vitoria. En saco roto. El ofrecimiento del lehendakari, Iñigo Urkullu, para llegar a un acuerdo sobre el uso que se puede dar a los futuros ingresos extraordinarios a cambio de un sí a los Presupuestos ha topado con la negativa rotunda de EH Bildu y el PSE. Estas formaciones eran la principales destinatarias de la oferta que realizó el martes el lehendakari, ya que ambas condicionan cualquier negociación a que el Gobierno jeltzale modifique al alza los ingresos con los que cuenta para su proyecto presupuestario, fijado en 9.316 millones de euros.
La postura de Urkullu está clara: no se puede modificar la previsión de gasto aprobada por el Consejo Vasco de Finanzas. En todo caso, propuso el martes, se podría negociar el destino de los hipotéticos ingresos extraordinarios que se prevén puedan llegar por el incremento de la recaudación y el mejor comportamiento del IRPF o el Impuesto de Sociedades. El diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, propuso el pasado febrero una medida similar de recálculo que engordaría las arcas de la CAV con más de 200 millones de euros solo en impuestos del territorio vizcaíno. En aquel momento la idea fue descalificada por el resto de partidos.
La oferta de Iñigo Urkullu contempla que el destino de dicho ingreso extra se tendría que acordar después de la aprobación de Presupuestos, ya que se conocería la cifra extraordinaria obtenida a partir del próximo octubre. A lo que el lehendakari se opone de raíz es a modificar ahora el techo de gasto.
Nada de ello es suficiente para EH Bildu y PSE. Ni siquiera para empezar a hablar o desbloquear la negociación. Las dos formaciones son mucho más ambiciosas. Creen que con un poco de voluntad de los jeltzales, las Cuentas podrían contar con 400, 800 o, incluso, 1.500 millones de euros de más. Esta última es la estimación de EH Bildu, que suma, además, los ingresos que podrían llegar por el recálculo del Cupo para los próximos cinco años, el pago de la deuda que el esta tiene con Euskadi de los ejercicios anteriores por este concepto y la flexibilización de límite de déficit, posibilidades que Urkullu considera inaplicables.
Así lo afirmó ayer la portavoz de la coalición soberanista, Laura Mintegi, tras la reunión que mantuvo junto con la también parlamentaria Leire Pinedo con el consejero de Hacienda, Ricardo Gatzagaetxebarria, dentro de la ronda de contactos que mantiene el Gobierno Vasco en la búsqueda de entendimiento para sumar apoyos que permitan la aprobación de los Presupuesto. "No hace falta un Gobierno ni un lehendakari contable sino que tome decisiones políticas", aseveró Mintegi.
oferta "trampa" También rechazó la propuesta de Urkullu el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, en la víspera de que hoy su formación acuda a la cita de Gatzagaetxebarria. El representante socialista tachó de "trampa" la oferta del Ejecutivo del PNV de hablar de los hipotéticos ingresos tras un acuerdo presupuestario. "Si el lehendakari viene a admitir que es posible otro cálculo de ingresos, que rehaga el proyecto de Presupuestos y ahí nos encontrará a los socialistas para después hablar de los gastos", sentenció.
En este sentido, adelantó que solo se plantearán una posible abstención en el Parlamento que posibilite la aprobación de las Cuentas, si el Ejecutivo jeltzale engorda su capítulo de ingresos entre 400 y 800 millones. Ésta es la estimación de incremento de techo de gasto que realizó el pasado octubre el entonces consejero de Hacienda en funciones, Carlos Aguirre, cuando aún gobernaban los socialistas. "O Urkullu rehace totalmente el capítulo de ingresos, con carácter previo a su aprobación, o no vamos a apoyar las Cuentas", remató Pastor, un mensaje que hoy confrontará el PSE con el consejero de Hacienda.
escenario de prórroga Llegados a este punto, el conjunto de la oposición coincidió en transmitir el mismo mensaje: que el Ejecutivo de Urkullu está más cómodo con la prórroga presupuestaria y que los intentos de acercamiento son "una estrategia de disimulo", censuró Pastor. A su juicio, la verdadera intención del Gobierno Vasco es ir a una prórroga presupuestaria, que le permite "controlar mínimamente los ingresos y gastos hasta donde quieran llegar". El mismo argumento de Mintegi, para quien la prórroga es el escenario "más favorable para Urkullu".
Pese a que el PP dejó el martes las puertas abiertas a seguir hablando con el Gobierno jeltzale, ayer el secretario general de estas formación en la CAV abundó en que Urkullu "no tiene interés en llegar a acuerdos", por lo que el partido conservador está cada vez más cerca de formalizar una enmienda a la totalidad. Un argumento parecido al esgrimido por UPyD, cuyo portavoz acudió ayer a la cita del consejero de Hacienda. Tras el encuentro, Gorka Maneiro manifestó tener la "sensación" de que el lehendakari se muestra "predispuesto" a ir a la prórroga presupuestaria. Por ese motivo, y pese a estar a la espera de la respuesta de Gatzagaetxebarria al documento de 16 condiciones que ayer le entregó, mantiene su predisposición a presentar una enmienda a la totalidad.
"Guerra de comunicación" "Por lo menos PP y UPyD están dispuestos a hablar". Así diferenció ayer el presidente del Euzkadi Buru Batzar del PNV, Andoni Ortuzar, entre las actitudes demostradas por los partidos en la ronda de contactos sobre los Presupuestos. El dirigente jeltzale también aprovechó para negar la acusación de las formaciones de la oposición de que Urkullu prefiere, en realidad, una prórroga presupuestaria. Tras manifestar que mantener esa recriminación es "muy cómodo" para la oposición, enmarcó la descalificación en una "guerra de comunicación" para descargarse de responsabilidad si no se llega a un acuerdo. "Lo impopular no es no tener presupuestos, sino no ser responsable", zanjó.