SEUL. Kerry, que realiza su primera visita a Corea del Sur como canciller, también viajará en los próximos días a China y Japón en un aparente intento de obtener compromisos para presionar a Pyongyang con el fin de que abandone sus hostilidades y garantizar así la estabilidad en la península coreana.

El secretario de Estado estadounidense abordará hoy con su homólogo surcoreano, Yun Byung-se, con quien ya se reunió en Washington a principios de mes, la situación de crisis actual en la península coreana, y también mantendrá un breve encuentro con la presidenta del país, Park Geun-hye.

Se espera que Kerry inste a Corea del Norte a abandonar sus hostilidades, mientras intenta que China, tradicional aliado de Pyongyang, influya sobre su socio comunista para calmar la tensión.

El presidente de EEUU, Barack Obama, ya exigió ayer a Corea del Norte que ponga fin a su "postura beligerante" y subrayó que Washington está dispuesto a tomar "todas las medidas necesarias" para proteger el país y a sus aliados en la región.

Corea del Norte mantiene desde principios de marzo una inusualmente prolongada e intensa campaña de amenazas contra Seúl y Washington, cuyos ejércitos se encuentran en alerta elevada ante la posibilidad de una prueba de misiles del país comunista, que puede llegar en cualquier momento según fuentes de inteligencia.

Por otra parte, el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, de visita en Seúl desde ayer, también se reunió con el ministro de Exteriores surcoreano.

Yun y Rasmussen coincidieron en que los indicios apuntan a una inminente prueba de misiles norcoreana y destacaron que el país comunista debe poner fin a su retórica belicista y sus acciones provocadoras, informó la agencia surcoreana Yonhap.