vitoria. La derogación del Día de Euskadi abre las puertas del calendario festivo al 25 de julio. Esta es, al menos, la apuesta del Ejecutivo autonómico, la institución encargada de buscar relevo al 25 de octubre después de que el Parlamento Vasco pusiera fin ayer a esta celebración consensuada por PSE y PP.
Los 27 votos del PNV y seis de los 21 sufragios de EH Bildu sirvieron para enterrar una ley aprobada hace tres años, aunque no resolvieron la duda sobre qué día ocupará este lugar. La coalición soberanista apostó por el 3 de diciembre, Día Internacional del Euskera y festividad de San Francisco Javier - patrón de la Comunidad Foral de Navarra-, como alternativa para unificar la celebración en Hego Euskal Herria, pero no logró los apoyos necesarios para sacar adelante esta propuesta, lo que provocó la división de sufragios en las filas abertzales.
En nombre del Gobierno Vasco, el consejero de Empleo y Asuntos Sociales, Juan María Aburto, avanzó que a partir de ahora se abre un periodo de consultas en el que el Gabinete Urkullu escuchará a diversos agentes relacionados con este asunto, como el Consejo de Relaciones Laborales, el Consejo Económico y Social o el Secretariado Interdiocesano, para intentar buscar una salida que trastoque lo mínimo posible un calendario laboral aprobado hace más de un mes.
Así las cosas, el 25 de julio, día de Santiago, parece una jornada "correcta" al Gobierno Vasco, que valora su ubicación en el mapa, un viernes en 2014 que, según recalcó Aburto, "no afectará a ningún puente". Pero, sobre todo, parece que el Ejecutivo pondrá en valor las voces que desde Gasteiz han solicitado conceder carácter festivo a la celebración del Día del Blusa.
Aburto confía en que la decisión final se ratifique antes de que finalice el año a través de la publicación de un decreto cuya elaboración recae sobre el Gobierno Vasco. El consejero de Empleo y Asuntos Sociales aclaró que la ley aprobada ayer en la Cámara vasca elimina el "soporte legal" sobre el que se sustentaba esta norma, pero además hizo especial hincapié en las diferentes perspectivas políticas que, hoy por hoy, dificultan la recuperación del Día de Euskadi. Así lo demostró el breve debate -los grupos solo hicieron uso del turno de explicación de voto- en el que cada bancada reiteró sus posiciones sobre esta materia.
El exlehendakari Patxi López cogió las riendas del mensaje socialista en un gesto simbólico con el que puso en valor, una vez más, la importancia que para el PSE reside en el Estatuto de Autonomía como lugar común de los vascos y origen del autogobierno actual.
En su ofensiva al Gobierno Vasco, el líder socialista también destacó que la primera ley aprobada en la presente legislatura haya servido para derogar una norma del anterior periodo parlamentario en lugar de hacer frente a la crisis. Idéntico argumento crítico empleo en nombre del PP Borja Sémper, el partido que impulso el Día de Euskadi y que al calor del pacto por el cambio logró los apoyos necesarios de la bancada socialista para sacar adelante la iniciativa.
El portavoz del PNV, Joseba Egibar, recordó a ambos que en las urgencias legislativas el PSE también priorizó este asunto, ya que la ley sobre la que se fijó el Día de Euskadi fue la segunda norma aprobada por el Gabinete López allá por abril de 2010.