laudio/amurrio. No han pasado ni tres días desde que Llodio dijo adiós a sus fiestas patronales de San Roke, pero ayer el concejal de Festejos, Fontso Larrazabal y el propio alcalde, Natxo Urkixo, salieron a la palestra para hacer un "positivo" primer balance de las mismas, en todo caso "provisional" hasta que se reúna la comisión paritaria y realice una valoración en profundidad. Por encima de todo, tanto Larrazabal como Urkixo quisieron dar las gracias a todas las personas, cuadrillas, partidos y asociaciones que han participado en la organización de los 160 actos que se han disfrutado entre los días 15 y 25 e instaron a toda la población a tomar parte en la elaboración del programa del año próximo, para el que, según adelantó Urkixo, habrá menos presupuesto.
Por ello, el primer edil considera que "es momento de entrar a valorar la posibilidad de dar el salto a un cambio de modelo festivo", ya que del 15 al 31 de agosto son muchos días. No en vano, los festejos de Llodio se celebran en dos tandas. La que va del Día de la Virgen (15 de agosto) a San Roketzar (17 de agosto), que en 2014 caerán de viernes a domingo, y durante los cinco días previos al último domingo de agosto (Día de la Cofradía), que el año próximo será el día 31, dejando en medio nueve largos días de descanso. Con todo, Urkixo aclaró que "será algo que tendrá que decidir el pueblo", a lo que Larrazabal añadió que "tenemos un año para pensarlo bien entre todos, puesto que la Comisión se reunirá en breve. Para las de 2013 comenzamos a trabajar en octubre de 2012", remarcó, insistiendo en que se trata de una entidad "abierta a la participación de todos".
Y es que si hay algo que quisieron agradecer ayer desde el equipo de gobierno, en manos de Bildu, es que estas fiestas "han sido populares y participativas desde su elaboración hasta su disfrute", y así seguirá siendo. En este punto, quisieron dar las gracias a todos los vecinos y vecinas "porque han sabido responder con imaginación y ganas de fiesta a todas las citas, por encima de prohibiciones judiciales injustas", en clara referencia a la suspensión cautelar que impidió que el exalcalde, Pablo Gorostiaga, ejerciera su función de pregonero, tras ser elegido mediante un proceso de participación abierto a toda la población.
Por lo que respecta al programa en sí, tildaron de "gran acierto" las gradas cubiertas colocadas en la Herriko Plaza, pensando en el público de más edad. De igual forma, lanzaron un aplauso a la Comisión de txosnas "por todos los conciertos de gran nivel que han traído", a los hosteleros "por la multitud de actividades alternativas que han organizado en el centro urbano", así como a todas las cuadrillas y asociaciones que han organizado comidas populares.
amurrio Amurrio también perdió de vista a Iguarrako y con él sus fiestas patronales el pasado día 17 y, como Llodio, esperará a que se reúna la comisión de fiestas para hacer pública la valoración oficial de unos festejos que se han caracterizado por la ausencia de incidentes reseñables, un tiempo estupendo y un más que buen ambiente que, sobre todo, en la franja diurna se ha dejado notar con una mayor afluencia de público.
A ello han colaborado que jóvenes de ayer y cuadrillas compartieran jornada, que el mercado baserritarra se trasladara al Día de la Virgen o que hayan vuelto al calendario oficial los concursos gastronómicos de las campas de San Roke del último día de fiestas. A lo que hay que añadir el aumento de las verbenas de bailables dirigidas a las personas de mayor edad, las contrataciones de las formaciones musicales Vendetta y Huecco, o la organización de tres parques infantiles en lugar de uno.
Ahora es momento de esperar a las valoraciones tanto de las cuadrillas como de los hosteleros de la localidad alavesa. Eso sí, hay un asunto que la comisión de festejos deberá abordar en profundidad. Y ése no es otro que mantener la novedosa división de las celebraciones en dos periodos o volver al antiguo sistema de unas celebraciones ininterrumpidas. En este último caso, tampoco se descarta analizar la posibilidad de comprimir las tradicionales siete jornadas de jolgorio, de forma que población y visitantes podrían disfrutar de un periodo más corto, pero de mayor intensidad. El tiempo lo dirá.