas responsabilidades con el trabajo al frente del programa Adi-Adian que desde el inicio de la legislatura ha llevado a las víctimas del terrorismo a prestar su testimonio en las aulas, al igual que se venía haciendo hasta ahora por las anteriores administraciones. "Estará a disposición plena de Hernando", enfatizan desde Lehendakaritza.

Este área regirá ahora el trabajo de la exparlamentaria en lugar de depender del Departamento de Educación, como venía sucediendo. Esta circunstancia que no ha impedido, aseguran desde el Gobierno Vasco, que Jonan Fernández haya estado "constantemente encima" del trabajo realizado por Ezenarro, lo que garantiza la "buena relación profesional" entre ambos, un conocimiento mutuo que se afianzó durante la etapa que compartieron en la plataforma social Elkarri.

Ullibarriarana, por su parte, es desde hace 25 años "el primero en coger el teléfono" a las víctimas que se ponen en contacto con la Administración pública vasca, según apuntan desde Lehendakaritza. Su trabajo asistencial de carácter estrictamente técnico se verá alterado a partir de ahora con su proyección pública, una realidad que tampoco le es ajena ya que ha sido alcalde de su Aramaio natal. Al cargo accedió liderando una plancha independiente.

Entre las reacciones de la oposición, ayer no había lugar para los elogios que desde todas las bancadas, salvo la de EH Bildu, ha recibido Ezenarro por su participación activa en la constitución de la ponencia que, la anterior legislatura, acordó el "suelo ético" sobre el que sustentar futuros acuerdos en la pacificación y la convivencia, una decisión que supuso la expulsión de la exparlamentaria de Aralar.

En opinión del PSE, su designación y la de Ullibarriarana confirman la apuesta del lehendakari por la estrategia de Jonan Fernández al tratarse de dos personas de "la máxima confianza" del secretario general, quien ha trazado unas líneas que los socialistas "no comparten", según expuso en nombre de esta bancada Rodolfo Ares.

En esta misma línea crítica, el portavoz del PP en la Cámara vasca, Borja Sémper, lamentó que Urkullu no se decidiera por incorporar a una víctima del terrorismo a este equipo de trabajo y valoró que los cambios "escoran" al Ejecutivo autonómico. Desde esta misma formación, Carmelo Barrio pidió al lehendakari que "disuelva" la Secretaría de Paz y Convivencia.

La asociación de víctimas Covite, por su parte, quiere que el cambio que se produzca sea al más alto nivel y que Jonan Fernández abandone su puesto en favor del exconsejero y exmilitante del PNV Joseba Arregi.

Personal. Nació en la localidad guipuzcoana de Getaria en 1971.

Trayectoria. Comenzó su vinculación con las víctimas desde sus inicios políticos como juntera en 2003. Desde 2005 hasta 2012 participó en la Comisión de Derechos Humanos en calidad de parlamentaria. En la Cámara vasca respaldó la consecución de un "suelo ético" en la Ponencia de Paz y Convivencia, lo que motivó la expulsión de su partido, Aralar. Desde junio de 2013 colabora como asesora en el programa Adi-Adian que agrupa a las víctimas educadoras en las aulas.

Personal. Nació en la localidad alavesa de Aramaio en 1961.

Trayectoria. Funcionario del Gobierno Vasco, desde 1990 inició su trabajo de técnico asistencial con las víctimas. "Es la primera persona en cogerles el teléfono", definen en Lakua. Fue alcalde de su localidad natal al frente de una lista independiente.