vitoria

la profunda reorganización a la que se enfrentan los hospitales de Gasteiz quema etapas sin que todavía se despejen las múltiples dudas que la rodean. La dirección del Hospital Universitario de Álava (HUA), el ente surgido durante la pasada legislatura tras la integración de Txagorritxu y Santiago en una única organización, tiene por delante un titánico trabajo para configurar un centro sanitario funcional, resolutivo, de calidad, cómodo y, sobre todo, que cuente con el necesario consenso profesional, social y político.

Descartada la idea de centralizar todas las especialidades, los quirófanos y las Urgencias en Txagorritxu para convertirlo en el único hospital de agudos del territorio, también la transformación de Santiago en un centro para pacientes crónicos y subagudos -así planteó el anterior gobierno socialista el proyecto del HUA-, la nueva dirección de Osakidetza ha optado por una opción intermedia que pasa por mantener un hospital unificado con sus especialidades repartidas entre ambas sedes.

Algo similar a lo que Txagorritxu y Santiago han sido siempre, dos hospitales generales, pero unidos bajo direcciones unificadas, dentro de la marca HUA, y con una importante reorganización interna. Por de pronto, la inminente apertura del nuevo edificio de consultas externas que emergerá junto a Txagorritxu, donde se centralizarán los servicios que ahora se ofrecen tanto aquí como en Santiago, permitirá liberar un espacio importante en ambos centros.

Los problemas han llegado precisamente al conocerse la primera propuesta de reorganización de servicios que recoge la revisión del plan funcional del HUA, el documento elaborado durante la pasada legislatura donde se trazaban las líneas básicas de lo que sería el nuevo hospital. A ese primer plan, lógicamente, se le ha dado la vuelta y el resultado son 25 folios que vieron la luz el pasado 22 de abril y en los que, antes de nada, se recalcan las tres bases de lo que será el nuevo hospital. Una única organización asistencial de atención a pacientes con patologías agudas con órganos de gobierno únicos y recursos asistenciales en dos sedes -Txagorritxu y Santiago-, una organización de servicios asistenciales únicos, con una estructura organizativa y un despliegue asistencial "según las necesidades de ambas sedes" y en la que se descarta ese modelo de atención a pacientes subagudos, convalecientes o pluripatológicos dentro de centros monográficos.

El reparto y la división de los servicios médicos que propone el plan funcional adaptado a la nueva realidad del Hospital Universitario de Álava (HUA) ha provocado los principales puntos de fricción. La dirección del centro ha definido un "esqueleto" de áreas asistenciales que deberán estar presentes en ambas sedes para garantizar la correcta atención a los pacientes, al tiempo que ha agrupado otras tanto en Txagorritxu como en Santiago únicamente. A priori, los dos centros contarían con los servicios de Radiología, laboratorio de Urgencias, Farmacia, Esterilización, servicio de Transfusión, gestión de pacientes y de procesos asistenciales, Neurofisiología, Medicina Preventiva, Anatomía Patológica, Rehabilitación, Urgencias, Anestesiología, Informática, Medicina Intensiva, Hospitalización a Domicilio, Hospital de día médico y quirúrgico, Medicina Interna, Unidad de pacientes convalecientes y Cirugía General. Santiago, entretanto, se quedaría en exclusiva con las áreas del aparato locomotor -Traumatología, Reumatología, Rehabilitación, Cirugía Plástica y Cirugía Maxilofacial-, del Sistema Nervioso Central y de Neurociencias -Neurología, Neurocirugía, Psiquiatría, Neurofisiología y Reurorehabilitación-, la de Patología del Sueño, Cirugía Vascular, Neumología, ORL -atención de pacientes adultos-, Urología y Rehabilitación extra hospitalaria. A Txagorritxu irían las áreas del Aparato Digestivo, del Cáncer, del aparato génito-urinario, la materno infantil, Cardiología, Endocrinología, Dermatología y Alergología.

Varios jefes de servicio de Txagorritxu comparecieron el pasado 26 de junio en el Parlamento Vasco para mostrar sus serias dudas sobre esta revisión del plan funcional, una reorganización que llegaron a calificar como "profundamente desacertada". Tanto por el reparto de los servicios, algunos de los cuales quedarán "fragmentados" en perjuicio de los pacientes, como por el "largo periodo de transición" hacia el nuevo sistema y por la precariedad que atraviesan las arcas públicas.

dificultades José Luis Lobo, jefe del servicio de Neumología en Txagorritxu -que se trasladaría a Santiago- advirtió por ejemplo de que su especialidad precisa convivir en el mismo espacio físico que Cardiología, que sí permanecerá en el centro de José Atxotegi. La dirección de Osakidetza se ha comprometido a estudiar las alegaciones presentadas por los profesionales para reajustar el plan. Sin embargo, en el análisis de la propuesta presentada ya reconoce que entre las principales dificultades se encuentra alcanzar "un suficiente consenso social y político".

Al margen de este problema, se encuentran también una "coyuntura económica desfavorable para adoptar nuevas inversiones", unos cambios en las rutinas, lugar y formas de trabajo para los profesionales "que depararán unas inevitables resistencias", la distancia física entre las dos sedes -2,5 kilómetros concretamente-, que "supondrá una limitación para la movilidad de los pacientes, los profesionales y los materiales aunque se dote de un sistema de transporte específico", o la "estructura obsoleta" de algunas instalaciones, tales como los quirófanos de Txagorritxu y las Urgencias del céntrico recinto de Santiago.

reformas necesarias En este sentido, la revisión del plan funcional refleja una serie de reformas "necesarias" en ambos centros para poner en marcha el nuevo modelo que, como ya se ha dicho, contará con el handicap de la difícil situación económica. Se contempla, entre otras cosas, la mejora y la adecuación del área materno infantil de Txagorritxu, la construcción de un nuevo bloque quirúrgico en una única planta, tres nuevos hospitales de día en su planta baja -en el área que quedará liberada por las consultas externas y los laboratorios-, o la ampliación y adecuación del circuito de la Urgencia de pediatría. Entretanto, el plan contempla para Santiago la ampliación de su servicio de Urgencias y su conexión e integración con el PAC de Olaguíbel, la ampliación del hospital de día Médico-quirúrgico, la instalación del servicio de rehabilitación extrahospitalaria en la zona liberada por las consultas externas o la ampliación de la Unidad de Rehabilitación post anestésica.

Todo esto quedará a expensas de la realidad que impongan las circunstancias económicas y el deseable consenso con los profesionales de la Sanidad alavesa. Por de pronto, la dirección de Osakidetza considera que este nuevo modelo "organiza los servicios con una lógica funcional orientada a las necesidades del paciente y a la atención óptima de los procesos más prevalentes", que logrará ganarse en eficiencia y que contribuirá a "una mayor homogeneización de las prácticas asistenciales".