Vitoria, 15 may (EFE).- Todos los grupos de la oposición en el Ayuntamiento de Vitoria se han unido para reprobar por primera vez a una concejala, la edil de Seguridad Ciudadana, Marian Castellanos (PP), al considerar que falseó y ocultó datos cuando informó de la gestión de las cuatro nevadas de este pasado invierno.

La reprobación no tiene efectos prácticos porque no supone la dimisión de la edil ni la obligación de que sea destituida, sino que únicamente tiene un valor político.

La votación celebrada en un pleno ha dado como resultado 18 votos a favor de la reprobación -PSE (6), PNV (6) y EH Bildu (6)- y 9 votos en contra de los representantes del equipo de gobierno del PP.

Tanto en la comisión previa sobre este asunto como en el pleno no ha intervenido la edil reprobada, sino que lo ha hecho la portavoz popular Idoia Garmendia, quien ha recordado que Marian Castellanos pidió perdón hasta en cuatro ocasiones y que todo se debió a un error.

El conflicto que ha llevado a la oposición a adoptar esta postura conjunta surgió a raíz de los datos facilitados por la edil sobre el coste de la gestión de las nevadas, que primero cifró en 320.000 euros, y después reconoció que ascendía a al menos 580.000 euros, ya que aún hay que incluir más facturas no contabilizadas.

Castellanos pidió disculpas, dijo que fue un "error humano" por una equivocación "involuntaria" al ofrecer dicho dato debido al procedimiento de recogida de las facturas por los diferentes departamentos municipales, pero negó haber mentido.

Los socialistas no la creyeron y el exalcalde Patxi Lazcoz la acusó de haber hecho un gasto desmesurado para limpiar las nevadas y de haber montado "la fiesta de la sal y la salmuera" con un presupuesto que se acerca al coste de las fiestas de la Virgen Blanca.

Bildu también consideró este gasto "indecente" y un "despilfarro" destinado a hacer todo lo posible para dar la impresión de que no había nevado porque "en el momento en que caía un copo salían siete camiones".

El PNV cree que Castellanos mintió y que tuvo una "actitud beligerante y poco conciliadora" y que pidió disculpas con la boca pequeña para desacreditar luego la labor de la oposición. EFE