el cairo. La respuesta del régimen sirio a la decisión del Gobierno de Estados Unidos de castigar el empleo de armas químicas consistió en elevar el tono bélico y asegurar que "Siria es capaz de hacer frente a cualquier agresión extranjera, al igual que hace con la agresión interior, y logra victorias para recuperar la seguridad y la estabilidad en el país". Mientras Bashar al Asad reiteraba que seguirá su "lucha contra el terrorismo", pese a las amenazas de Estados Unidos, la Liga Árabe abordó el conflicto sin una postura única. La mayoría de países apoyan una línea dura contra el régimen de Bashar al Asad, pero Argelia, Irak y el Líbano la rechazan.
En la conferencia extraordinaria de ministros de Exteriores de la Liga Árabe celebrada ayer en El Cairo, los ministros de Egipto y Argelia sostuvieron que solo se puede dar una intervención militar en Siria con un mandato de Naciones Unidas. Además, apelaron a Estados Unidos para que espere el informe de los expertos en armas químicas que investigaron el supuesto ataque con gas venenoso en las afueras de Damasco. Según dijo previamente el ministro de Exteriores egipcio, Nabil Fahmi, los países árabes no presentarán una iniciativa de paz propia para solucionar el conflicto sirio. Su colega saudí, el príncipe Saud al Faisal, consideró que es el momento de adoptar "una medida firme" frente al régimen sirio y apoyó las demandas de los opositores a que se tomen "todas las medidas disponibles" para frenar la agresión. Al Faisal anunció el apoyo saudí a una intervención militar internacional contra el régimen sirio. "Ya no aceptamos un Consejo de Seguridad de la ONU restringido por el veto de Rusia y China", dijo el saudí, quien apoyó la intervención militar anunciada por el presidente de EE.UU., Barack Obama, aunque sin aludir a ella de forma explícita. El príncipe Saud al Faisal pidió que no se compare el posible ataque de Estados Unidos contra Siria con las intervenciones en Irak o Afganistán. "Esta vez no habrá tropas terrestres, sino solo ataques con misiles", argumentó y añadió que Arabia Saudí "apoyará todo lo que sea voluntad del pueblo sirio".
Por su parte, el líder de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), Ahmad Yarba, instó a los países árabes a apoyar "una intervención militar contra la máquina de asesinatos y destrucción, y en favor del pueblo sirio". Yarba llamó a los países de la Liga Árabe a impedir que "el ejército de un asesino que utiliza a shabiha (sicarios) y mercenarios mate a un pueblo desarmado". "Todo lo que pido ahora es el apoyo árabe a una operación internacional contra la máquina de asesinatos y destrucción, un apoyo a una intervención militar en favor del pueblo sirio", dijo el opositor. Para ello, reclamó que los países miembros de la Liga Árabe pongan fin a "la injusticia contra el pueblo sirio tras la intervención de Irán y de las milicias (de Hizbulá)", y que permitan "al Ejército Libre Sirio (ELS) y al pueblo sirio limpiar el país". "Lo mínimo que espera de vosotros el pueblo sirio es que tengáis una postura diferente, por encima de la agenda de Occidente", agregó Yarba. El portavoz rebelde, Qasem Saadedin, anunció ayer en una entrevista que el Ejército Libre Sirio (ELS) planea lanzar una "ofensiva total" contra las posiciones militares del régimen sirio aprovechando un eventual ataque extranjero.
Ante el aumento de voces que reclaman una actuación rápida, el portavoz jefe de la ONU, Martin Nesirky, subrayó que solo su misión de expertos puede determinar "de forma imparcial y creíble" el posible uso de armas químicas en Siria sobre la base de evidencias recogidas sobre el terreno.
al asad impasible Frente al debate internacional sobre la respuesta que debe darse al uso de armas químicas contra su pueblo, el presidente sirio Bashar al Asad, que se entrevistó con el asesor de seguridad iraní Alaedin Boruyerdi, destacó que "las amenazas estadounidenses no van a hacer que Siria abandone sus principios y su lucha contra el terrorismo", del que acusa a los grupos rebeldes. En este sentido, Boruyerdi vaticinó que los "grandes perdedores de cualquier agresión extranjera contra Siria serán EEUU y sus agentes en la región, sobre todo la entidad sionista (Israel)". El alto responsable, que preside la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento iraní, viajó a Damasco para expresar el apoyo de Teherán al Gobierno sirio ante una probable intervención militar. Boruyerdi agregó que su país "no permitirá complots extranjeros contra la resistencia de Siria y contra la seguridad de los pueblos en la región". Siria e Irán mantienen desde la década de 1980 una alianza estratégica en el marco del denominado frente de la Resistencia a Israel, en el que se incluyen asimismo grupos como el chií libanés Hizbulá y el palestino Hamás.
Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que su país "está tranquilo y seguro de sí mismo" ante las "distintas posibilidades" respecto a Siria, para las cuales "está preparado" desde la madrugada del jueves pasado, cuando desplegó su sistema de seguridad antimisiles. "Los ciudadanos israelíes también deben saber que nuestros enemigos tienen muy buenas razones para no probar nuestra fuerza. Ellos saben por qué", indicó.