BARCELONA. Según han confirmado los Mossos d'Esquadra, los agentes acudieron al domicilio que padre e hija compartían en la calle de Navarra por un requerimiento de malos olores y allí encontraron, primero, el cuerpo de la mujer y, luego, el del padre, en otra habitación.
Aunque todavía no se han dado a conocer los resultados de la autopsia, todo indica que ambos habían fallecido por causas naturales, la mujer hace un mes y el padre hace un año, por lo que el cuerpo se encontraba en avanzado estado de descomposición.
Según publica el diario Regió7, la mujer, de 37 años, había ocultado el cadáver del padre en una habitación y ya había recibido la visita de los Mossos el verano pasado por otro requerimiento de malos olores.
En aquella ocasión, la mujer contó a los agentes que su padre se había ido a vivir a su pueblo natal de Aragón, aunque el reciente descubrimiento hace pensar que el cadáver ya estaba ahí durante aquella visita en la que los Mossos no pudieron registrar la vivienda porque no tenían orden judicial.
El Ayuntamiento de Manresa ha explicado que los Servicios Sociales detectaron, hace meses, que la mujer tenía problemas y le ofrecieron ayuda "insistentemente", aunque solo consiguieron hablar con ella una vez y la rechazó diciendo que estaba bien.