Barcelona. Las elecciones europeas previstas para el próximo 25 de mayo, las primarias dentro del PSOE, con fecha aún por decidir, y la consulta soberanista catalana que, se celebre o no, está anunciada para el 9 de noviembre, son las citas políticas de un 2014 que el Gobierno español augura que traerá la salida de la crisis.
La elección de los representantes estatales en el Parlamento Europeo es la primera cita con las urnas tras las elecciones generales de 2011 y supondrá por tanto el primer examen para el Gobierno de Mariano Rajoy, que a nivel interno goza de la mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados. Estos comicios cobran especial relevancia no solo por las nuevas competencias del Parlamento Europeo o por la importancia que las decisiones de la UE tienen sobre cada país, sino también porque los partidos compiten con una única lista, por una sola circunscripción, y todo el voto a unas siglas se concentra. Todo un desafío tanto para las dos grandes formaciones -PP y PSOE-, que ven amenazada su hegemonía, como para las dos formaciones a las que todas las encuestas auguran importantes subidas: IU y UPyD.
Pero antes de que llegue esa convocatoria esperan otras citas que marcarán la ruta del debate político este año. En pocos días, en concreto el próximo día 18, el PSOE tiene previsto un importante Comité Federal del que saldrá el calendario de las primarias en las que se elegirá el candidato del partido a presidente del Gobierno.
Serán unas primarias abiertas a las que no se sabe aún si se presentará el secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, ni tampoco quiénes serían, en caso de que lo hiciera, sus contrincantes. En los últimos meses dos nombres han copado las quinielas: Patxi López y Eduardo Madina. Sin embargo, ni uno ni otro han desvelado sus intenciones. Además, la marcha de la Junta de Andalucía de José Antonio Griñán abrió la puerta a una figura emergente, Susana Díaz. No obstante, la actual presidenta andaluza ya ha anunciado que no opta a la dirección de la formación socialista a nivel estatal. Si a nivel mediático Díaz ha adquirido una gran relevancia, otra cosa es el grado de adhesión a nivel interno del PSOE.
El PP también tiene intención de empezar con fuerza 2014, toda vez que 2013 ha sido su año más duro, tras haberle explotado en las manos el caso Bárcenas y la supuesta contabilidad B de la formación de Génova, lo que ha centrando el debate político. Los populares se afanarán en poner en valor las reformas del Gobierno Rajoy y las mejoras económicas y con ese aval celebrarán su Convención Nacional, que en principio iba a ser en enero aunque se retrasará ante la cargada agenda internacional de Mariano Rajoy -con visita a la Casa Blanca incluida- en las primeras semanas del año.
Además, el debate de Política General que se celebrará en febrero marcará la agenda de Rajoy para afrontar la confección de las listas al Parlamento Europeo.
Frente común Y aunque populares y socialistas llevarán caminos distintos en casi todos los temas estatales y de cara a las europeas, ambos partidos seguirán en 2014 haciendo frente común contra la aspiración soberanista de Catalunya. La consulta está convocada para el 9 de noviembre pero ya mucho antes de esa fecha habrá un rechazo formal a su celebración. Y será en el Congreso de los Diputados. Esta misma semana, en la rueda de prensa para analizar el año recién concluido, Mariano Rajoy se comprometió a "trabajar sin descanso" para evitar que se produzca la consulta.
En esta cuestión los dos grandes partidos estatales, PP y PSOE, van de la mano y cuando llegue la propuesta que consensúen los partidarios de la consulta en el Parlament catalán o bien porque se debata antes una iniciativa por parte de esos mismos partidos en la Cámara Baja, lo que está claro es que contará con los votos negativos del PP y del PSOE, a los que se unirán los de UPyD.
Las elecciones, las primarias y la consulta son citas ya anunciadas, pero a este año político les esperan muchas otras más. No hay que olvidar, por ejemplo, los intensos debates que albergará el Congreso en cuestiones como la de la reforma de la ley del aborto, que cuenta con el rechazo total de la oposición. También tendrán un arduo debate otras iniciativas como el paquete de medidas de regeneración democrática, con el que el Gobierno español promete hacer más difícil la corrupción, en un momento en el que dicha corrupción ha dañado la imagen de casi todos y ha ensanchado la brecha entre los políticos y los ciudadanos. Y es que habrá que ver si en éstas y otras citas de 2014 los partidos y los políticos consiguen reducir la elevadísima desafección ciudadana hacia ellos.