Bilbao. La gestión del nuevo tiempo sin ETA sigue distanciando al PP de determinados colectivos de víctimas, que demandan mayor contundencia si cabe contra la organización y que la política de Madrid no se mueva un milímetro pese al cese de la violencia. La excarcelación de más de sesenta presos tras el varapalo contra la doctrina Parot fue la gota que colmó el vaso, y desembocó en una manifestación a la que se sumó el PP, aunque no pudo evitar ser increpado por buena parte de los congregados. Si bien Mari Mar Blanco se mantiene fiel a la formación de su hermano, en los últimos años los populares han visto cómo se alejaban de sus filas símbolos como el exfuncionario de prisiones secuestrado por ETA José Antonio Ortega Lara, que para mayor incomodidad del PP ha impulsado el partido Vox. UPyD también tantea a los descontentos, y ya sedujo en 2012 a Consuelo, la hermana de Gregorio Ordóñez. Precisamente el decimonoveno aniversario de la muerte del concejal donostiarra ha abonado una nueva polémica. Los populares han organizado para hoy un acto de partido que no contará con la hermana de Ordóñez, que englobará a varias víctimas de centro-derecha, y que tendrá lugar en la misma localidad y tan solo una hora después del homenaje tributado por la familia, lo que ha sido interpretado como una contraprogramación. El PP lo negó ayer y reivindicó su derecho a recordar a las víctimas. Además, enviará una delegación de alto nivel al homenaje de los allegados.
El secretario general del PP de la CAV, Iñaki Oyarzábal, explicó ayer que, si su formación hubiera conocido la hora del homenaje familiar con suficiente antelación, hubiera movido su acto de partido. También explicó la ausencia de familiares de Ordóñez en su acto. En una rueda de prensa en Gasteiz, argumentó que el PP ha invitado a la viuda del popular, Ana Iríbar, que sin embargo se encuentra fuera del Estado. Consuelo Ordóñez, por su parte, habría condicionado su asistencia a tomar la palabra, pero el PP no accedió porque no consideraba oportuno que una simpatizante de UPyD pronunciara un discurso en un acto de partido. Al margen de la explicación oficial, es sobradamente conocido que ambas se han distanciado de la formación. Ana Iríbar dijo ayer en una entrevista con El Diario Vasco que no piensa votar otra vez al PP, y Consuelo Ordóñez también ha criticado más de una vez a Rajoy como presidenta de Covite. Con esos mimbres, cabía augurar que pusieran en apuros a Arantza Quiroga si tomaran la palabra en el acto.
Aún cabe la posibilidad de que lancen mensajes incómodos para el PP en el homenaje organizado por la familia -y en el que estará presente la cúpula popular, que tendría que soportar el chaparrón-, pero al menos la formación podrá desquitarse una hora después en su propio acto, arropada por los suyos, donde tendrá todo el protagonismo, y donde podrá lanzar su propio mensaje sobre el papel del PP en defensa de las víctimas. En concreto, el homenaje de los familiares tendrá lugar a las 17.00 horas en el cementerio donostiarra de Polloe, al que además del PP acudirán UPyD y Santiago Abascal, ahora integrante de Vox. Una hora después, los populares recordarán en el Kursaal a los concejales de UCD, Alianza Popular y PP que hayan sido víctimas de ETA. Ayer mismo, minutos antes de acudir al tributo a Ordóñez en Madrid, Esperanza Aguirre llamó a "rearmarse ideológicamente" para recuperar a quienes se han alejado de la formación.
El partido ya tuvo que tragar saliva en el homenaje del pasado año. Aunque el responso en Polloe transcurrió sin sobresaltos, el acto posterior convocado por la Fundación Gregorio Ordóñez y su patrona María San Gil sirvió para que la expresidenta del PP de la CAV, referente del sector más inflexible del partido, lanzara un dardo a sus excompañeros. En concreto, pidió "dignidad" a quienes se hacen fotos con Bildu y la tratan de igual a igual. Al acto de Polloe acudieron los principales dirigentes, mientras al de San Gil asistieron cargos menores.
Oyarzábal, que ya fue increpado con Quiroga en la manifestación de la doctrina Parot, reconoció que a su partido le gustaría "explicar mejor" sus políticas contra ETA para "reconducir la situación", pero matizó que el PP tiene "legitimidad" para reivindicar la figura de Ordóñez. "Le asesinaron por ser del PP", zanjó. Quiso dejar claro que "nadie" puede arrebatar al partido la posibilidad de seguir defendiendo, "como compañeros de Gregorio Ordóñez", su legado político.
Fuentes del partido puntualizaron a DNA que "no hay ningún conflicto", sino que la ausencia de Consuelo Ordóñez sería lógica y habría que verla con normalidad. En concreto, matizan que el Kursaal acogerá un acto de partido, y que la hermana de la víctima no es del PP; además, no se centrará exclusivamente en Gregorio Ordóñez, sino en otras víctimas. "Se puso el acto en su conocimiento, y ella manifiesta que no quiere ir porque allí intervendrán personas del PP. Tampoco intervendrán ni Rosa Díez, ni Gorka Maneiro [los dos de UPyD], ni la viuda de Goikoetxea, del PNV, ni la familia de Fernando Buesa, del PSE", argumentan. Además, creen significativo que el partido sí acuda al acto de la familia, y con una delegación de primer nivel encabezada por la presidenta Arantza Quiroga, el propio Oyarzábal, Borja Sémper y Antón Damborenea.
un referente La controversia resultaría especialmente dolorosa para el partido, ya que Ordóñez es todo un símbolo para el PP. Despuntó por su contundencia contra ETA y nunca huyó de significarse políticamente en las cuestiones más espinosas y en los años más duros y marcados por la violencia. La organización acabó con su vida a disparos en 1995, en un restaurante, y ante la propia San Gil. La polémica evidencia las tensiones entre el PP y algunas víctimas, que entienden que Rajoy peca de tibieza; pero sobre todo pone al descubierto la incomodidad de algunos sectores con la línea más abierta que comenzó a impulsar Antonio Basagoiti en la CAV tras el adiós de San Gil, aunque siga sin reunirse con Sortu.