Oion. La localidad de Oion se despertó ayer conmocionada por un dramático suceso, cuyas consecuencias aún se prolongarán en el tiempo y oscureció las celebraciones de las fiestas de Acción de Gracias. Según fuentes solventes, sobre las cinco de la mañana, una persona a la que se llama en Oion el gitano de la litrona estuvo en el pub La Taconera, un lugar de estancia habitual de muchas peñas oyonesas, organizando una trifulca en estado de embriaguez. Aunque lanzó amenazas contra quienes le reprocharon su actitud, lo cierto es que se marchó y a nadie se le ocurrió llamar a la Ertzaintza por si volvía.

Y así fue. Alrededor de las seis de la madrigada regresó al establecimiento y volvió a protagonizar altercados, y ante las peticiones de que se marchara sacó un cuchillo y trató de agredir a varias personas que estaban en el exterior del local. A quien alcanzó fue al camarero, Óscar Garrido Hoyos, de 24 años, a quien le produjo un corte en la cara, muy cerca del cuello, por el que sangró profundamente, y posteriormente abandonó el lugar.

Desde el establecimiento se llamó a los servicios de emergencias, que tardaron en llegar bastante tiempo, según testigos presenciales, y desde allí fue trasladado al Hospital San Pedro de Logroño, donde fue operado de inmediato y se le dejó ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos, aunque su estado no reviste peligro.

Mientras esto último sucedía, agentes de la Ertzaintza encargados de la investigación del suceso, procedieron al arresto del presunto autor de los hechos en la misma localidad, poco antes de las siete de la mañana, ya que su domicilio se encuentra a apenas 150 metros del lugar donde cometió el intento de homicidio. El detenido, un varón de 37 años de edad, fue trasladado a dependencias de la Policía vasca de Laguardia bajo la acusación de un delito de tentativa de homicidio. El arma blanca presuntamente utilizada por el autor de los hechos fue localizada por los agentes. La investigación se mantiene abierta al objeto de esclarecer las circunstancias del suceso.

Represalias Pero los sucesos no terminaron ahí. Un grupo de personas sin identificar se acercaron hasta la casa donde vivía el agresor y destrozaron los cristales de las ventanas y algunos tiestos, lo que obligó a los propietarios a pedir ayuda a la Ertzaintza que, a lo largo del día, patrulló constantemente el pueblo.

El suceso alcanzó al desarrollo de las fiestas, ya que el equipo de gobierno suspendió la música de acompañamiento de las autoridades hacia la misa y el aperitivo que se ofrece habitualmente tras la función religiosa. Pero fueron los vecinos y especialmente los miembros de la cuadrilla de Óscar los que tomaron la iniciativa de condenar el suceso en voz alta. Una vez celebrada la misa y antes de la actuación del grupo de danzas Irule, una compañera del joven leyó un comunicado en el que contó que "nuestro amigo y vecino Óscar ha sido apuñalado. Los médicos nos han comunicado que está estable y fuera de peligro. Desde aquí doy gracias a todas las personas que en poco tiempo se han acercado a nosotros a transmitirnos su ánimo. A él le encanta vernos bailar y le gusta vernos tocar. Siempre nos recibe con una sonrisa. Él ahora no puede estar aquí, pero queremos dedicarle esta actuación. Ánimo Óscar, sabemos que vas a salir adelante. Te esperamos todos con los brazos abiertos".

Expulsado de Oion Por su parte, la comunidad gitana se reunió a primera hora de la mañana para conocer los detalles del caso y tratar de evitar roces de carácter étnico en Oion. Al encuentro asistió el alcalde, Ruben Garrido, quien confirmó que, además de las responsabilidades penales que le caerán al agresor, los patriarcas de la comunidad han decidido que esa persona no vuelva por Oion nunca más.

El agresor es bien conocido en la localidad, aunque no está censado en Oion, ya que vive con unos familiares. Habitualmente se le ve embriagado y con una botella, una litrona, razón por la que muchos le llaman el gitano litrona. Él y otra persona que se encuentra detenida por altercados y destrozos en propiedades ajenas parece que son los principales responsables de muchos de los problemas de orden público en la localidad, según vecinos y representantes municipales.