Vitoria. El Gobierno Vasco reembolsará con efecto retroactivo a más de medio millón de vascos, -en concreto a 546.374-, lo gastado por el copago en productos de farmacia. Fundamentalmente devolverá lo abonado a pensionistas con tarjeta sanitaria y rentas anuales inferiores a los 18.000 euros. Desde el pasado 1 de julio, este colectivo paga un máximo de 8,14 euros al mes por sus recetas. Pero el Ejecutivo de Iñigo Urkullu también incluirá a los parados que hayan perdido todas las prestaciones o a las personas sin recursos pero con tarjeta sanitaria. Para reembolsarles este dinero, el Gobierno Vasco aprobará un decreto que regulará la compensación en forma de ayuda. En total, 18 millones para resarcir a las personas más vulnerables económicamente.
Mientras Lakua sigue defendiendo las competencias sanitarias propias por vías políticas y jurídicas, el decreto -que previsiblemente se aprobará el próximo 12 de noviembre-, pretende neutralizar el modelo de copago farmacéutico impulsado por el Gobierno central, que supone un encarecimiento de la factura de las medicinas para numerosos ciudadanos.
Seguridad jurídica Para esquivar el más que previsible recurso que el Gobierno del PP interpondrá ante el Tribunal Constitucional, -lo que supondría su suspensión-, estas prestaciones se articularán como ayuda social dentro del apartado de prestaciones para las personas con rentas bajas. Para el consejero de Salud, Jon Darpón, "el decreto de ayudas y las consignaciones presupuestarias previstas a tal efecto, son la vía legal adecuada para tratar de responder al copago farmacéutico". Sin embargo, eso no blinda las compensaciones ya que el Gobierno de Rajoy puede impugnar el decreto ante los tribunales para paralizar su ejecución.
Esta fórmula de repago preocupa de forma grave a un gran número de población de la tercera edad ya que se calcula que alrededor de 300.000 pensionistas cobran en la CAV menos de 700 euros al mes. De hecho, el presidente de la Asociación Pentsionistak Martxan de Bizkaia ha solicitado una comparecencia en comisión en el Parlamento Vasco para dar a conocer el agravio económico que supone tener que abonar una parte de los fármacos.
Las retribuciones se realizarán tras una petición previa de los interesados y una vez acrediten el cumplimiento de los requisitos. Es decir, tendrán que abonar en la farmacia el pago correspondiente de sus medicamentos y solicitar después su reembolso. El plazo será de seis meses desde la fecha en que la solicitud haya tenido entrada. Esta compensación, además, será compatible con la recepción de otras ayudas. Aunque el decreto se encuentra todavía en fase de alegaciones, Darpón ha expuesto algunos detalles en respuesta parlamentaria, aclarando que 546.374 personas serán los potenciales beneficiarios de las ayudas y estimando el coste anual para las arcas públicas en 18 millones de euros, prácticamente el mismo importe que lo ingresado.
El PSE-EE, por su parte, ha pedido en la Cámara vasca a través de la parlamentaria Blanca Roncal, que se simplifique el procedimiento para acceder a las ayudas, dado que "se carga la responsabilidad sobre el usuario de forma farragosa". Propone que, "si no es posible hacer la compensación de forma automática, se haga en la liquidación mensual y se reintegre la cantidad que deba ser compensada".