laguardia. Son mucho más grandes que las avispas comunes, viven en colmenas que pueden albergar a miles de obreras y se alimentan, entre otros insectos, de las abejas autóctonas destinadas a la producción de miel o dedicadas a la polinización en los viñedos. La llegada a Álava de la avispa asiática ha provocado la alerta entre sus agricultores y los movimientos políticos al respecto no se han hecho esperar.

La coalición Bildu, de hecho, acaba de solicitar a la Diputación alaves a través de una moción que próximamente se debatirá en las Juntas Generales medidas concretas para hacer frente a esta peligrosa depredadora. Lorena López de la Calle, procuradora de la coalición abertzale, recuerda en su iniciativa que la avispa Vespa Velutina "tiene su origen en Asia, y habita en China, norte de India e Indonesia. Sin embargo, a finales de 2004, entró en Francia en un contenedor proveniente de China, a través del puerto de Burdeos y posteriormente se ha ido extendiendo hacia el Sur y el Este y a día de hoy está presente en los siete territorios de Euskal Herria".

Como "especie depredadora de abejas autóctonas que es y ante la manifiesta preocupación de los apicultores de Araba, por la posible destrucción de sus colmenas y los consiguientes daños causados a la agricultura por la ausencia de polinización", Bildu solicitará tanto al ente foral como a los Gobiernos Vasco y navarro, a las autoridades del Arco Atlántico y a los Ayuntamientos de la provincia "articular jurídicamente la colaboración y financiación necesarias para el control y posterior erradicación de esta plaga", ante la necesidad de realizar "un trampeo masivo en el primer trimestre del año".

Asimismo, el grupo ha solicitado la elaboración de un mapa de distribución de la especie, la recopilación de información para el control de la plaga y ralentización de su expansión, la elaboración de un estudio de expansión e impacto económico ocasionado por la avispa asiática, la centralización de todos los datos recopilados en un espacio de acceso común, la formación para apicultores y otros agentes interesados con el fin de adoptar medidas eficaces para el control de la especie y la evaluación del impacto medioambiental que puede originar el uso de insecticidas en cebos biocidas. Para realizar estas acciones, López de la Calle ha instado a la Diputación a solicitar las ayudas previstas para tales efectos al Gobierno central y a la UE.