GIGANTES seres de fantasía, penados camino del cadalso y hechiceras llenaron de color , el pasado viernes, las calles de un casco histórico vitoriano más pegado al Medievo que nunca. La XII edición del Mercado Medieval vitoriano arrancó con temperaturas propias del infierno de Dante que ya ayer bajaron hasta niveles más habituales en esta época del año.
El sábado, pues, ya no era tan apacible, pero el colorido era el mismo, y mayor si cabe que en ediciones anteriores. Es así porque en esta ocasión a los espectáculos tradicionales de esta cita se han sumado las actuaciones itinerantes por todo el mercado, así como en la Plaza de Villa Suso, y el concierto en la Plaza del Machete a cargo del grupo francés Entr'Act. Además, la plaza de las Burullerías es durante este fin de semana el emplazamiento de un campamento histórico montado por los Caballeros Dandelión.
El regreso al pasado en la ciudad, por estas fechas, es ya todo un clásico y el programa de disfrute suele ser muy similar entre todos los visitantes. Lo primero, darse una vuelta por los 267 puestos, 122 de ellos de artesanos artísticos, 56 de alimentación y restauración, 3 jaimas donde se sirve té y 20 talleres de oficios. Además, los comerciantes del Casco Medieval han instalado 50 puestos en las calles Las Escuelas y Cuesta de San Vicente.
El resultado de todo este esfuerzo es un impresionante viaje a la Gasteiz medieval, una recreación fiel donde las aves rapaces, los coloridos estandartes y los trajes de época retrotraen a los tiempos en los que la villa fundada por Sancho El Sabio era un cruce de caminos, como hoy, que favoreció el nacimiento de su vocación comercial.
Y aún resta la jornada del domingo para apurar las últimas horas en este escenario de película, un lugar donde comer, bailar, aprender viejas actividades hoy casi perdidas y disfrutar de un domingo a la más antigua usanza.